XXV. Venganza

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Muerte
 Viene del latín mors, mortis, con la misma raíz que el verbo latino mori, que nos dio el verbo morir. 

Pov's Helena.

Era sumamente afortunada de tenerlos. La verdad es que la comida no estaba nada mal pero el solo hecho de pensar en que estuvieron rompiéndose la cabeza por esto me hacía muy feliz, la noche cayó y Saga me acompañó hasta mi habitación, ninguno habló, era parte de nuestra relación, los silencios cómodos.

-Helena.

Me giré para observarlo.

-Espero que hayas disfrutado la cena.

-Lo hice, Saga. Bastante.-Sonreí.-Han sido un rayo de luz en medio de mi oscuridad y mi tristeza. Sé que Afrodita se fue de este mundo y por cruel que suene no hay tiempo para llorar, cuando arrebaté la vida de Thanatos e Hypnos lloraré por él como merece.

-No estas pensando en ir tras ellos ¿O sí?

Ella negó de inmediato, no podía delatarse.

-Hay que ser astutos, ya llegará el momento en que esos hijos de perra pagarán.

Saga parecía sorprendido por mi actitud pero debía engañarlo, me dolía faltar a su confianza pero esta vez no los involucraría. Se acercó peligrosamente hacia a mi con una mirada seria, trague duro debido a ese cosquilleo en mi estómago, no podía darme el lujo de volver a involucrarme con algún caballero y a pesar de Shaka estaba saliendo de mi vida poco a poco podía volver en cualquier momento para arruinarla y eso afectaría a terceros.

-Saga no te acerques.

-¿Por qué?

-Porque no.-Murmuré mirando sus ojos que estaban brillando intensamente. Sentí como sus manos aprisionaban mi cintura, me estaba acorralando contra los pilares, lentamente se acercó hasta mi rostro donde cerró los ojos juntando nuestras narices.

-Sé que tus besos matan y que moriré de amor por ti.

-No es posible, no quiero dañarte.

-Tu nunca me dañarías.-Sonrió acariciando mis mejillas.-¿Sabes una cosa? Aunque le adviertan al soldado si esta enamorado en guerra morirá y si para enamorarte debo ganar esta guerra lo haré.

No dije nada resignandome a la cercanía de Géminis, sentí sus labios sobre los míos, apenas era un roce delicado no como la última vez, no correspondí, solo me quedé estática, acaricie su mejilla suspirando.

-Buenas noches, mi dulce señorita Nike.

-Buenas noches, Saga.

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A la mañana siguiente Verónica me había levantado con el prextexto que tenía que hablar con Shaka por órdenes de Athena, lo cual me parecía de mal gusto, no era difícil saber que era un plan armado por esos dos rubios. Entré al templo con mi cetro en mi mano derecha, esperé al santo que custodiaba la casa pero no parecía estar en la entrada así que me adentré en la sala privada.

-¿Querías verme?

-Sí, perdona que no te haya ido a buscar personalmente. No quería interrumpir tu cena con los dorados.

-Estas muy al pendiente.

-Es natural, me preocupas.

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Pov's Omnisciente

Ambos se sentaron en el pequeño love color verdoso que decoraba la sala, desde que Verónica vivía en ese lugar le había dado un aire calido, casi hogareño, Shaka se había convertido en su protector.

¡Victoria! |Saint Seiya|Where stories live. Discover now