Tres

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El calor los sacó del campo una hora después.

-Dios, odio agosto.- Joel se apoyó sobre la barandilla de las gradas pero después se alejó con un siseo.- ¡Demonios!

-¿Está caliente?- Christopher levantó la vista de las cosas que estaba guardando dentro de su mochila.

-Sí.

Christopher soltó una risita. Metió su guante y cerró la cremallera antes de mirar hacia arriba.

-Deberías…- Su declaración se secó en su boca.

Joel estaba jalando su playera por encima de su cabeza. Se atoró alrededor de su cuello por un momento, permitiéndole a Christopher tres segundos para mirarlo sin vergüenza, antes de que Joel le diera otro enérgico jalón y la sacara por completo. Christopher bajó la mirada y jugueteó con la cremallera de su mochila.

Con su visión periférica, miró que Joel se limpiaba la cara y el cuello con su playera, y después la extendía sobre la barandilla caliente detrás de él. Cuando volvió a apoyarse sobre ella por segunda vez, suspiró.

-Mucho mejor.

La mirada de Christopher se arrastró hacia arriba.

-Que bien,- dijo, con su boca seca. Se quedó agachado sobre la tierra al lado de su mochila.

-Oye,- Joel bloqueó la luz del sol con su mano sobre sus ojos.- ¿No tienes calor?

Sí dios sí.

-No. Estoy bien.- Se sentó en la grada más baja. Se jaló una pierna hacia el pecho y puso su barbilla sobre la rodilla. Enfocó su mirada en los techos de los edificios que podía ver más allá de la colina, determinado a no mirar a Joel - ¿Esa es la EJMA?

Sintió que Joel se removía a su lado.

-Sí.

-¿Vives y vas a la escuela ahí?

-Sí,- dijo Joel sonando atontado. Después agregó perezosamente:- Los dormitorios están de un lado, los edificios académicos están del otro. El gimnasio y el comedor están en medio.

Christopher reprimió la banalidad sin sentido que quería salir de sus labios. Dudaba que ‘suena lindo’ fuera una opinión apreciada. Mientras luchaba por saber qué decir, Joel se levantó.

-Me estoy muriendo de calor. Vamos a un lugar más fresco.

Christopher se dio la vuelta, manteniendo sus ojos pegados en la cara de Joel.

-¿Adónde?

Joel tomó su playera y saltó la rejilla para sentarse al lado de Christopher; y lo que antes había sido una situación soportable ahora se había convertido en algo que ponía a prueba la resolución de Christopher para no saltarle encima al otro chico. Mientras Joel jugueteaba con su playera, Christopher observó una gota de sudor deslizarse por su pecho, pausar brevemente sobre un pezón y luego rodar hacia abajo sobre el estómago.

Se levantó rápidamente del asiento.

-¿Qué te pasa?- preguntó Joel.

-Nada.- Christopher agarró su mochila y se la puso sobre un hombro.- ¿Te parece bien si vamos al bosque? Allá siempre está fresco.

Miró por encima de su hombro. Joel no se había movido. Se quedó mirando fijamente a Christopher, con su playera aún colgando de sus manos, con una expresión atontada en su cara.

-Seguro,- dijo tranquilamente.- Me parece genial.

Caminar por el bosque después de la práctica se convirtió en un hábito diario. Christopher descubrió que Joel lo hacía a menudo, lo cual explicaba su presencia en el camino aquella mañana.

El Amor y La Violencia [Jochris-virgato]Where stories live. Discover now