¡Oh, Qué noche!

Capitulo 9

Rescatado

Puedo escucharlo, el motor a lo lejos
En el centro de la tormenta
Y estoy pensando que preferiría
no ser rescatado

-¿Estás seguro de que la transmisión en vivo está configurada correctamente? Porque todavía no puedo ver nada- preguntó Caroline, fijando el teléfono entre su hombro y un lado de la cabeza mientras revolvía otro lote de glaseado de crema de mantequilla para retocar el pastel.

Puso la gota más pequeña de colorante rojo en la mezcla, convirtiendo el conjunto en un tono pálido de color rosa. Rebekah había optado por un pastel blanco tradicional. El pastel cuadrado de seis niveles se movió sutilmente de rojo a blanco a medida que subía para igualar su combinación de colores. Era demasiado pesado para ser construido y movido, por lo que Caroline estaba atrapada en la cocina de la Sociedad Histórica de Washington DC, dando los últimos toques a la tarta mientras se llevaba a cabo la boda.

-Estoy seguro, Caroline- Stefan le aseguró. -No se puede ver nada todavía porque no lo hemos encendido, pero los vi preparándolo y luego lo revisé yo mismo. No te perderás nada.

-Bien, porque si no veo a mi mejor amiga casarse porque Rebekah insistió en una capa adicional de pastel que ni siquiera necesitarás, no voy a ser una mujer feliz- comenzó  a cucharear cuidadosamente la mezcla de color rosa claro en una manga pastelera para que pudiera terminar los floretes en la capa intermedia de la torta.

-¿Estás seguro de que esto no es demasiado, Care? Un montón de estrés no es bueno en el primer trimestre de un embarazo. No quiero que esto sea demasiado para ti, puedo conseguir a alguien más para que lo haga. ¿Alguien que te ayuda si lo necesitas?- Stefan ofreció, enderezando su corbatín mientras se miraba en el espejo.

-De acuerdo, doctor Salvatore. La última vez que revisé usted era un interno de pediatría, no un obstetra / ginecólogo- puso los ojos en blanco mientras comenzaba a entubar.

-Repasamos todo en la escuela de medicina-

-Lo que sea y no, absolutamente no quiero que envíes a nadie. Soy perfectamente capaz de hacer un pastel, es lo que hago para ganarme la vida, y si crees que voy a confiar en cualquier otra persona con la torta de la boda de mi mejor amigo, estás absolutamente loco. Este es mi trabajo y voy a enojarme si alguien más lo hace. Este pastel de bodas va a ser la parte más memorable de tu boda- dijo con determinación, sacando la lengua de la esquina de su boca mientras colocaba perfectamente cada toque de glaseado.

-Creo que preferiría que la boda fuera la parte más memorable de la boda- dijo Stefan riendo.

-Bueno, lástima. Este va a ser el mejor pastel que alguien haya hecho. Ahora tengo que seguir con el trabajo y debes casarte. Te amo y estoy seguro de que te ves perfecto, pero asegúrate de que tu corbata este recto. Trae un pañuelo extra para darle a Rebekah cuando empiece a llorar. Es un pequeño gesto, pero lo recordará por el resto de su vida .

-Yo también te amo. Guarda un baile para mí, ¿de acuerdo?-

-Bueno- colgó el teléfono y se lo volvió a poner en el bolsillo antes de regresar al pastel.

Por mucho que ella quisiera estar allí, sabía que las cosas probablemente eran mejores de esta manera. Todavía no había descubierto cómo lidiar con Klaus y sus hormonas estaban por todos lados. Ella comenzó a llorar en el momento en que se despertó al darse cuenta de que Stefan se iba a casar hoy.

Tan emocionada como estaba por él y por Rebekah, la idea de lidiar con Klaus la estaba arruinando. Su plan era simple. Ella entregaba el pastel, luego se sentaba a su mesa y lo evitaba. Podía divertirse en la boda sin tratar con Klaus y eso era exactamente lo que planeaba hacer.

-¿Interrumpo?- Liz preguntó, mientras entraba a la cocina, asomando la cabeza por la esquina.

Caroline sonrió, agradecida por la distracción -Mamá, ¿qué estás haciendo aquí? ¿No deberías estar en la boda?-

-Lo estarás viendo en la pantalla, pensé que yo también podría, y luego no tienes que estar solo- ofreció Liz, acercando una silla a donde Caroline estaba trabajando -Cómo te sientes?

-No tienes que hacer eso, pero aprecio la compañía- dijo con una pequeña sonrisa mientras terminaba la tercera capa y pasaba a la cuarta. -Estoy bien. Un poco cansado, pero el doctor dijo que eso es normal. Afortunadamente, no estoy sintiendo toda la fuerza de mis náuseas matinales esta mañana, así que puedo hacerlo sin vomitar cada cinco minutos.

-Sabes que cuando estaba embarazada de ti, tuve terribles náuseas matutinas, lo único que me ayudó fue tumbarme de espaldas y chupar rodajas de limón- dijo Liz mirando a la pequeña rubia.

Caroline hizo una mueca -Eso es prometedor. Ojalá no tenga que recurrir a eso- Ella negó con la cabeza, preparándose para meter la próxima bolsa de glaseado. -Hasta ahora estoy acostado y las galletas parecen estar ayudando, pero solo he sabido que estaba embarazada durante dos semanas, así que tendremos que ver si mejora o empeora desde aquí. Por lo menos tengo una panadería a mi disposición cuando los antojos se disparan. Aunque ahora mismo creo que podría usar el bar .

Liz suspiró, inclinándose hacia su hija. -Sé que fui un poco rudo contigo por teléfono la semana pasada, pero sí quiero decir lo que dije. Estoy aquí para ti. Sé que no va a ser fácil hacerlo por tu cuenta. Ser mamá es muy difícil, pero lo superarás, igual que yo- ella le besó la parte superior de la cabeza antes de retroceder para que Caroline volviera a trabajar. Terminó el cuarto nivel del pastel antes de que comenzara la boda en la pantalla.

CarithoMorals

Aclaración este fanfic no me pertenece, yo solo traduzco para amantes del Klaroline