Capítulo 17

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Steve y su equipo, a los que denominan "El comando de los aulladores", han estado viajando por Europa acabando con las bases de HYDRA, a veces he podido contactar con él a través de la radio, pero no hemos podido tener una conversación personal desde que partió.

Peggy y yo, aparte del coronel, somos las únicas que tienen acceso a toda la información que se ha recopilado sobre HYDRA, y nos encargamos de catalogar que se puede compartir con el resto del equipo y que no.

Como no nos hemos movido de Londres, el ejército ha rentado un apartamento, cerca de la base,  donde estoy viviendo. Peggy me ofreció la casa de sus abuelos, que es donde está viviendo ella, pero por nuestra propia seguridad, es mejor que no estemos juntas fuera de la base.

Desde que Steve se fue no he podido dormir más de cuatro horas seguidas, no sé si es a causa de lo que me inyectaron durante mi cautiverio o a que estoy preocupada por Steve, pero al darme cuenta de que no podía dormir, me dediqué a pasar mas tiempo en la base, hasta que al final solo pasaba a mi apartamento por ropa limpia.

Últimamente, y debido a mi particular horario, estoy sola casi todo el tiempo, Peggy respeta su horario laboral y se va a casa, ha intentado quedarse conmigo pero sé que se ha quedado agotada y que necesita irse para descansar; y como siempre que estoy en la base estoy en la zona restringida no puedo pasar tiempo con nadie. 

Annabelle, ha querido entrar para estar conmigo y hacerme compañía, incluso ha intentado quedarse por la noche, pero no dejan que el personal "no esencial" haga horas extras, así que al final tiene que irse a casa.

Así que cuando me doy cuenta, los días se han convertido en semanas, y las semanas en meses, hasta que un día el comando aullador regresó, pero con un miembro menos.



La noticia de que James Barnes había fallecido se esparció por toda la base. El comando aullador había regresado hace horas y estaban reunidos con el coronel. Cuando salieron fui a acercarme a Steve, pero negó con la cabeza y se fue.

James era nuestro mejor amigo, el hermano "no de sangre" de Steve. Donde estuviese James estaba Steve y viceversa, y ahora ya no había nada de eso, James se había ido.

Nos enteramos por el coronel que se le haría un homenaje a James en unas horas, por lo que fui a mi casa y me preparé para la ceremonia.

Al llegar me puse con Peggy y Annabelle, que nada más enterarse de lo ocurrido había llegado. Todos los miembros del comando le dedicaron unas palabras, pero el más que se extendió fue Steve, pues él lo conocía desde pequeño y estoy segura que no sabía que anécdota era la mejor para contar que reflejase el buen amigo que fue James.

Cuando la ceremonia terminó todos a excepción de Steve se fueron retirando, Peggy se fue con el coronel para preparar el interrogatorio de Zola, el científico al que habían capturado; Annabelle fue la única que esperaba a lo lejos en lo que hablaba con Steve.

–Steve –me puse detrás de él –lo siento muchísimo, sé que es duro pero...

–No Eliza, no sigas, porque no tienes ni idea de por lo que estoy pasando ahora mismo –dijo Steve cabizbajo 

–Steve, perdí a mis padres, mi familia, por eso sé como has de sentirte ahora mismo.

–No es lo mismo, tu no estabas en esa misión Eliza, no tienes idea de lo que pasó –se dio la vuelta mirándome por primera vez –no quiero seguir hablando, será mejor que vuelvas a tu apartamento

–¿Y tú que vas a hacer? –intenté ponerle una mano sobre el hombro, pero se apartó.

–Habían documentos, lista de personas que están trabajando para HYDRA, las revisaremos y los encerraremos a todos, todos deben pagar –se estaba enfadando por momentos –ahora mismo no soy buena compañía, será mejor que te vayas a descansar, mañana será un día largo –dijo antes de irse y dejarme sola.

El primer amor del Capitán América (Steve Rogers) [Libro I]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora