—Denise, ¿te sientes bien? —solo boqueo, no soy capaz de pronunciar palabra alguna.

—He estado recibiendo unos anónimos. Unos suelen ser grotescos en realidad, y otros que se superan. En serio —paso saliva con dificultad —. Y por lo que me estás diciendo, no cabe duda de que se trate de ella. De eso estoy segura.

— ¿Dónde los recibes? —me pregunta con una preocupación que parece ser sincera —. ¿A una hora en particular?

—Siempre los recibo aquí en el malecón, no tengo la menor idea de quien sea quien los envía. Ya que siempre los veo cuando voy a recoger el dinero que recaudo.

—No es por defenderla, pero no puede ser Dominique —me temía que dijera eso —. Ya vimos que puede llegar a ser una perra si se lo propone, pero para hacer esto tendría que estar aquí. Ahora mismo.

—Se encuentra animando en el hotel, ¿no es cierto? —él asiente —. Si no es ella, ¿Quién es? Me siento vigilada a todas horas, no me siento cómoda cuando regreso a casa. A la mano llevo un gas pimienta o mis llaves en caso de que él decida atacar en esos momentos —muerdo mi lengua para ahogar un grito —. Es horrible vivir con miedo. Con ese miedo de morir asesinada.

—Cuando salíamos me dijiste que estabas huyendo de alguien —mi corazón se detiene unos instantes. No. No quiero pensar que César está en Vallarta —. ¿Y si es esa persona?

—Yo espero que no —respondo con un hilo de voz —. No hay forma en que él haya dado conmigo. He sido muy cuidadosa.

—Averigua si es esa persona, que por lo visto es un él para que vayas descartando. Y te aconsejo que hables de esto con alguien más. Como tu vecino —se lleva una mano a la quijada. Por la mueca que está haciendo, no dudo que Gael le haya puesto una putiza de aquellas —. Para que esté al tanto de todo.

—Gracias —le comento con un poco de frialdad —. Ya hemos hablado, ahora debo irme.

— ¿No quieres que te acompañe? —niego con la cabeza —. Tu misma me has dicho que te sientes vigilada, no es bueno que andes sola.

—Dicen que mejor sola que mal acompañada —realmente le agradezco que haya querido aclarar las cosas, pero no es que me vaya a sentir segura estando con él.

—De verdad lo siento —veo sinceridad en sus ojos —. Si pudiera regresar el tiempo, no hubiera actuado de esa manera.

—Eso no lo sabes —inhalo y exhalo antes de seguir hablando —. Y nunca lo sabremos. Pero te agradezco que hayamos aclarado las cosas. Adiós.

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11 de mayo del 2018.

Just stop your crying it's a sign of the times —me encuentro sentada en el marco de la ventana, justo ahora son las dos de la madrugada. Ya debería estar durmiendo, pero no puedo. Siento una sensación dentro de mi pecho que no me deja estar tranquila. Por lo mismo empiezo a cantar mientras voy practicando con mi guitarra, para distraer un poco la mente —. Welcome to the final show. Hope you're wearing your best clothes —cierro los ojos mientras me recargo en la pared sin dejar de tocar —. You can't bribe the door on your way to the sky, you look pretty good down here —elevo un poco el tono de voz —. But you ain't really good[1].

—Y justo cuando creo que no puedes sorprenderme, lo haces —sonrío al escuchar la voz de Gael, quien de seguro acaba de llegar del trabajo —. ¿En serio Denise, Harry Style?

—Me gusta su voz, y tiene unas canciones increíbles —abro los ojos para mirarlo. Lleva puestos unos pantalones de mezclilla algo rasgados, y una camisa gris. Lleva el cabello algo alborotado —. Obviamente soy más del rock y de la música alternativa, pero debo confesar que este chico tiene buenas canciones.

La única excepciónHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin