Capítulo 17 ( Eres un hermoso desastre )

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Vamos a empezar por la parte en que era de esperarse que Evans llegara en cualquier momento, pero no sin hacer ruido.

Me quedé incómoda, pero intenté no demostrarlo. Puse mi mejor cara, como si no hubiera pasado nada.

Ian si no estaba dormido, estaba por eso, allí tirado en la alfombra frente al televisor.

Evans siguió mi mirada, pero no se demostró impaciente por una respuesta, solo asintió diciendo:

—¿Ya criaron niños tan rápido? -se burló.

—¿Cómo te fue? -intentó evadirlo.

—Bien —se dirigió hacia Ian y lo movió con el pie como si fuera un animalito y hice un sonido de advertencia.

—Me cae bien —sonríe con ironía y se vuelve a acercar.

—¿Dónde estabas? —pregunté siguiendo la corriente.

—Con una chica —sonrió de lado dejándo las llaves en la isla.

—¿Ya tienes novia?

—Estoy en eso —su sonrísa era maliciosa.

—Evans —Ashton le reprochó.

—No lo pude evitar —¿De qué me estaba perdiendo?

Iba a preguntar pero un movimiento de Ian llamó mi atención.

—¿De quién es el niño? —empezó a comer unas frituras en funda que había sacado.

—Mío —aclaré.

Dejó lo que estaba haciendo a medias y me miró por unos momentos, buscando algun indicio de que estuviera bromeando y luego como apoyo, buscó la respuesta en su amigo que aún seguía a mi lado.

—Ok, ¿Quién es la mamá del niño?

—Si fuera mío, ¿Tendrías algún problema? —me tiré un mechón de cabello hacia atrás.

Él solo se rio.

—Para nada ¿Comerán aquí?

—No, ya bebí chocolate. No tengo hambre.

—¿Y te llenas con eso?

—No tengo mucho apetito.

—¿Algo en especial? —me mira de reojo.

—No más de lo que sabes —le respondo. Ashton se queda mirando a Ian.

—No estoy en Greys —contesta ocultándolo.

—Pero te enteras de todo, chismoso —me río.

Él se hace el ofendido llevándose una mano al pecho.

—Te aseguro que fue lo mejor —dice en cambio.

Lo miro con seriedad.

—Al parecer yo era la única que pensaba que no —miré a otro lado, evitando sus miradas.

—Él te quiere, a su manera —Ashton se encoge de hombros. Sé que intenta que el momento antes de que su amigo llegara, se volviera borroso en mi memoria, pero no lo iba a conseguir.

—Sí, a su manera en lo muy profundo —habla Evans entonces.

Ashton lo mira mal.

—Solo decía. —se para y se dirige hacia no sé donde, dejándonos a solas.

—¿Te quedarás hoy? —su pregunta me toma desprevenida.

—¿Quedarme?

—No quiero que te topes con ese hombre, puede hacerles algo —me habla en voz baja.

El inesperado clichéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora