Capitulo No.9 - La Busqueda

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Moira se sentía débil, solo recordaba a medias ver a Eachann sacando la flecha que tenia incrustada, por un poco mas y hubiera dado en un blanco mortal.
Cada vez comprendía mas a la humanidad, eran seres capaces de entregar tanto amor y lealtad que la llegaban a impresionar, y no era porque era su esposo, pero él era su mejor ejemplo, daría la vida por su gente, por su hermana y hasta por ella misma… el dolor que su rostro reflejaba no podía ser una mentira, él era noble, un enorme y hermoso highlander con un corazón tan grande como él.
Pero también estaba la otra cara de la moneda… en los pocos días que tenia de estar entre ellos, también había conocido seres viles, sin corazón ni sentido del honor… aun no sabia si había acabado con Sean MacDonald, pero el miserable se merecía una a una las cosas que le había hecho… y no se arrepentía de ellas.
Pero por los momentos debía recuperarse, Sheena la necesitaba, lo que ella tenia no era nada comparado con lo vivido por Sheena, sentía en su corazón un profundo pesar y tristeza por su situación, ni siquiera sabia si había podido llegar a la cueva donde habían dejado sus monturas, ojala que si.
Caelen debía llevar un averno en su corazón… ella no había convivido mucho con el pero no necesitaba hacerlo para saber que estaba profundamente enamorado de ella, y no podía imaginarse siquiera la carga tan pesada que llevaba en sus hombros en estos instantes.
Aun en su inconciencia podía sentir una mano callosa sosteniendo la suya, sabia a quien pertenecía, de una forma u otra, estaban creando una conexión entre ambos.
- Muchacha… por favor despierta, abre tus lindos ojos verdes, necesito ahogarme en ellos – susurraba Eachann mientras contemplaba a su esposa en ese inmundo catre en el que estaba, ella era una reina, de hermosura sin igual, debería estar rodeada de lujo y comodidades, vestida con las mejores y mas finas ropas, y no aquí… en medio del desastre, rodeados de cadáveres de los hombres de MacDonald y para colmo a punto de morir.
- Eachann… estoy bien! Susurro Moira, no temas.
- Temer muchacha?... he muerto por ti.
- Te pido por favor que no lo hagas, te quiero conmigo.
- De veras muchacha? A pesar de que en apenas unos días que llevas de casada conmigo casi te matan?
Una sonrisa curvo los hermosos labios de Moira,
- Si Eachann… a pesar de ello no desearía estar casada con otro hombre.
- Ni yo lo permitiría… desde que te vi… te quise solo para mí.
El leve sonrojo en el rostro que se estaba volviendo tan querido de su esposa, le dio la pauta de que estaba mejorando, se le olvidaba que ella era muy diferente a ellos, lo que fácilmente podía matarlos a la raza de su mujer solo era una simple herida, sanaban con gran rapidez, pero aun sabiendo esto, no le gustaba para nada que ella fuera lastimada… mataría a mano desnuda a quien lo hiciera, aunque ella se defendía muy bien, el hijo de puta MacDonald que había disparado la flecha tenia una diana sobre su cabeza, y el día que se lo encontrara dispararía y daría en el centro de ella, juraba internamente que lo mataría.
En este debate interno se encontraba cuando clavó sus ojos en los de ella… ohhh el inmenso alivio que sentía al mirarlos… se sentía como si por fin hubiera llegado al lugar en que le correspondía estar, como esta diminuta criatura le hacia sentir tantas cosas, cosas que ni en sus sueños mas locos siquiera imagino.
- Déjame revisar la herida muchacha
- Caelen… voltéate, lo dijo en un tono tan feroz que la hizo reír abiertamente.
El sonido de campanillas que su señora emitía al reír le toco el pecho, es así como el la quería a ella, siendo feliz y sonriendo por y para el.
Caelen prefirió salir de la pobre imitación de tienda, esperaba con mucha fuerza que Moira estuviera bien, aunque jamás en la vida había visto cosa igual, la herida que ella tenia era profunda y horrendamente grande, cualquier guerrero sino hubiera muerto, hubiera tenido una recuperación muy lenta y dolorosa, pero la de ella se había cerrado en un abrir y cerrar de ojos, el mismo lo vio con sus propios ojos, tenia demasiadas preguntas que hacerle a su amigo, pero debían esperar, lo importante era que su señora estuviera bien y encontrar a Sheena.
- No deberías tratar así a Caelen… él esta realmente preocupado.
Haciendo un mohín contestó
- Lo sé… pero voy a examinarte, y el no puede verte como yo
- Ah si?... y como puedes verme tú?
- Eh… pues… no puede verte semi desnuda como lo haré yo cuando te revise, ese es un placer reservado solo para mi muchacha.
- Ohh! Entiendo… entonces… solo quieres ver la evolución de mi herida?
- Así es muchacha.
Se puso de pie para que ella levantara un poco la camisa que le habían quitado al soldado para colarse al campamento, la visión de ella recostada aunque sea en ese catre era fuera de este mundo, aun estaba pálida, pero ya su color regresaba de a poco, pero no estaba preparado para lo que ella tenia planeado.
Ella no solamente levanto la camisa, sino que en un rápido movimiento se la ha sacado por completo, dejando a un aturdido Eachann con la mirada fija en el torso desnudo de su esposa.

Amor en las aguas MacKenzie
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