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- Buenos días. Me da un helado de fresa y otro de vainilla, por favor - Dijo Jeongin con una enorme sonrisa al señor de la heladería.

Jeongin tuvo que pedir el helado ya que le daba mucha pena a Hyunjin.

Jeongin se quedó con el helado de fresa y le dió a Hyunjin el de vainilla.

Hyunjin y Jeongin se la pasaron toda la mañana riendo y platicando agregando los constantes tartamudeos del mayor. Ellos habían ido a comprar helados y se pudieron conocer un poco más. Esta era la primera salida de amigos de Hyunjin y Jeongin por lo que fue muy especial para ellos dos.

Al final se despidieron, intercambiaron sus números y cada quien se dirigió a su casa.

Mientras Hyunjin iba en camino sus sentimientos estaban más que confundidos...

¿Enserio quiero a Jeongin cómo un amigo? ¿Por qué cada vez que el sonríe mi estómago da vueltas y vueltas?

Hyunjin estaba asustado, tenía miedo empezar a desarrollar sentimientos amorosos hacia el pequeño azabache.

Mientras tanto Jeongin seguía pensando en por qué se siente tan bien con Hyunjin, se están empezando a conocer hace poco y ya siente que lo conoce de toda la vida.

Hwang Hyunjin ¿Qué me estás haciendo?

- Chan hyung llegué - Dijo Jeongin entrando a su casa.

- ¿En dónde estabas? - Preguntó un Bang Chan bastante preocupado.

Jeongin sabía que no era el mejor momento para provocar a su hermano, tenía resaca y terminarían en una discusión.

- Salí a desayunar. Gracias a la fiesta de anoche la casa estaba hecha un asco y no iba a esperar a que el personal limpiara tu desastre - Dijo Jeongin mientras caminaba hacia las escaleras para encerrarse en su habitación.

- ¿Por qué me mientes? - Dijo Chan con una mano en su frente gracias al dolor de cabeza. Jeongin se tensó.

- ¿Crees que te mentiría? - Jeongin sonó ofendido, pero sí, le estaba mintiendo, aunque Jeongin no sentía culpa - Deja de molestar hyung - Sin más que decir Jeongin subió por las escaleras evitando la platica.

Bang Chan se sentía culpable ¿Por qué desconfiar de su hermanito menor?

Mientras tanto Hyunjin entraba a su casa saludando a todo el que se cruze en su camino hasta que visualizó a Sunhi.

- Amor, ¿Cómo te fue? - Dijo Sunhi dejando unos papeles de lado y prestándole toda su atención a Hyunjin.

- Bien - Hyunjin sonrío y se sentó en ese enorme mueble que está en la sala - Todo fue muy agradable - Hyunjin cambió su sonrisa por un semblante triste que Sunhi notó mientras tomaba asiento a lado de Hyunjin.

- ¿Entonces por qué tan triste bebé? - Dijo la mujer mientras acariciaba suavemente la mejilla de Hyunjin.

- Ma', yo... Creo que estoy dudando acerca de mi orientación sexual - Dijo Hyunjin preocupado, tenía miedo a como reaccionaría Sunhi, es decir, ella siempre le había enseñado a respetar a todos pero estaba muy nervioso.

Sunhi sonrió. Se lo había imaginado, Hyunjin nunca hablaba de ninguna chica que le interesara. Ella había ido varias veces a los recitales del colegio por Hyunjin y había montones de hermosas chicas por lo que se impresionó que su niño no hablara de nadie, incluso llegó a pensar que Hyunjin no le tenía la suficiente confianza, pero no era así. Un día cuando Hyunjin tenía nueve años llegó a casa diciendo: "¡Sunhi, Sunhi, un lindo chico se me acercó y me dijo que era muy bonito y que le gustaba mi lunar bajo el ojo!". Sunhi notó el leve sonrojo de Hyunjin y ella pensaba que su pequeño hablaba de Felix ya que ellos y Jennie se conocen desde los cuatro años, pero cuando Hyunjin le describió al chico como si fuera lo más especial del mundo ella pudo darse cuenta de que tal vez a su niño no le interesaban las chicas.

Pero cuando Hyunjin entró a la secundaria y se dió cuenta que las personas podían ser crueles y empezaban a clasificar a todos por medio de estereotipos, Sunhi pudo confirmar que su bebé realmenten no se sentía atraído por ninguna chica ya que Hyunjin llegó llorando ese día a casa diciendo que un Chico le hacía sentir cosas extrañas cuando cruzaban palabras o el reía, Hyunjin pensó que estaba enfermando gravemente pero Sunhi logró tranquilizarlo diciéndole que es porque está creciendo.

Hyunjin siempre fue muy tímido y le costaba socializar, salía vestido como él se sintiera cómodo y por eso muchas críticas llegaban hacía él volviéndolo muy inseguro. Sunhi sabía que su niño era realmente hermoso pero Hyunjin tenía que ser como el quisiera, no cambiar para ser aceptado.

Hace unos días cuando Hyunjin entró a la preparatoria Sunhi moría de preocupación, en esa estapa era donde las personas solían ser más superficiales y crueles, además era un lugar de "alta clase", así que Sunhi se imaginaba que clase de personas se podía encontrar ahí. Los chicos y chicas podían ir vestidos como quisieran y le seguía preocupando lo que le podrían decir a su Hyunjin, aunque a él no pareciera importarle las críticas, pero sabe que lo lastiman.

- Cariño - Dijo Sunhi abrazando a Hyunjin mientras este se acostaba en las piernas de la dama - Sabes que no tiene nada de malo, lo hemos platicado varias veces. Si no estas seguro puedes esperar y conocer a esa persona mejor, ahí sabrás que es lo que realmente sientes por él - Hyunjin soltó unas lagrimas y sollozó.

- No creo que el quiera fijarse en alguien como yo... - Dijo Hyunjin mientras Sunhi volteaba su cara y limpiaba sus lágrimas.

El télefono de la casa sonó haciendo que Sunhi le dijiera a Hyunjin un "ya vuelvo".

- Residencia Hwang - Dijo Sunhi mientras escuchaba a alguien hablar desde la otra línea - ¡Oh señora Hwang! - Hyunjin volteó interesado - Sí, permítame - Sunhi hizo señas a Hyunjin explícandole que sus padres querían hablar con él, por lo que el pelinegro se acercó rápidamente.

- Madre - Dijo Hyunjin en el télefono - Hola.

- Hola hijo, ahora estoy un poco ocupada, pero quería recordarte que hoy llega un paquete a la casa y quiero que lo metas en mi habitación.

- Sí...

- Hijo - Habló el señor Hwang ahora - Recuerda portarte bien... ¿Te gustó el regalo que te envié?

- No tengo perforaciones.

- Bueno te doy el permiso para que te las hagas - Dijo el padre de Hyunjin mientras Sunhi sentía su alma salir de su cuerpo - Tu madre y yo tenemos que entrar a una junta ahora mismo, nos vemos - Colgó.

- Adios... - Dijo Hyunjin mirando triste el télefono.

Ni un te quiero, te amo, cuídate, alimentante, cómo estás, nada...

Sunhi sabía que los padres de Hyunjin no le daban la suficiente atención o el suficiente cariño, Hyunjin estaba creciendo, era un adolescente que necesitaba a sus padres, pero a causa de que estos estan básicamente nunca presentes ya que sí llegan un día a la casa ignoran a su hijo por estar trabajando desde ahí, si se quedan unos días salen a trabajar llegando muy tarde y yéndose temprano y la mayoría de las veces viajaban fuera del país por muchas semanas... Sunhi deseaba con todo el corazón darle ese amor que tanto le hacía falta a Hyunjin, aunque ella creyera que no es la persona indicada, pero no se imaginaba que Hyunjin la amaba más que nadie.

- Sunhi, volvamos al mueble - Dijo Hyunjin con los ojos cristalizados gracias a las ganas de llorar.

Los dos estaban en el mueble platicando de diferentes cosas, como por ejemplo de que Sunhi empezó siendo la Nana de Hyunjin, después la mejor amiga de este hasta que Jennie le quitó ese título y después algo así como una figura materna.

- Te quiero mamá... - Dijo Hyunjin antes de quedarse dormido en las piernas de Sunhi.

- Yo igual te quiero bebé... - Dijo la mujer mientras acariciaba los cabellos de Hyunjin.

🌸Del Odio al Amor hay un solo paso/Hyunin🌸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora