¡Victoria! |Saint Seiya|

VIII. Nike

Nike

La palabra "victoria" nos llega del latín victoria formada de victor (vencedor).

Pov's Omnisciente.

Después de darse un buen baño Helena había escogido su ropa de entrenamiento y era escoltada hasta la casa de los gemelos. Se preguntaba por la extraña actitud de Shaka, no quería pensar en la noche anterior pero algo había cambiado, lo sentía. En el tiempo que llevaban ambos comenzaban a mostrar ciertas confianzas aunque eso no evitaba que salieran discutiendo de vez en cuando.

-Buenos días, señor Saga.

-Buenos días, Helena. Por favor dejemos las formalidades a un lado y comencemos.

El tono brusco del caballero hizo sentirla incómoda, se acercó a él con naturalidad esperando indicaciones. Saga había decidido darle entrenamiento físico, uno bastante pesado para la joven de apenas 20 años. Trataba de soportarlo y cumplir las exigencias de Saga pero su cuerpo chillaba de dolor.

-Eres débil.

-No todos fuimos criados para la guerra.

-Y mediocre.-Saga la levantó del suelo de forma brusca observando los detalles de su rostro cubierto de sudor.- ¿Cómo puede una basura como tú ser protegida por mi señora Athena?

-No entiendo que razones tengas para dirigirte a mi de esa forma.

-Tengo las suficientes como para acabar con tu vida.

Helena abrió los ojos asustada por las bruscas palabras del santo, su corazón temblaba de miedo y su mente se encontraba totalmente confundida.

-Saga yo...

Su voz fue interrumpida por el golpe que recibió por parte de él haciéndola caer a una distancia prudente. Un hilo de sangre corrió por su boca con su mano lo limpio bruscamente en el suelo.

-Eres un parásito en el Santuario. Te paseas como si fueses señora de este lugar, tomas a caballeros a tu disposición, actúas como si fueras nuestra señora Athena.

-Eso es mentira.-Gritó tratando de ponerse de pie.- Yo respeto a Athena, nunca he dado una orden a  ningún santo. Todos aquí han sido buenos conmigo a su manera, se han preocupado por mi inclusive Shaka.

-Hablas del santo de Virgo con cariño. Que detestable, supe que pasaste la noche en su templo.-Dijo con burla.- Puedo suponer que ahora eres la mujer de Shaka pero también Mu pasa mucho tiempo en tu habitación. Lamentable, que una mujer como tú pueda ser digna de nuestra protección.

-Estas confundiendo las cosas. Entre Shaka y yo no pasó nada, no puedo permitir que me difames y mucho menos manches la reputación de Virgo y con respecto a Mu mejor cierra la boca.

-¿Te preocupa el santo dorado de virgo? Es el santo más inútil, siempre se la pasa meditando. No hace más que huir de las batallas 

-No tolero que hables así de él.- Gritó apretando sus puños. Estaba enfurecida por las palabras del peliazul. Algo en su interior ardía de rabia, transitaba por sus venas llenando su ser de centenares de emociones.- Él ha demostrado ser el santo más poderoso de los doce por lo que tengo entendido, inclusive Athena lo reconoce.

-¿Eso crees?.-Rió dando pasos firmes hacia ella.-Veamos en este momento si lo es.

El espacio se distorsionó, ambos se encontraban en el salón de Virgo junto al rubio que estaba en su característica posición.

-¡Shaka!

-¡Explosión de Galaxias!

Una luz deslumbró la habitación y después una explosión creando una onda que destruyó el templo en segundos. El polvo terminó de esparcirse dejando ver a Helena enfrente del santo dorado con las manos levantadas.