El primer amor del Capitán América (Steve Rogers) [Libro I]

Capítulo 7

–Si –es lo único que me dice, sé que cree que no le voy a apoyar.

–Bien –me mira sorprendido –confío en ti Steve, y cuentas con todo mi apoyo –le sonrío –pero necesito que me prometas que estarás bien en el frente

–Aún no me han cogido Eliza, pero sí, te prometo que si me cogen estaré bien.

–No me puedo creer que lo estés animando Elizabeth –dice un James muy enfadado al haber escuchado nuestra conversación –he hecho todo lo posible para que no piense en eso y llegas tu y en pocos minutos lo animas a seguir –se cruza de brazos queriendo afirmar con su postura las palabras que ha dicho anteriormente.

–Está en todo su derecho James y nosotros no podemos hacer nada para evitarlo, ¿me preocupa lo que le pueda pasar en el frente? claro que sí, es mi novio del que estamos hablando, pero por ese mismo motivo tendrá todo mi apoyo –cuando veo que me va a contestar continuo –chicos he de irme, mi descanso ya ha durado demasiado –me acerco a Bucky y le doy un abrazo –cuídate en el frente –después de separarme del me acerco a Stevie dándole un abrazo más fuerte y cercano –te quiero mucho Stevie, prométeme que me seguirás escribiendo.

–No hay nada en este mundo que me lo impida –dice en mi oído correspondiendo el abrazo.

Antes de que irme le doy a Stevie un beso como nunca le he dado, que no solo demuestre mi amor por él, sino algo más: pasión.

–Adiós chicos –comento alejándome de un aturdido James y un muy ruborizado Steve.

A medida que me voy alejando noto como ellos han vuelto a hablar del reclutamiento y como el doctor los observa fijamente.

Después de haber atendido al primer candidato después del descanso, entra en el cubículo el doctor Erskine.

–Elizabeth, ¿podríamos hablar un momento? –me pregunta en un tono serio el doctor

–Sí, por supuesto, ¿he hecho algo mal? –pregunto con nerviosismo.

–No, nada de eso, venía a preguntarte sobre el chiquitín rubio que estaba contigo, he escuchado algo muy interesante por su parte...

–Espera –dijo el hombre que previamente había contado parte de la historia –yo sé el punto de vista de Steve.

–Sí, pero esta parte es la que todo el mundo conoce –dijo la adulta que comenzó con la historia.

–No todo –sonrió el que había interrumpido.

–Bien, entonces... adelante.

Steve

–Espere aquí por favor –me dice una enfermera antes de salir del cubículo donde estoy.

Aprovecho que me han dejado solo para inspeccionar el lugar y veo que detrás de mi hay un cartel donde especifican que es ilegal mentir en los datos personales del expediente ¿me habrán descubierto? comienzo a ponerme nervioso pensando en que tal vez es la razón por la cual esa enfermera ha salido de la habitación, así que sin perder más tiempo busco mis zapatos para ponérmelos y salir lo antes posible.

Claro que no todo me sale como esperaba, porque antes de ponerme el primer zapato que encuentro entra un médico de aspecto mayor seguido de una chica que lleva años robándome el aliento.

A pesar de que las facciones del doctor son serias, veo como en las de mi chica (que bien suena eso) hay una pequeña sonrisa que amenaza con salir, por lo que inmediatamente me relajo.

–No se irá sin hacer antes el chequeo ¿no? tome asiento por favor –lo primero que detecto es que no es de por aquí. –soy el doctor Abraham Erskine, y la joven muchacha que me acompaña es la enfermera Carson, aunque creo que eso ya lo sabía – mi novia muestra una sonrisa que controla al instante para aparentar seriedad –representamos a la Reserva Científica Estratégica.

–Steve Rogers –le digo mientras le sigo el apretón de manos –¿de dónde viene usted? –pregunto al notar su acento

–De Queens, pero antes de Alemania, ¿supone algún problema?

–No en absoluto

–¿Y usted de dónde es? porque aquí tengo cinco informes de cinco ciudades distintas –voy a responderle cuando dice –y antes de que me interrumpa, no me interesan los exámenes médicos, pero quiero que responda a mi pregunta ¿quiere ir a Alemania a matar nazis?

–No quiero matar a nadie, no aguanto a los matones, sean de donde sean –veo como el doctor asiente con la cabeza.

–Señor Rogers, una oportunidad es todo lo que le podemos ofrecer –comenta el doctor mientras mira a Eliza que ha permanecido callada en toda la conversación.

–Juro que no se arrepentirá señor Erskine –digo con total seguridad.

–Estupendo, eso es todo lo que necesitaba oír –dice antes de colocar un "apto" en mi formulario –encantado de conocerle Steve Rogers de Brooklyn –dice y no puedo evitar mirar a Eliza –bueno me retiro, señorita Carson, como nuestra labor ha terminado puede irse con el señor Rogers –dice antes de salir del cubículo.

–¿Y ya está? –preguntó el adolescente. –era evidente que es un "no apto", y sin embargo por decirle dos frases encantadoras lo dejó entrar ¿y si le hubiese pasado algo en el ejército?

–En esa época la palabra era muy importante, y es algo que en esta familia os hemos intentado enseñar, además, ya conocéis esta parte, se supone que os contaríamos la parte del romance entre Steve y Eliza, no os voy a contar algo que estoy segura que ya habrás estudiado.

–Ahora viene lo interesante de la historia, así que te sugiero que prestes atención... –dijo antes de comenzar a narrar.