Capítulo 8

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Lucy sujetó su larga cabellera en una cola alta, lo ajusto a medida que inspeccionaba su reflejo, había pasado un largo tiempo desde que en su pecho surgía la latente esperanza.

Apoyó sus manos sobre el lavado y se sonrió.

—Hoy todo acaba, Lucy —se animó.

En su interior todo acabaría, ella confiaba en la fuerza y la esperanza de todos, sería una inquebrantable fuerza.



Natsu se tiró sobre la cama de Lucy.

—No puedo esperar para salir de una vez —Happy acomodó su bolsito verde sobre su espalda—. Charle debe estar preocupada.

—Todos deben estar desesperados —Natsu río al recordar a sus compañeros.

—¡Aye! —Happy se levantó y dio una vuelta, emocionado—. Además, todos estarán felices cuando vean a Lucy.

La rubia tras la puerta escuchaba a Natsu y Happy con una dulce sonrisa, las esperanzas de ambos la fortalecieron para esperar que todo saldría bien ese día, abrió la puerta de su habitación para saludarlos.

—Creí que estarían con ganas de continuar durmiendo —la rubia tomó sus llaves y las observó con nostalgia.

—Bueno tendremos tiempo de dormir durante el viaje a casa —el mago de fuego se levantó y estiró sus brazos—. Debes estar con ganas de ver a tus espíritus.

Lucy acercó sus llaves a su rostro, sus ojos brillaron de nostalgia.

—No puedo esperar para verlos.

Natsu percibió que Lucy seguía siendo ella misma a pesar de los años pasados, carraspeó para interrumpir sus pensamientos sobre ella.

—¡Rayos! —rápidamente Lucy se aproximó a su escritorio para abrir los cajones, sobre la mesa extendió un mapa con marcas—. Natsu por favor llama a Eriol y Gray.

—Claro —Natsu salió con Happy de la habitación de la rubia dejándola ordenar.

—Yo iré por Gray —anunció Happy, el dragón slayer asintió y continuó caminando.

Al llegar a la habitación de Eriol resopló levemente, tocó un par de veces, el mago se cruzó de brazos al no recibir una rápida respuesta.

Luego de un par de minutos totalmente aburrido Natsu pateo la puerta.

—¡Eriol!

No recibió respuesta alguna.

Natsu refunfuñó cuando no encontró rastro de Eriol, ingresó a su habitación para asegurarse de que el joven no estuviera, comenzó a analizar cada rincón de la habitación, era normal.

Tenía cierto parecido con el de Lucy, bueno, todas las habitaciones se parecían mucho. Llevó su mano a la cabeza, cansado, comenzó a parpadear intentando ahuyentar una leve molestia.

—¿¡Qué haces en mi habitación!? —Natsu sacudió su cabeza, aturdido, Eriol abrió sus ojos repentinamente y corrió hacia el mago fuego—. ¿Estás bien?

Natsu asintió con dificultad. Eriol lo ayudó a salir de la habitación, cuando estuvieron fuera Natsu se apoyó contra la pared y dejó que su cuerpo se deslice hasta asentarse sobre el suelo.

—¿Cómo vas? —Eriol se acercó, preocupado.
A medida que respiraba Natsu podía sentir una mejora, luego de dedicarse a respirar durante unos segundos más se levantó, recuperado.

SIN SEÑALOnde histórias criam vida. Descubra agora