Capitulo No. 32- El Final o El Renacer

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Eachann había cabalgado por unas dos horas por lo menos, no le importaba, la rabia y la impotencia le daban la resistencia que necesitaba, pero también debía estar concentrado, no podía darse el lujo de distraerse, las vidas de su mujer e hijo estaban en juego.

Sean observaba desde lo alto a Eachann, una sonrisa malévola se dibujaba en su rostro, si el creía que era tan tonto como para dejarse encontrar tan fácilmente, estaba muy equivocado... su plan estaba funcionando a la perfección, se aplaudía a sí mismo, la idea de dividir a los rehenes fue una idea estupenda!! Eso evitaría que la bruja usara su poder.

Tomando por el cabello a Moira, la llevo hasta el punto en que observaba a Eachann.

-Mira perra!! A tu querido Eachann!! Míralo por última vez, porque tanto tú como él, morirán.

Moira no derramaría una tan sola lagrima delante de Sean, aunque por dentro ella estuviera hecha un mar de llanto.

Sean era astuto, a cierta distancia, había otro caballo esperándolo, dejo ir el que andaban, y subieron una cuesta rocosa, donde las huellas eran difíciles de seguir.

El plan de Sean estaba clarísimo!! Perdería a Eachann, mientras le daba la oportunidad de huir con ella y el niño!! Lorna, era solamente un daño colateral, pero que le servía para que ella no usara su poder.

Si supiera que ahora ni con ese poder podía contar!!

Eachann mordió el anzuelo de Sean, y fue tras el caballo equivocado, la desesperación se hizo más grande en Moira, quien de nuevo, se veía a lomos de un caballo y con Sean acompañándola.

El tiempo se volvía interminable, y la angustia se acrecentó cuando llegaron a un campamento que por lo menos albergaba unos cincuenta hombres, todos del clan McDonald, todos se acercaron a su Laird... mas que todo por curiosidad al ver con quien había llegado.

Ya estaban en la frontera de las tierras MacKenzie, lo que significaba que por esta vez, Sean había ganado.

La bajó del caballo y fue entregada a dos de sus hombres, para que fuera amarrada a un cepo, afuera de las tiendas, a la vista de todos los que ahí acampaban.

El ingresó a una de las tiendas, para luego salir con el semblante serio y adusto, pero la sonrisa volvió a su rostro para darle las noticias que tanto temía.

-Perdonad mi trato mi Lady, pero he de estar vigilándola a cada momento... y en cuanto a los demás... no os preocupéis, tanto la pelinegra como mi hijo están aquí, pero como no son de cuidado como tú, ellos pueden estar en las tiendas.

Ohh por los dioses!! No habían podido rescatar a Lorna ni al bebé!! Esa noticia le cayó como un balde de agua fría.

-Déjalos ir Sean!! Me tienes, conmigo puedes cobrar tu venganza, pero a ellos déjalos libres!!

-No tendrás que pedirlo dos veces bruja!! Claro que ejecutaré mi venganza... pero todo debe estar como lo deseo para ello!!

No pudiendo esperar más y presa del miedo, solo reaccionó de la peor manera posible... tenía a Sean tan cerca que un certero cabezazo dio con éxito en su nariz, la sangre comenzó a manar de ella

Pero su pequeña victoria no duró mucho, pues un fuerte golpe en su mejilla y luego en la otra, hizo que su cabeza explotara.

-Maldita bruja!! Por más que hagas méritos para que te mate, aún no lo haré pero te juro que cuando el momento llegue, he de disfrutarlo por completo.

Vagamente Moira le respondió escupiendo su cara.

Sean la tomo cruelmente del cabello... y dirigiendo a la fuerza su mirada a una de las tiendas, llamó a uno de sus hombres.

Amor en las aguas MacKenzie
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