[Finalizado] A través del Tiempo [Temporada 2]

[14] Donde todo muere y alguien renace

Los trotes eran descoordinados, pero lo suficientemente audaces para evadir cualquier contratiempo. La lluvia se desató de una manera torrencial que se empapó de pies a cabeza sin importarle el pescar alguna clase de resfriado; simplemente tenía mucho miedo de que su osadía de verdad le causara problemas.

Más tenía su fuerza para estar en pie y buscar la manera de seguir corriendo para alejarse del castillo, el cual podía verlo desde la colina. La luvia aumentó y con ello la molestia de seguir avanzando, podía oír claramente gruñidos y alaridos que se acercaban más a ella como si a unos metros estuvieran esperándola, fue cuando se dio cuenta que podía frenarlos un poco más, no importase el resultado, la idea era simplemente darles tiempo a los demás.

—Dudé mucho al creer que serías alguien tan estúpido como para venir a darte de ofrenda.

Alhena se quedó petrificada cuando oyó, a centímetros de su oído, una voz arrogante y juguetona. Sus ojos desorbitados era la clara evidencia que no se esperó que ellos la encontraran tan aprisa.

—"Les daré tiempo", fue lo que dijiste antes de venir aquí.

Una chiquilla de cabello rosado y de coletas se dejó ver, su mirada inexpresiva pero sus facciones inocentes provocaron un revuelo en el pecho de la jovencita. La entidad le advirtió que huyera, pero su cuerpo humano no respondía a nada.

—Rhea ordenó llevarla con vida, sin luchar—les recordó la tercera titan, aquella que tenia el cabello corto y verdosa, la que se cubría hasta el cuello con el Souma—; no tenemos interés en tus amigos. Estamos aquí por ti, esperamos colabores con nosotros para evitar algún derramamiento de sangre. La situación es algo sencilla, sin perdidas de tiempo y la ampliación de vida de tus seres amados.

—¿Y la diversión? No haré lo que el viejo maestro ordenó—gruñó el rubio pateando desde atrás a Alhena, la cual cayó de rodillas al fango, bajo esa torrencial lluvia—. No la mataré, pero al menos debe servirnos de algo ¿no?, así la llevamos sin que esté chillando.

—"Prometo que volveré con ustedes", es lo que les dijo—comentó la de cabello rosa, mirando con curiosidad a Alhena—. Te preguntas quienes somos, discúlpanos, no nos presentamos formalmente. Me llamo Mnemosyne, una de las hermanas y seguidoras de Kronos—se inclinó sin ninguna molestia o fastidio, luego indicó a la peliverde—. Ella es Thea y por último nuestro hermano Iapetos, ahora esperamos su colaboración para que venga con nosotros y evitamos problemas.

Alhena miró a los tres titanes, los cuales la habían rodeado para evitar que escapara, más su temor palpitó con mayor inquietud ante la chica de cabellos rosado como si fuera alguien sumamente peligroso, y no solo ella lo percibió así sino también su huésped.

—Ah, vaya, entonces es verdad, tienes parte del alma de Kronos encerrado en ti—la chiquilla se acuclilló y le tocó la frente ante la mirada absorta de la joven.

—Deja de estar jugando con sus recuerdos y pensamientos Mnemosyne, puedes dañar el cuerpo de nuestro señor—intervino Theia bastante seria, cogiendo del cabello a Alhena—. ¿Por qué entró en el cuerpo de una mujer? Tantos humanos, tuvo que ser precisamente en una chica del futuro.

—No importa si lleva el alma de mi señor—el rubio Iapetos la cogió del mentón—. Esos caballeros y tú me deben un combate, y no voy a retirarme hasta cazar a Aspros de Géminis y Regulus de Leo.

—Mi amigo Regulus ya murió, ¿qué quieres cobrar?

—Niña estúpida, tu amigo es una rata de alcantarilla como lo es el dios que los protege—gruñó y le jaló del cabello mucho más brusco que la peliverde, sin importarle que sus hermanas le llamaran la atención—; ¿quieres que te consuele con una noticia? Tu amigo de Leo y el resto de caballeros están vivos por el momento, pero son tan imbéciles que ahora mismo están siendo cazados por mis otros hermanos.