Capítulo 28

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1 año despues

— ¡___! — Escuché un grito tras mis espaldas. Se oía feliz y emocionada por verme.

Sin darme tiempo de darme media vuelta, unos brazos más delgados que los fideos que comí hoy antes de venir a la escuela rodearon mi cintura y casi me tira al piso.

— ¡Idiota! ALGÚN DÍA NOS VAMOS A CAER SI SEGUÍS ASÍ.

Yo y mi bondad.

— Lo siento. —Ríe Minki, mi amiga.

¿Se imaginaban a mí con una amiga como ella? Yo no.

Era muy extrovertida y más alegre que los personajes de dibujitos infantiles. Pero caía bastante bien.

— Hoy teníamos prue...

— NO, ME OLVIDÉ DE LA PRUEBA. —Me interrumpió mientras empezaba a decir unas cuantas palabras subidas de tono.

— Ya, basta. —Dije como si esas palabras fueran mágicas y la podrían callar, pero siguió maldiciendo.

— Hola ___. —Me saludó un chico de un nivel superior al mío y yo solo moví la cabeza.

Sí, era bastante conocida.

Otro dato.

Mi vida cambió drásticamente cuando me mudé con mi papá, quien era una de las personas que más atención me daba. Lo estaba queriendo mucho. No era de esos empresarios engreídos que se creen dioses por tener más dinero, es más, de su suelo que le daban por mes, sacanba diez mil wons y se los daba a comunidades que ayudaban a personas que lo necesitaban, maneja un hotel entero en la cual viven personas que no tienen un techo y su forma de pagar el departamento es limpiando sus cosas.

¡HASTA ME LLEVÓ A UNA MARCHA LGBT+!

Lo admiraba demasiado, no podía creer que yo tuviera un padre con tales pensamientos y que hacía acciones que ayudaban a muchas personas.

Creo que haberme mudado fue una de las mejores cosas que he hecho en mi vida.

— ___, Dios, ayudame a repasar un poco, no puedo desaprobar, ¡TENGO TODO SIETE! NO PUEDO DESAPROBAR ESTE.

— La tenemos ahora a la prueba. —Dije viendo como el color se iba de la chica. Quería reírme, pero sabía que no era lo correcto.

— Hola chicas. —Saludó el muchacho rubio.

— Hola, Chenle. —Le saludamos mientras no sacabamos la vista de la carpeta de Minki.

— ¿Qué están haciendo? —Consultó mirando a la misma dirección que nosotras— ¿Enserio, Minki?

— ¡PERDÓN! ¿SÍ?

El joven rodó los ojos un tanto divertido, esta chica era demasiado olvidadiza. Sus ganas de estudiar en las misma que la mía al hacer algo.

— Si sabés que no llegarás a tiempo, ¿No? —Dijo Chenle sacando su cartuchera.

— La negatividad es mala Chenle.

— Y no estudiar también.

— Vamos, Chenle, tuvimos tres pruebas y dos lecciones esta semana, ¡Y APENAS ES MIERCOLES! Dejame no estudiar por una vez en mi vida.

— Yo no digo nada, pero mirate ahora. —Se burlo señalando su carpeta y a ella.

Yo me senté al lado de ella mientras miraba como unía sus manos, entrelazaba sus dedos y cerraba los ojos.

— ¿Qué haces? —Preguntó divertido Chenle aún sabiendo lo que hacía.

— Le estoy rezando a Dios para que la profesora nos deje hacer la prueba con carpeta.

— Dios no hará...

— Dios todo puede y este pequeño milagro también.

Sí, mi amiga era muy religiosa. Cada "milagro", no importa que tan pequeño sea, era obra de Dios.

Justo llega la profesora, sus anteojos negros combinan muy bien con su atuendo del mismo color. Sus tacones hicieron ruido haciendo que la clase quedara el silencio.

Que no se note el miedo.

— Buenos días. —Saludó la señora dejando sus cosas sobre su mesa.

— Buenos días. —Saludamos.

— Profesora —Llama Minki—, ¿la prueba puede ser con carpeta?

— No, Minki...

— Pero, profe... Tuvimos muchos trabajos esta semana.

Algunos compañeros se pusieron de su lado, argumentando lo mismo que ella, era obvio que no muchos estudiaron.

Pero lo que hizo estallar de gritos la clse fue el rendimiento de la profesora.

— Bueno, será con carpeta.

Chenle miró con la boca abierta a la señora.

— No puede ser —Dijo él mientras hacía los mismos movimientos que Minki hace unos momentos—. Señor, si me escucha, por favor, hasme tener el talento de aprobar todas las pruebas sin estudiar.

— No te puede funcionar, Chenle —Le dijo graciosa la joven—. El señor solo le hace milagros a personas que se lo merecen.

— ¿Y qué tengo que hacer? —Dice fingiendo estar desesperado.

— Tienes que ser un fiel creyente en el...

— Bueno ya, iré a la iglesia varios domingos, entendido.

— ¡Eres idiota! No se habla así de la casa de Dios.

— Bueno, ya paren me están dando dolor de cabeza. —Intervine.

⌜Chico malo⌝ Park Jisung  ✔Where stories live. Discover now