15

160 27 30
                                    

—¿Hablas en serio, Brendon? —Habló el castaño frente a él. Se notaba que estaba dolido, aunque intentaba ocultarlo.

—Sí, Ry. Creo que lo mejor sería tomar nuestros lados; tú concentrarte en la música que a ti te gusta y yo en la que a mí me gusta. —Suspiró. Le dolía hacer eso, volver a perder una de las mejores amistades que pudo haber tenido en su vida.

—¿Estás molesto o algo por el estilo? —Ryan explotó, finalmente. Brendon volteó a verlo por primera vez desde que estaban ahí. Ryan se notaba furioso.— Te enteraste que Z Berg quedó embarazada y comenzaste a alejarte. Te enteraste que ella y yo iremos de gira y ya no quieres hablarme. Esto es muy estúpido, Urie. ¿Qué hice yo cuando te casaste con Sarah? Por más que me dolió, yo no me alejé de ti. Dallon llegó a la banda y hacías con él lo mismo que hacías conmigo. ¿Me alejé de ti? ¿Dejé de hablarte? Lo hice. Pero, ¿sabes por qué? ¡Porque tú lo quisiste de esa manera! Yo nunca quise alejarme de ti. Pero tú y tus caprichos siempre serán así, siempre querrás lo que más te conviene. No te importa ls felicidad de nadie, solo la tuya. —Adolorido, Ross se dio media vuelta, dispuesto a irse del lugar, pero sintió un fuerte agarre en su brazo, a lo que volteó. Era Brendon.

Antes de poder hablar, fue silenciado. Brendon lo estaba besando.

Ryan por más furioso que estaba, no podía negarse. A pesar de todo, amaba a aquel chico. Dejó su furia de lado, y correspondió el beso.

Algo que fue estúpido de su parte; estaban en un lugar público.




















—Veo que te fue bien. —Habló Sarah en cuanto entró Brendon. Él la volteó a ver, se encontraba furiosa. Incluso se había puesto roja del enojo. Brendon tragó saliva.

—Sí, me fue bien. —Sonrió un poco, de una manera muy feliz. Segundos después, borró su sonrisa.— ¿Pasa algo?

¿Pasa algo? —Dijo Sarah imitando la voz de Brendon, pero enojada.— ¡Te besaste con él! —Gritó acercándose a él, Brendon al mismo tiempo se alejó.

—Y–yo n–no sé de qué hablas. —Tartamudeó un poco, después agarrando la confianza para hablar bien.

—¡Claro que no! ¡Nunca sabes de qué hablo! Brendon, desde que se volvieron a hablar te estás alejando de mí, la pasas más con él y le hablas más. —Con cada palabra su voz iba disminuyendo. Estaba dolida, y no hacía nada para esconderlo.— Me estás dejando de lado por él. He visto cómo lo miras... De la misma manera en que me veías a mí cuando nos conocimos. —Y con eso, explotó. Comenzó a llorar, muchísimo.

Brendon entró en pánico. Sí, había visto a Sarah llorar, pero nunca así. Las lágrimas salían tanto y tantas, que parecía que si no paraba de llorar, iba a inundar la casa.

Brendon sin saber qué hacer aún, solo la envolvió en sus brazos, acariciando su cabello e intentando calmarla.

Brendon se sentía jodidamente mal, él mismo sentía que lloraría, odiaba ver a la gente llorar y más si era por su culpa.

Estuvieron así alrededor de unos quince minutos, hasta que Sarah finalmente se calmó. Seguían abrazados, en silencio.

Nadie decía nada, pero era para lo mejor. Brendon sentía que si decía algo iba a hacer que su esposa vuelva a llorar, y no quería eso.

Pasaron alrededor de cinco minutos, cuando finalmente decidió hablar.

—Te amo. —Murmuró en su oído.

Sarah solo lo volteó a ver, sonrió un poco y se separó de él.

Se limpió el rostro, sin dedicarle la mirada.

Nuevamente, lo miró. Forzó una sonrisa, Brendon abrió la boca para hablar, pero ella solo negó la cabeza, haciendo que este cerrara su boca nuevamente.

Ella soltó un suspiro, dándose media vuelta y caminando hacia su habitación en total silencio.

—Te amo. —Repitió en un murmuro, ahora solo diciéndolo para él mismo.

One More Time [Ryden]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora