Capítulo 37

3.2K 317 178
                                    

— Jaemin, ¿estás bien? —Voy caminando lentamente. Pareciera que le tuviera miedo, y para ser sincera, sí, le temía un poco, lo había escuchado gritar como loca hace unos segundos.

Era sorprendente, no podía creer que aún recordaba al chico que lloraba desconsoladamente en aquella tarde.

— ___ —Parecía no salir de su asombro, no creer que yo estaba parada frente a él, después de tanto—. ¿Qué?... Ah... Sí, sí.

Se incorporó. Se sentó recto en la cama y acomodó las sábanas. Me posicioné a su lado y él golpeó suavemente el colchón, invitándome a centarme. Me desconcertó su tan drástico cambio de emociones.

No lo dudé. Aún con la desconfianza, me acerqué, sus ojos transmitían lo mismo que la otra vez; tristeza, miedo. Sentí mi corazón encogerse.

— ¿Qué te pasó? —Cuestioné. Sí, sabía que mis preguntas eran absurdar, pero comprendanme, nunca imaginé verlo así.

A él, lo repito, no lo había conocido en su mejor momento, eso es más que obvio. Pero no imaginé encontrármelo de esta manera. Tan vulnerable, tan roto y dolido. Como la primera vez.

— Mi mamá. —Susurró.

Escuchamos pasos aproximarse a la habitación, sabíamos que eran nuestros padres. Igualmente no me moví y él tampoco dijo algo. Solo esperamos quietos hasta que la puerta fue brutalmente abierta, como si fueran la policía entrando a una casa de narcotraficantes.

— ¡___! —Gritó mi papá en reproche— ¿Qué hacés aquí?

Casi me agarra del brazo para alejarme de Jaemin, pero este lo detuvo levantando la mano.

— Dejala. —Le dijo tranquilo mirándolo fijamente con sus ojos rojos del llanto.

— ¿Qué? —Cuestionó atónito el padre.

— Que la dejen, por favor.

Sabía que no eramos los mejores amigos. Literalmente solo conocía su nombre y todos los sucesos con la madre. Pero al parecer le gustó soltarlo todo conmigo la otra vez que esperábamos alguna clase de final en nuestro sufrimiento.

Los adultos, confundidos y sorprendidos, salieron lentamente de la habitación. Mientras tanto Jaemin y yo los miramos salir serios, sabiendo que apenas cierren la puerta, llegaría la hora de desahogarse.

No era muy buena consolando a las personas, literalmente era un horror humano en eso. Pero siempre intentaba lo que podía. Un abrazo, eso es todo.

— Te lo voy a aclarar —Hablé después de unos segundos de silencio en los cuales él estaba pensando si tirarlo todo de una o contarlo de apoco—; no te voy a obligar a contarme absolutamente todo, no te voy a insistir a nada. Pero si hablas, no te voy a interrumpir y te dejaré decir lo que quieras, ¿sí?

Ahora que me había metido a su habitación, no solamente tenía que escucharlo y consolarlo, sino que también tenía que aguantar las ganas de ir al baño en estos momento. Me agarrará una infección urinaria, me importa una mierda.

Él asintió, se acomodó bien en su cama y, de su mueble a su lado, sacó un paquete de papas fritas.

— Para mejor experiencia.

Quería preguntarle de donde carajo o desde cuando lo tenía ahí metido. Pero eran papas fritas, y por el momento tendría que tener la boca cerrada.

— Cuando mi papá pudo divorciarse de mi mamá, fue un gran respiro para ambos —Comenzó comiendo una papa—. La vez que nos vimos ella ganó y tuvimos que tenerla unas semanas más hasta que mi papá volvió a denunciarla y hacer todo de nuevo.

¿Cómo que no había ganado el padre? Se supone que ella tendría que haber estado alejada de ellos desde el principio.

— Mi mamá ganaba porque decía que, en realidad, el que maltrataba era mi papá y ella solo se defendía de sus golpes. Hasta lo acusó de intentar abusar de ella en varias ocasiones cuando sabía que el caso lo iba a perder —Aclaró—. También era porque nadie le creía a mi papá, nadie podía creer que el malvado era en realidad una mujer y no un hombre.

En el mundo hay muchos, miles de casos de hombres que son maltratados por sus parejas, pero nadie les creé, o también no se animan a decirlo por miedo a las burlas. ¿Cómo puede ser que un hombre sea golpeado por su pareja? Hoy en día estamos en un mundo demasiado estereotipado, ¿qué es eso de que todas las mujeres no pueden maltratar, que todas somos las víctimas? ¿Por qué nos ponen a nosotras como personas débiles, más frágiles que un vidrio?

Lo peor de todo esto, además del daño psicológico de Jaemin, es el caso en sí. ¿Cómo se tomará el mundo esto? Por esta clase de mujeres es que ya no creen en las verdaderas chicas maltratadas, las cuales algunas, lastimosamente, ni siquiera están para pedir justicia por ellas. Es horrendo.

— Entonces, cuando mi papá logró ganar, le dijeron que no se nos acerque más y que tenía unas cuarenta y ocho horas para sacar todo e irse —Seguía relatando metiendo una papa frita a la boca—. Al final nos hecharon a la calle a nosotros dos porque según mi mamá ella era la que pagaba todo y los muebles los había comprado ella, al igual que mi ropa, la de mi papá, todo.

Lo escuchaba con toda la atención aue podía, era impresionante saber todo lo que podía pasar en un mundo tan grande pero a la vez pequeño. Su voz estaba rota, pero intentaba estar firme, calmado.

— Dieron como veredicto que hasta que mi papá no encuentre un hogar yo tenía que quedarme con ella —Su voz se iba rompiendo de a poco, iba a llorar—, ellos pensaban que no me iba a pasar nada porque el problema eran de mis padres, pero... —Respiró profundamente, se le cayeron algunas lágrimas— ella... Abusó de mí.

Quedé con los ojos abiertos y los dientes apretados. Quería reírme, eso sí no lo creía. ¿Una mujer abusando? Entendía y creía eso de maltratar, ¿pero abusar? Lo lamento, ahí sí no podía.

— Sé que esto de que un hombre sea abusado por una mujer no sea muy creíble, osea, ella no tiene un pene —Me sentí mal, un nudo en la garganta se me empezó a formar y tragaba mucha saliva para que se fuera—, pero, me abusó porque yo no estaba de acuerdo, hizo todo lo que me hizo sin mi permiso, no quería —El muchacho se tapó la cara con las manos—, en enserio no quería, lo juro.

Por instinto lo abrasé como pude.

— Eres la primer persona a la que se lo digo, ya pasó más de un mes desde eso.

— ¿Por qué no se lo conteste a alguien? Podrías haber mandado a tu mamá a prisión. —No pude evitar preguntar.

Era obvio que no se lo contó, ya tenía una idea de porqué.

— ¿Enserio creés que me creerían? Apenas y le pudieron creer a mi papá, y encima no le creyeron en varias ocasiones, menos le van a creer a un adolecente del cual abusó y ya no tiene pruebas, pasó hace mucho —Confesó tragando saliva de manera fuerte—. Todos piensan que si un hombre es violado, él sería un héroe, pero yo no me siento así, me siento asqueroso. Ya no tengo lo que guardé tantos años para alguien realmente especial. Ahora solo lo tiene una mujer a la cual llamo mamá.

— No se lo diré a nadie. —Le juré al ver su cara de terror al darse cuenta del secreto que contó. No quedaba en mí si sacarlo a la luz o no. Esto era un asunto de él y solamente de él. Cuando él esté seguro, lo hará.

⌜Chico malo⌝ Park Jisung  ✔Where stories live. Discover now