Capítulo 22 (Algo que nunca esperé)

336 45 6
                                    

—El grupito de atrás, las voy a separar —el profesor nos miraba como si nos quisiera matar.

—Ay, profesor, bájele que tampoco es para tanto —soltó Jeanine con esa forma de ser tan tosca.

Kathe rodó los ojos con evidente molestia por su falta de respeto.

—Miré...

—No haremos más ruido, lo prometemos, ¿Sí? —le hago carita de niña buena e intento hacer que se lo tome con más calma.

La verdad es que nos la habíamos pasado desde primera hora poniéndonos al día. Por más que intenté que Kathe hablara, no lo hizo, y Jeanine tampoco le exigió saber.

La pelirroja me miraba se reojo, como si quisiera impulsarme a preguntarle, ya que con ella no funcionaba. Carraspeé incómoda.

—Hablando de cosas que nos han pasado...esta mañana Alexis y yo hablamos, o más bien discutimos. Las dos se quedaron calladas, observándome con interés.

—Adivino, ganaste tú —Jeanine sacó un sándwich de su mochila. Siempre llevaba comida.  Ladeé el rostro.

—Bueno, digámoslo así —miré a otro lado, viendo a los chicos por el gran ventanal, jugando.

—No quedaron en nada entonces —habló esta vez Kathe.

—Necesito tiempo para asimilarlo todo, pero eso no significa que olvidaré todo lo que pasó.

—¿Y su hermana?  ¿Qué excusa te dio? —negué lentamente.

—No me dio excusas, por lo menos, solo me dijo lo que sentía y como eran las cosas —les expliqué.  Asintieron al mismo tiempo.

—No es por nada, pero por lo menos hizo algo bien —Jeanine se encogió de hombros.

—Eso no quita todo lo que hizo —bufé irritada.

—¿Y Ashton? ¿Qué pasará entre ustedes? —me preguntó Kathe con un destello de tristeza en sus ojos azules.
Tardé un poco en responder.

—No lo sé —me llevé una mano a la frente, sintiendo un pequeño dolor de cabeza.

—Deberías hablar con él —Kathe quería que le perdonase así como así las cosas.

—No es tan fácil. Él sabía el daño que Alexis me estaba provocando, y aún así lo calló, mientras yo me apaga más y más.

—Él no te obligó a escoger el camino de regreso a Alexis, lo tienes que comprender. Él solo le dio una oportunidad, una ayuda a él, dejándolo a la suerte si ibas a caer en eso o no. Disculpa que te lo diga, pero la que escogiste fuiste tú, no él.

La miré de mala manera.

Sus palabras se quedaron grabadas en mi cabeza, martillándome cada vez mas. El dolor se estaba volviendo insoportable.

Las clases surgieron de manera normal, todo lleno de tareas, de estrés, de confrontaciones, es algo que pasa todos los días, pero mi cabeza no estaba mucho en esas cosas, estaba absorta entre mis pensamientos, abundando más en el tema.

Yo tenía mis razones para estar molesta y eso lo sabía de sobra, pero en cierto punto, me molestaba que Kathe tuviera razón, yo fui la que escogí continuar, él siempre me había intentado ayudar, aclarándome la mente y yo aún así, seguí.

Los días pasaban lentos, desde que llegaba me llevaba a Ian a todos los lugares, para regresar por la noche, sin que aquel hombre si diera cuenta. Sabía que no podía tapar el sol con un dedo, en algún momento íbamos a tener un encuentro.

El inesperado clichéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora