¡Victoria! |Saint Seiya|

IV. Estadía

Error
Viene del latín errare, fallar, no dar con el blanco, equivocarse o cometer una falta.

Pov's Helena

Ya habían pasado un par de semanas desde que Dohko nos había pillado en esa vergonzosa situación con cierto rubio. Shaka tuvo que "sobornar" al maestro para que guardara nuestro secreto malinterpretado.

En estos momentos me encuentro en casa de Aries, Mu ha sido demasiado atento conmigo y me ha ayudado a tratar de armar mi extraño rompecabeza. El patriarca me manda seguido con él para fines educativos y no aburrirrme en mi habitación.

-¿Mu de dónde ha salido todo esto?.-Preguntó al ver el taller de armaduras.

-Es a lo que se dedica mi pueblo, señorita.

-Basta de llamarme de usted.

-Lo siento, pero debo mantener una señal de respeto hacia usted por ser huesped de mi señora Athena.

-En ese caso te ordenó que no lo hagas.

Me da una sonrisa de lado ante mi comentario. Me vuelve a dirigir a la sala principal del templo donde esta Kiki jugando. Me siento melancólica ya que me recuerda a mi sobrino, el único niño de la familia, no me he podido comunicar desde que llegue a este lugar.

-¿Mu, tienes teléfono celular?

Él me mira confuso por mis palabras, sin entender de que estoy hablando.

- Un smartphone.- Hago un ademán de teléfono para que capte.- Facebook, Twitter,  Snapchat  .... ¿Tinder?

Al ver que el lemuriano no capta ninguna de mis indicaciones desisto.

-Tengo una idea. Iremos a mi residencia.

-No puede salir del santuario.

-Si puedo, no debo. Es diferente. Además necesito unas cuántas cosas personales que no encontraré aquí. Por favor, Mu. Sé que te puedes transportarnos en cuestión de segundos,  nadie notará nuestra ausencia.-Pongo mi carita de cachorro, él me mira y suelta un suspiro levantado un dedo.

-Será breve.

-¡Sí!

Me toma de la mano, unas luces amarillentas aparecen frente a nosotros y el espacio comienza a deformarse. En cuestión de segundos estamos en mi departamento en el Rodorio, siento la piernas flaquear y náuseas en mi estómago.

-Es normal, su primer viaje entre el espacio tiene como resultado náuseas y mareos.

-Insisto que deberías tutearme. Toma siento, seré breve.

Camino hacia mi habitación sacando mi maleta; empacó un par de prendas personales, ya que no me agradan las griegas que me ofrecen en el Santuario.  Mis libros para continuar mis ensayos y trabajos. Anexo mi computadora y un pequeño módem que uso para las investigaciones de campo. Por último las fotografías de mi familia.

-Helena. ¡Esto no deja de sonar!

Regreso a la sala y veo a Mu con mi teléfono vibrando como loco.

Señora madre.

Abro los ojos como plato, le arrebato el teléfono  a Mu para contestar de inmediato. Me pregunto como llego mi teléfono a este lugar, es de lo más extraño

-¡¿Por qué no me contestas el teléfono, niña?! Llevo una semana tratando de localizarte. ¿Para qué quieres el teléfono si no lo vas a contestar, Helena?