Capítulo 29

4K 394 89
                                    

— Tengo sueño. —Murmura de manera ronca Chenle pasando sus manos por su rostro mientras salíamos de la secundaria.

— Yo también. —Dice Minki dando un bostezo, el cual hizo que Chenle también lo haga y yo repita su acción.

Habíamos acabado los exámenes, días sin dormir, esfuerzo y mucho café sería el resumen de todos los acontecimientos que pasaron.

Era viernes por la tarde; viernes, el día en donde más flojo te pones, donde por poco y lloras de felicidad por dos días de descanso o por lo menos respirar.

— En una semana las vacaciones de invierno empezarán. —Nos acuerda alegre el muchacho

Es lindo saber eso, dos semanas sin escuela, era todo lo lindo en estos momentos.

— ¡SÍ! —Chilla Minki— Con mi familia nos iremos a Brasil; tienen unas hermosas playas y queremos pasarla bien.

— Yo iré a China. —Dijo Chenle.

— Y yo seguramente me quedé aquí.

— Espero que te diviertas. —Se burla el chino.

— Di lo que quieras, me divertiré igual.

— Sí, igual, lo único que haces es respirar y pestañear. —Chenle y Minki sueltan una carcajada ante aquél chiste del muchacho. Yo ruedo los ojos mientras me aguanto la risa.

— Que gracio...

Mis palabras quedan ahí cuando veo a un castaño alto con las manos metidas en los bolsillos de su pantalón negro que hacía ver sus piernas como si fueran dos escarbadientes, aunque sabía perfectamente que no lo eran.

Él no notó mi presencia, miraba hacia la izquierda casualmente inspeccionando todo.

Entonces voy caminando tranquila, dejando a los dos locos tras de mí. Ya no había nadie para mí, solo él y yo.

Sorprendentemente empecé a sentir cosas por aquel chico en el transcurso del año. Me había ayudado mucho.

Pero, cuando estaba por abrir mis brazos para darle un abrazo; Chenle llegó.

— ¡JISUNG, AMIGO! —Gritó el joven corriendo hacia el llamado.

Park miró al muchacho y sonrió, eran esas sonrisas que transmitían alegría y diversión.

Park Jisung no se cambió a mi escuela, ni tampoco a mi ciudad, pero de vez en cuando venía a verme y también a Chenle y Minki; yo los había presentado y de un día al otro los muchachos ya eran mejores amigos, algo extraño, pero tampoco tan exagerado, ¿no?

— Hola. —Saluda Jisung mientras correspondía el resiente abrazo.

— Chicos. —Se ríe mi amiga a mi lado y yo me uno.

— Hola. —Le saludo a Jisung y él se suelta del agarre de Chenle para abrazarme a mí.

Mi pecho empezó a latir de manera extraña y unas raras ganas de dar saltos por todo el lugat me invadieron. ¿Estos eran señales de que sentía algo por él?

No tenía miedo de estar enamorada de él, pero sí de ser rechazada. Era algo que el noventa y cinco porciento de la población le tiene miedo.

Sabía que aunque esté loca por él no podía confesarme, no lo haría, era él o nada. Me parecía algo bastante estúpido, tenía que tener mucho coraje como para decirle "me gustas". Dios, con tan solo pensarlo ya me dolía el estómago.

No quería soltarlo, pero sabía que si seguía así daría sospechas. Además, no lo tendré entre mis brazos toda mi vida.

Lastimosamente.

— ¿Cómo has estado? —Consulto intentando ignorar todas las señales que mi cuerpo me dá.

— Bien, ¿y tú? Chenle, ¿Alguien la miró? —Dijo en juego.

— Claro que sí. Están los profesores, el portero, algunos que pedían tareas, y otros. —Acusó mientras enumeraba con sus delgados dedos.

Minki empezó a reírse, yo la seguí. Jisung mantuvo su rostro serio al igual que Chenle para demostrar que iban enserio. Pero ya sabíamos lo falso que era.

— Chicos, y ___ —Llamó la muchacha—, ¿Vamos por helado? En días me iré a Brasil, quiero comer helado con estedes.

— Wow, que lindo detalle. —Finge emoción Chenle.

— Por lo menos actúa bien, Chenle. —Comentó Minki.

— Bueno —Frenó Jisung—, mejor vamos yendo.

— Sí, creo que será lo mejor. —Digo divertida empezando a caminar mientras le mandaba un mensaje a mi papá pidiendo que me dejase ir.

Sabía que me iba a dejar, mis notas y mi comportamiento en casa eran lo que a él más le interesaba para darme permiso a salir. Si no cumplía con alguna de las dos no podría.

Guardo mi celular en mi mochila y le hecho un vistazo a los demás, quienes andaban con este a excepción de Jisung quien solo veía el camino.

Entonces miró a mi alrededor como si fuera lo único que hay de entretenido. Casas, árboles, vehículos y nosotros; no había mucha historia que contar.

¡AH! Pero Jisung tenía que empezar la escena.

Un agarré en mi mano hizo que mi cuerpo vaya a tierra, abrí mis ojos aún más de lo que ya estaba y me fijé sigilosamente en nuestras manos unidas.

Oh, Dios. Respira ___, respira, no cuesta nada.

Estoy por alterarme, listo.

Los mismos signos que aparecieron hace minutos volvieron. Tenía miedo de que mi mano empiece a sudar.

— Calmate. —Me susurró Jisung en mi oído.

Como si fuera tan facil calmarse cuando el chico con el que estás empezando a sentir algo te agarré de la mano.

Ajá claro.

Además, esa mínima palabra, tan chica y de tres sílabas, hizo que todos los signos se alteren aún más.

¿Me estoy por morir?

No entendía por qué mi locura, ya me había agarrado la mano antes, me ha abrazado e incluso besado.

¿Por qué me emociono tanto ahora? ¿Será porque estoy asumiendo mis sentimientos? ¿Será porque sé que somos amigos?

Los amigos no se besan, ___.

⌜Chico malo⌝ Park Jisung  ✔Where stories live. Discover now