Capítulo 1

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El gremio estaba sumido en un inestable y lúgubre escenario, tan diferente a su habitual optimismo. Todos conservaban el conocimiento de que cierto mago de fuego siempre actuaba con seriedad cuando de sus compañeros se trataba y en ese instante lo tenían más que claro.

Mirajane por primera vez se encontraba confundida sin saber qué hacer, silenciosamente rogaba porque la misma Erza cruce las grandes puertas del gremio y ponga todo en su lugar.

—¡Repítelo stripper de cuarta! —gritó, Natsu encolerizado.

Gray bajó la mirada oprimiendo con fuerza sus manos, estaba afectado por el revuelto de emociones que se libraban en su interior.

—¡Ya lo dije! —vociferó, intentando ordenar sus pensamientos.

—Natsu, es mejor que te calmes —comentó Lisanna.

Pero los intentos de la menor de los Strauss fueron en vano, ya que Natsu pasó de largo a la albina ignorando sus palabras para arrinconar a Gray contra la barra.

—¿¡Que fue lo que pasó!? —exigió saber.

Gray cerró sus ojos escondiendo la furia del desconcierto e intentó liberarse del potente agarre de su compañero, finalmente cayó sobre el suelo. Juvia inmediatamente corrió para socorrer a Gray, la maga de agua entendió el dolor del mago, que sin fuerzas se apoyó en ella, intranquilo.

—No lo sé, no sé qué fue lo que ocurrió —explicó, evitando suspirar—. Cuando me di cuenta ella no estaba.

Todos bajaron la mirada, impacientes.

—Eres un idiota, Gray —dijo por fin Natsu—. No pudo haber desaparecido de la nada.

—¡Lo hizo! —gritó, desesperado.

—¡Happy, vamos! —exclamó, el dragón slayer saliendo del gremio en cuanto terminó de oír a Gray.

—¡Aye!

Cuando el mago de fuego se marchó, muchos se aproximaron al mago de hielo preocupados por el estado emocional de Gray, sin embargo, la angustia los doblego al verlo despavorido.

—No lo entiendo —susurró al borde de las lágrimas.

—Gray-sama debe descansar —recomendó Juvia, preocupada.

—No, debo ir a buscarla —apuntó intentando ponerse de pie.

—Sé que es inapropiado —se acercó Mirajane cautelosa—. ¿Dónde la viste por última vez?

Gray cerró sus ojos un instante, buscando adecuar los hechos que en su cabeza golpeaban dolorosamente por la desesperación.

—Estábamos terminando la misión. La vi luchar contra uno de los magos, cuando termine con ellos, ya no estaba —expresó—, busque lo prometo, pero...no está.

El maestro quién se mantuvo al margen del escándalo descendió por las escaleras con el semblante completamente serio.

—Esperaremos la llegada de Natsu —decretó—. Si llega sin noticia alguna partiremos en una búsqueda —el maestro observó a Mirajane—. Mira, comunícate con Erza, si terminó su misión pídele que regrese con carácter urgente.

—Sí, maestro.

El maestro reposó su mirada sobre Gray.

—Gray —el mago volteó apenado—. Debes descansar por el momento.

Gray asintió pesadamente.

El ambiente en el gremio se tornó tenso, el silencio solo era interrumpido por los murmullos de los magos, estos cuchicheos estaban llenos de la misma esencia.

¿Dónde está Lucy?


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