Capítulo 4

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Era la 01:02 y seguían pegadas a sus móviles.

Lisa miraba su pantalla de móvil con una sonrisa en el rostro, como si le acabaran de decir que le ha tocado la lotería.

Lisa Manoban era una chica de pocos amigos, tenía a Rosé, que es su mejor amiga, y a Jimin, que era como su hermano. Eran un trío de lo más gracioso y siempre iban en pack. Rosé y Lisa compartían habitacion en su hermandad, mientras que Jimin iba a otra distinta.

Lisa, a pesar de tener un grupo reducido de amigos, era una persona muy sociable. No le importaba conocer gente, ni salir de fiesta. Lo único que la diferenciaba del resto era lo reservada que podía llegar a ser. Aparte de eso, era una chica muy guapa. Pero muchísimo. Tenía unos enormes ojos marrones, su pelo era rubio platino y tenia una sonrisa que podía hacer temblar a cualquiera.

Siempre vestía con ropa muy peculiar, lo que la hacía tener un estilo muy marcado. Al contrario de Jennie, sí, también solía tener a gente detrás de ella, sobretodo chicas, pero Lisa no hacía nada con ninguna. Solo había estado con una persona y era su ex novia Mina, con la que estuvo dos años en la adolescencia.

Nunca creyó en el amor a primera vista, hasta que vio a Jennie sentada en aquel arbol, leyendo su libro favorito con esa carita de no haber roto un plato en su vida. Lisa automaticamente cayó enamorada platónicamente de ella y decidió averiguar quien era.

Le preguntó a Jimin y él, con cara de sorpresa, le explicó quién era Jennie Kim. También le dijo el estatus que tenía y las pocas posibilidades que había con ella. Pero a Lisa le dio igual, quería conocerla, o al menos intentarlo.

Le rogó a Jimin que consiguiera su número y él lo hizo, pero a cambio de que le comparara el almuerzo lo que queda de curso. Y Lisa no se negó.

–¿Todavía sigues despierta? -dijo Rosé, la amiga de Lisa, mientras entraba por la puerta de la habitación y se acomodaba en su cama.

–Sí -respondió Lisa secamente, sin apartar los ojos del móvil y con una sonrisa en su rostro.

–¿Con quién hablas?

Hubo silencio y Lisa seguía embobada en su móvil, lo cual hizo sospechar a Rosé.

– ¿No seguirás con lo mismo de Jennie?

–Shhhhhhh espera -volvió a decir Lisa haciendo que Rosé rodara los ojos.

–Vas a acabar mal Lisa, lo digo por tu bien. Esa chica lo único que hace es jugar con la gente y luego dejarla tirada.

Lisa ignoró las palabras de Rosé y habló.

–Me ha pedido una foto.

–¿Qué? -Rosé la miró.

Lisa comenzaba a estar nerviosa, Rosé lo notó cuando la rubia se incorporó en la cama poniendose de rodillas dejando el móvil boca abajo, mirando a su compañera con cara de "SOS".

–Que soy tonta, que me he puesto a hacerme la guay hasta que me ha pedido una foto y le he dicho que sí. Pero en verdad no quiero. Y ahora no puedo decirle que no porque pensará que soy idiota -Lisa hablaba muy rápido por culpa del nerviosismo.

–Eso te pasa por bocazas -sentenció Rosé.

–Ya ya vale, pero qué hago, ¿se la mando? ¿y si se ríe de mi?

–Pues te aguantas.

–¡Rosé! En serio, ayudame. -Lisa la miró con ojos de cachorro.

–Joder. A ver, enseñame la conversación.

Rosé leyó la conversación entera, hubo partes que incluso las releyó dos veces. Tenía el ceño fruncido, que cambiaba a cara de sorpresa. Lisa la miraba atentamente mientras mordía su uña.

–Va va salte ya que estoy en linea y se va a pensar que la estoy ignorando.

–Es lo que estas haciendo Lisa.

–¡Pero por motivos importantes!

Rosé rodó los ojos y bloqueó el movil.

–A ver... Parece interesada. Pero yo creo que es solo curiosidad de que una desconocida le esté hablando tanto.

–¿Se la mando?

–El campus es grande y su hermandad esta al otro lado de la nuestra. Dudo que te reconozca si os veis. Hazlo.

–Vale. ¡Vale! Voy a hacerlo. Voy a hacerlo, sí.

Rosé volvió a rodar los ojos viendo la exaltación de la rubia. Se recostó en su cama, se puso los cascos y comenzó a mirar su móvil.

Lisa estaba en pijama, no se iba a hacer una foto en ese momento, así que buscó fotos antiguas de su instagram. Encontró una y le dió a enviar.

Lisa:

Jennie mientras, desde la otra punta del campus, se había atragantado con el vaso de agua que había en su mesilla

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Jennie mientras, desde la otra punta del campus, se había atragantado con el vaso de agua que había en su mesilla.

Conocerte | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora