Capítulo 20. Terror

23.4K 1.3K 6
                                    

Miedo, pavor y pánico son algunos sinónimos que pueden explicar cómo me siento. Porque sí, yo tengo sentimientos y emociones que suelen ser como una montaña que suben y bajan. Al principio, muy al principio estaba feliz y con buen humor. Luego, comenzaron atacarme las dudas y un cosquilleo nervioso brotaba en mi estómago. Y ahora, estoy en la fase de pánico. Y lo mejor que puedo hacer cuando estoy en esta fase es limpiar. Y aquí estoy limpiando mi casa por tercera vez mientras escucho a Logan quejarse, y Loreley se prueba ropa en mi habitación.

— Él siempre intenta ver lo malo en mí, sin embargo, no se fija lo que hace él mismo. Sigue creyendo que tengo ocho años y que puede ordenarme en todo. Que sus ideas son las únicas que importan y todo lo demás es mierda —hablaba Logan sin parar. Yo solo oía un lejano murmullo y lo único que podía hacer era asentir, porque dijese lo que fuera, él no me iba a dar la razón.

— ¿Intentaste oír las razones de sus ideas? —pregunté a modo de idea, pero él me miró como si me saliera un pedículo del rostro.

— ¿Acaso no me escuchas? Él solo hace lo que quiera, le importa poco conversar —sentenció, y yo dudé.

Llevaba hablando del tema con Aiden durante días. Yo sabía que él quería conversar sobre las posibilidades, pero por la forma en que Logan había actuado la ultima vez, estaba negado a reunirse con él nuevamente.

Lo miré intentando encontrar algo para decirle, pero él negó frustrado y se sacudió el pelo.

— Mira lo que vengo a decirte, tú ya tienes bastante con tus propios problemas —murmuró. Mi expresión se llenó de interrogantes en el instante en que Loreley entró a la sala para mostrarnos el vestido que llevaba puesta.

— ¿Qué tal este? —inquirió ella, posando con el vestido negro que no llegaba a la rodilla, con un precioso escote en la espalda.

— ¿Qué es lo que intentas demostrar en la cita? —preguntó Logan, y ella lo meditó.

— Soy atrevida, inteligente, independiente, y si me lastimas puedo llegar a amputarte el miembro —respondió. Logan tragó saliva ante aquella hipotética imagen.

— Ese es el correcto —respondió, aclarándose la garganta.

Loreley sonrió con felicidad yéndose nuevamente la habitación, y yo volví a posar los ojos en él, con incertidumbre.

— ¿A qué te refieres con "mis propios problemas"? —pregunté con curiosidad.

— Ya sabes. Tu hermano es un parasito, tu madre proyecta sus frustraciones en ti, y el asunto del sujeto que empieza con D —respondió. Sonreí sin humor y negué.

— Mi madre y mi hermano ya no son problemas desde el momento en que decidí aceptarlos tal cual son y cuando encontré la forma de que no me afectasen —respondí—. Acerca del sujeto que empieza con D. No es un problema, solo un asunto que tengo sin terminar —agregué.

Los ojos de Logan se fijaron en mi analíticamente, y tras reflexionar sobre mis palabras, solo suspiró y asintió, viéndose culpable.

— Lo siento —susurró, acercándose a mí. Depositó un suave y cariñoso beso en mi frente, y se alejó— Debo irme, necesito pasar por mi despacho antes de que cierre el edificio —me dijo. Yo asentí, un poco confundida por su actitud.

Logan me sonrió, luego pegó un grito en dirección a la habitación donde estaba Loreley, y así sin más, él se fue. Quedé dubitativa contemplando la puerta cerrada, notando cierto tormento en su mirada que antes no había logrado identificar con claridad, y preguntándome qué lugar ocupaba yo en eso.

— ¿Por qué se fue? —preguntó Loreley volviendo a la sala, con la expresión llena de interrogantes.

— Dijo que tenía cosas que hacer —respondí sin quitar mis ojos de la puerta. Tenía un presentimiento, de que algo le sucedía, y temía que no fuese capaz de poder ayudarlo.

Sin Anestesia (SA #1) [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora