Capítulo 84

9.8K 1.5K 1.1K
                                    

"Una explosión sin precedentes ocurrió en la ciudad e Seúl hace poco más de setenta y dos horas. Los bomberos lograron controlar la situación y junto a la ayuda de muchos civiles y otras fuerzas gubernamentales, lograron contener los daños y la situación. Hasta el momento se han registrado heridos casi un millar de personas. Se desconoce la causa exacta que provocó una explosión de tal magnitud pero las autoridades continuan al pendiente. Estas son duras y tristes fechas donde toda nuestra nación se une al luto..."

— Ma, por favor, apaga ese televisor no quiero escuchar las noticias. — Con una molestia y preocupación que no había mermado en los últimos tres días, Jungkook se separó de lo único que lo mantenía cuerdo, el cuerpo de su esposo.

Jimin no tuvo la fuerza para decirle nada. Desde el momento que ocurrió la explosión supo que algo grave le estaba pasando a su hijo, incluso antes, no dejaba de sentir su pecho oprimido y aquello solamente fue una confirmación. Sin embargo ninguno de ellos pudo predecir la desgracia que había ocurrido, vieron llegar a un Eidon desconocido con el cuerpo de su Ato ensangrentado en sus manos.

No lloraba, no hablaba o hacía gesto alguno. No había dormido desde entonces, lo único que hacía era velar por el bienestar de su esposo aunque cada parte de su ser estaba ansiando cobrarse lo que le habían hecho. Su terrestre tenía que despertar y, cuando eso ocurriera, el universo iba a temblar. Eso era un hecho pero, primero estaba Kim Taehyung, después, todo lo demás.

Todos estaban a su lado velando por ellos pero Eidon, no quería a nadie cerca de ellos, no quería a nadie en la habitación de su esposo, ni siquiera su propio mafa. Apenas cuatro horas antes, le había permitido por primera vez a todos mirar a Taehyung, pensó que quizás oír voces de personas que lo estimaban podía ser bueno para él. Mismo así, no se separaba de su lado, permanecía al pendiente y algo desconfiado.

— No quiero oír el daño que causé porque en estos momentos nada puede interesarme menos. ¿Tienen vigilado a Namjoon? No puede escaparse, yo aún no he terminado con él. — Hablaba sin mirarlo, controlando los signos vitales de su alma gemela.

Había pasado por una fuerte y peligrosa operación que él llevó a cabo. No era el más indicado pero no había un hospital terrestre que pudiera ejercer con éxito esa cirugía, no había un ser en Tellus en el que él pudiera poner a su Atojeon en las manos. Por eso, en una situación de emergencia, siguiendo procedimientos que no utilizaba desde su entrenamiento, operó a su esposo, sacando de su interior el cuerpecito de lo que hubiese sido su hijo. Cuando finalizó aquel procedimiento, lloró con él durante largos minutos con Esir en sus manos, aferrándose a él y a su esposo.

— No creo que en el estado en el que lo dejaste Namjoon pueda moverse a ningún lado. No hay nada que yo pueda hacer en este momento y tú tampoco, solamente nos queda esperar. Debes ser fuerte por los dos, bebé. — Jimin acarició su cabello lentamente. — Toma una ducha, descansa, yo me quedaré con Tae.

— ¡No! — Exclamó asustando al mayor. — L-Lo siento, no quise hablarte así p-pero no me pienso mover de su lado. Me necesita, si vuelven sus pesadillas necesito estar presente para alejarlas, míralo, no deja de llorar pese a estar inconsciente. — Volvió abrazarlo con suaves lágrimas corriendo por sus mejillas. No sabía qué más hacer por su familia, necesitaba volver a ver sus ojos a pesar de no tener la fuerza para enfrentarlo, no pudo hacer nada como esposo o padre. — ¿Ya regresó Hoseok?

— Sí, está recuperando las fuerzas. — Suspiró buscando las mejores palabras para hablarle a su hijo sin que respondiera hecho una furia. — Kook, si él vuelve a salir de este planeta podría morir. Entiendo que te haya querido ayudar y que estés desesperado pero podría ser peor el remedio que la enfermedad. Nosotros somos simples humanos y si bien estamos unidos a seres de otro mundo, adquirido ciertas mejoras gracias a sus poderes, seguimos siendo esto, terrestres bastante comunes. Él ahora se encuentra mal desde que regresó de Luna Dorada.

Amor LunarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora