¡Oh, Qué noche!

Epilogo

Un año después

- ¿Todo está listo?- preguntó Caroline, mirando a Holly, la nueva cajera que había contratado unas semanas después de abrir la tienda.

La panadería había estado abierta durante seis meses después de casi tanto tiempo en las etapas de desarrollo y construcción. Había sido estresante y agotador, pero ella lo había superado y las cosas estaban prosperando en Nueva York. Era lo más feliz que Caroline había sido en meses.

Extrañaba a Elena, Damon y Stefan, pero entre las llamadas telefónicas, las llamadas de Skype y algunas visitas, todos hicieron que las cosas funcionaran. Por una decisión que había agonizado durante meses, Caroline sabía que había tomado la decisión correcta Jack era feliz aquí y nada le importaba más a Caroline.

Cuando Holly asintió, Caroline se limpió las manos en su delantal antes de ponérselo sobre la cabeza.

- Genial. Elena y Damon ya están en mi casa. Klaus traerá a Jack en cualquier momento. Tengo que regresar. Todo está listo. Deberías venir una vez que cierres. Habrá un montón de comida y Jack te ama. Solo cumple uno una vez- ella sonrió antes de recoger su bolso y el pastel de cumpleaños que había hecho para su hijo y salir por la puerta.

No tardó mucho en regresar al edificio de piedra rojiza que ella y Bonnie compartían. Balanceando el pastel en una mano, abrió la puerta antes de dirigirse al departamento.

- ¿Alguien me puede ayudar?- gritó sabiendo que tenía que haber alguien que se quedara por ahí mientras luchaba por mantener el pastel equilibrado.

- Lo tengo- Caroline sonrió cuando escuchó la voz familiar, feliz de ver a Elijah parado allí una vez que le quitó el pastel de las manos.

- Sabía que Katherine vendría, pero no me di cuenta de que estabas acompañando-
dijo, envolviendo su brazo alrededor de sus hombros y picoteando su mejilla.

- Pensé que era mejor no perder el primer cumpleaños de mi sobrino. Todos los demás están en la sala de estar con Jack- le dijo, dejando el pastel de cumpleaños en el mostrador de la cocina.

- Estoy segura de que le encanta la atención- se rió, dejando el resto de las bolsas - Puedes regresar. Solo necesito preparar algunas cosas aquí y luego entraré.

Ella lo observó alejarse antes de quitarse la chaqueta y colgarla en uno de los ganchos de su entrada. Ella caminó sobre la isla de la cocina y abrió uno de los cajones, sacando un paquete de velas para colocar en el pastel. Sabía que probablemente tendría que ayudar al niño a expulsarlos, pero quería la experiencia completa, especialmente para su primer cumpleaños.

- El pastel se ve maravilloso, Caroline. Aunque no esperaba nada menos- dijo Klaus cuando Caroline se dio vuelta para verlo de pie sobre la encimera, mirando a los dinosaurios fondant sentados encima del pastel de cumpleaños de su hijo.

- Gracias. Estoy segura de que lo destruirá en el momento en que se dé cuenta de que hay chocolate adentro, pero al menos las fotos serán lindas- se rió, sacando las velas del paquete que había sacado del cajón- ¿Cuánto tiempo tiene que llegaste aquí?- preguntó mientras él la ayudaba a levantar el protector de plástico de la parte superior del pastel para que pudiera plantar las velas en el glaseado.

- No mucho. Elena me dejó entrar.

- Sinceramente espero que ella sea agradable- dijo Caroline, imaginando cuán pasiva agresiva podría haber sido su mejor amiga cuando apareció en la puerta.

- Mucho más amable que Bonnie cuando aparecí por primera vez aquí el año pasado- le dijo, tomando algunas de las pequeñas velas de su paquete y ayudándola a colocarlas en un círculo sobre el pastel.

- Bueno, en defensa de Bonnie, te lo merecías- señaló, antes de sonreír- Elena no ha estado aquí todo el año. No ha visto lo bueno que eres con Jack y cuánto intentas. Solo ha tenido un año para estar enojada contigo y seguirte odiando. Se desvanecerá con el tiempo. Ahora que ella puede ver cuán funcionales somos todos en la paternidad conjunta.

La miró por un momento antes de dejar las velas y centrar toda su atención en ella.

- Caroline, no deseo simplemente ser padre contigo.

Ella sacudió la cabeza y se alejó para buscar fósforos en uno de los armarios.

- No Klaus, hemos hablado de esto. Cuando regresaste, te dije que estuvieras aquí por Jack...

- Y te lo dije, estuve aquí para los dos. No me importa cuánto tiempo tome. Si no estás listo o aún no confías en mí, esperaré. Te lo demostraré todos los días.

Sacó un encendedor y caminó hacia el pastel.

- No trabajamos bien juntos. Lo probamos la última vez.

- No, cometí un error la última vez. Y si ese error nos impide estar juntos, eso es una cosa pero no es porque no trabajamos. Trabajamos. Podríamos ser una familia, una verdadera, no solo tres personas que están unidas, una que se ama, una que lo intenta.

- Klaus, yo...- las palabras murieron en sus labios cuando Klaus presionó su boca contra la de ella.

Sus manos agarraron los lados de su rostro, acercándola, pero no manteniéndola allí. Podía alejarse en cualquier momento que quisiera. Él se inclinó más cerca, sus caderas descansando contra el mostrador de la cocina mientras sus manos se deslizaban por su espalda, envolviéndola.

Cuando finalmente se apartaron, Klaus apoyó su frente contra la de ella.

- Arriésgate, Caroline.

Sus manos ahuecaron sus mejillas, sus pulgares rozaron el hueso mientras lo miraba.

- No le diremos a nadie hasta mañana. Ahora ayudamos a nuestro hijo a apagar las velas- le dijo mientras una sonrisa se dibujaba en sus labios.

- Creo que puedo aceptar esos términos- dijo, rozando sus labios sobre los de ella una vez que se movieron, antes de dejarla ir.

CarithoMorals.

Aclaración este fanfic no me pertenece, yo solo traduzco para los amantes del Klaroline.

Pregunta. ¿Que les pareció el final?