5. El juicio

2.7K 221 45
                                    

Mabel

Payton me ha hecho decirlo.
Siento como si me hubiera quitado un peso de encima pero a la vez me aterra.
Porque ahora es más real que cuando solo estaba en mis pensamientos.

Mi madre sale afuera cuando escucha el motor del coche de Payton.
Aunque supongo que no es suyo, porque la última vez que me trajo a casa fue con otro.

¿Es tan rico que tiene dos coche?
Dios.

-Gracias por todo, me siento... me parece que todo esto es muy injusto. Tú haces todo esto por mí, eres tan comprensivo, no me has presionado respecto a lo que somos y...-me obligo a callarme porque mi madre ya está tocando en la ventana de mi puerta. Con una seña le indico que se aparte y salgo del coche.

-Mi niña...-me susurra mientras me abraza y me acaricia el pelo como hacía cuando yo era pequeña.

No solía tener una buena relación con mi madre, pero desde que sucedió lo de Jack y mi padre nos hemos unido un poco más.

Se aparta de mí solo para darle las gracias a Payton.

-Muchísimas gracias. No sé si algún día podremos devolvértelo...

-No es nada, señora...

-Stilson, pero tú puedes llamarme Chris-mi madre dibuja en su cara una sonrisa espléndida que casi deslumbra en la noche-. Vamos, chiquillo, te invitamos a cenar-se ofrece.

Payton ríe ante su atrevimiento.

-Es muy amable, pero tengo que llevarle el coche a mi madre. A lo mejor lo necesita o...-se excusa con educación.

-¡Tonterías! ¿Está tu casa muy lejos de aquí?

-Pues no, la verdad, pero...

-Dile que venga también. Ustedes dos no han cenado aún y con suerte ella tampoco. Ale, ale. Pasa a recogerla que se hace tarde.

Mi madre le insiste un poco más a Payton y al final él acaba cediendo.
Me sonríe y se encoje de hombros como diciendo "tú madre me ha convencido".

-Hasta ahora-se despide. Mi madre y yo entramos en casa.

Justo cuando cierra la puerta tras de sí empieza a corretear por toda la casa como una adolescente excitada al saber que su amado vendrá a casa.

-Ponte guapa y baja inmediatamente a ayudarme con la comida-me ordena.
No me hago de rogar.

Al desvestirme en mi minimalista habitación me doy cuenta de que sigo llevando la sudadera de Payton.
Sin poder evitarlo, la llevo hasta mi nariz y aspiro su fragancia.
Huele como a algún tipo de cítrico mezclado con algo dulce.
Es refrescante y a la vez sutil.

Me encanta su olor.

Al final, me decanto por unos pantalones largos rectos y una blusa azul claro sin mangas por dentro.
Me calzo unos tenis blancos y me recojo el pelo en una trenza que coloco por encima del hombro.
Dejo unos mechones fuera para que me enmarquen el rostro.

Con manos hábiles, aliso la sudadera de Payton, la doblo cuidadosa y la dejo en mi cama.

Cuando bajo, mi madre ya tiene el arroz hecho y el pollo en el horno.

-¡Vamos, vamos! Haz las salchichas, yo pongo la mesa. ¡Deben de estar al llegar!

Hago lo que me pide intentando no manchar mi ropa, el único delantal que tenemos lo lleva puesto ella.
Estamos dejando la última bandeja sobre la mesa cuando suena el timbre.
Mi madre se limpia las manos en el delantal y lo lanza hacia la cocina.
Abre la puerta con una gran sonrisa y los invita a pasar.

-Muchísimas gracias por todo. Yo soy Chris Stilson, la madre de Mabel-se presenta.

-Joanne Moormeier, encantada de conocerle.

-Igualmente. Pasen, hemos preparado pollo con arroz y salchichas.

Se dirige a la mesa del salón mientras yo cierro la puerta.
Payton me mira aguantándose la risa, parece que esto le hace gracia.

Los cuatro nos sentamos en nuestras respectivas sillas.
Mi madre a mi lado con Joanne delante, lo que nos deja a Payton y a mí cara a cara.

Hace tiempo que no somos cuatro en la mesa.

La cena sigue su curso y la conversación entre mi madre y la de Payton fluye sin dificultad. Igual que las copas de vino.
En cambio, su hijo y yo mantenemos las distancias.
Nuestras miradas abrasan, pero todavía así, no intercambiamos demasiadas palabras.

Cuando acabamos el postre nos escabullimos sigilosamente a la planta de arriba.

Al entrar en mi habitación, Payton se tropieza en la parte baja de la pierna con la silla del escritorio.

-Lo siento, mi cuarto es minúsculo-digo y le indico que se siente a mi lado en la cama.

-Escucha esto; he tenido que decirle a mi madre que te he pagado la fianza. Me ha echado un poco la bronca pero...

-¿Qué dices? Yo pensaba que tenías su permiso y ahora por mi culpa...

-No, no, no. No he acabado. Me ha regañado en el coche, pero durante la cena me ha dicho que había hecho lo correcto. "Es encantadora", palabras textuales-solo consigo sonreír.

-Toma.

Le devuelvo su sudadera.
Él solo sonríe para sí y sacude la cabeza mirando cada rincón de la estancia.
¿Qué estará pasando por su cabecita?

-¿Sabes? No suelen gustarme los lugares pequeños, me siento demasiado encerrado y necesito mi espacio. Pero aquí, contigo, en esta habitación me siento bien. Hasta me gustaría que fuera más pequeña, ¿sabes porqué?-niego con la cabeza-. Porque así estaría más cerca de ti-hace una pausa-. Quédate la sudadera, te queda mejor que a mí.

-Gracias-articulo casi en un susurro.

No pasó nada después. Ni después ni después del después.
Pero que no pasara nada quizás hizo que fuera más especial.
Solo dos adolescentes yendo paso a paso. Sin prisa. Despacio. Lento.
Pero caminando hacia algo desconocido.

Mi camisa blanca se arruga cada vez que intento alisarla.
El juicio está a punto de comenzar, pero por alguna extraña razón el señor Docens-Heimer aún no ha aparecido.
Mi madre me aprieta los hombros con sus manos dándome apoyo.

-Los inocentes no son condenados-me susurra en el oído.

Exhalo aire.
Pero yo no soy inocente, mamá.

No he tenido la suficiente valentía para contarle la verdad, seguramente le rompería el corazón.
Me digo que lo hago por su bien.

Nos hacen pasar a todos a la sala, pero la víctima sigue sin aparecer.
En su lugar está su abogado, que se levanta y se coloca delante de los presentes mientras le pide permiso al juez con la mirada para hablar.
Antes de comenzar, carraspea y nos mira a todos parándose más en mí.

-Hola a todos, me acaban de dar una mala noticia. O quizás no tan mala para algunos-noto ese guiño hacia mí-. Lamento mucho decirles que mi cliente, el señor Docens-Heimer, ha muerto esta mañana ahorcado.

Gritos ahogados llenan la estancia.

*Holaa, esperabais este final??

Creéis que ha sido un suicidio o un asesinato?

Si es así, quién pensáis que lo ha hecho?

WE HIT 1K!!
APUNTAD:
JUEVES 26 SEPT. 4:00 PM (HORA ESPAÑA) 3 CAPS NUEVOS

Btw, aquí está mi Instagram!!: @xpayton.fanx
Allí publicaré fragmentos de la historia y quizás algunos avances de caps aún no subidos! 🤗🤗

Si quieres que tu parte favorita de mi historia esté publicada allí, escríbeme y si me parece adecuada la subiré dándote créditos.
(Ej.: Cap (N.°) (Nombre del cap) por petición de (tu usuario))

Besos, tysm 🌷🖤*

No conozco a Payton Moormeier #PAY&MAY [TERMINADA]Where stories live. Discover now