Capítulo 8. Concluye el pacto

838 42 5
                                    

Se encontraban caminando hacia la salida por los pasillos de la guarida secreta de Akatsuki. Después de aclarar las cosas con Itachi, habían decidido ir a buscar al resto de Hebi que debía estar enfrentándose a Kisame.

Sakura guiaba a Sasuke, que la seguía con una mirada vacía sin mirar a su hermano ni dirigirle la palabra, actuaba como si no estuviera allí. Aun no sabía muy bien cómo reaccionar ante él, de modo que había decidido no reaccionar en absoluto, por el momento.

Además, aun estaba conmocionado. Así que, por una vez en su vida, dejó de intentar tomar el control de la situación y delegó todo en manos de la pelirrosa, hasta que consiguiera asimilar la realidad del todo.

Cuando llegaron al exterior la escena les sorprendió enormemente. Parte del edificio estaba derrumbado y el suelo estaba roto en algunos sitios, había cascotes y charcos de agua por todas partes. Buscaron con la mirada a Hebi y divisaron a Juugo en una esquina junto a un montón de piedras.

Al acercarse, pasaron junto al cuerpo sin vida de Kisame. De modo que lo han eliminado, pensó alegremente la pelirrosa. Itachi no dijo una palabra, sólo dedicó una insustancial mirada al que había sido su compañero.

Cuando llegaron junto a Hebi, vieron que Karin estaba agachada junto a Suigetsu, que no parecía estar en su mejor momento. La pelirroja se levantó rápidamente dirigiéndose a Sakura sin mirar a los demás.

- Rápido, está muy mal. Iba a mandar a Juugo a buscarte cuando percibí que veníais. He hecho lo que he podido pero…– le dijo con voz angustiada apremiándola para llegar junto al ninja herido – No nos dejó intervenir en la lucha, es un cabezota.

La pelirrosa se agachó para examinar a Suigetsu, que ciertamente estaba bastante mal. Y Karin se arrodilló al otro lado del ninja de la niebla mirándolo preocupada.

Juugo por su parte, sí se había dado cuenta de la presencia del mayor de los Uchiha que se mantenía un poco apartado. Lo miró amenazadoramente colocándose en posición defensiva.

- ¿Qué hace aquí? pensaba que habíamos venido a matarle – preguntó confundido.

- Hmp – Sasuke pareció decidir que ya era hora de salir de su letargo – es una larga historia, ahora está con nosotros.

- Sí que debe de ser larga entonces – murmuró sorprendido Juugo relajando un poco su postura.

Sakura había conseguido que Suigetsu recuperase la consciencia inyectándole chakra curativo. Pero estaba muy herido y necesitaba regenerar muchos de sus tejidos.

La pelirrosa descubrió, que una especie de veneno corría por sus venas impidiendo la regeneración acuosa que era normal en el ninja. Mierda. Eso complicaba las cosas. Esperaba que alguno de los antídotos que había elaborado sirvieran.

Cuando habían estado preparándose para el enfrentamiento, la pelirrosa había compuesto varios antídotos y algunos de ellos especiales, más potentes, utilizando la sangre de cada miembro del grupo, podría decirse que eran antídotos personalizados. De esta manera, mezclándola con algunos ingredientes más y algo de chakra, era mucho más efectivo al tratarse de algo que no era del todo ajeno al organismo.

- Ne, debo de estar en el cielo, tengo dos mujeres hermosas preocupadas por mí – dijo el herido con voz gastada mirando a Sakura y Karin.

Sasuke arqueó una ceja, ¿Suigetsu acababa de llamar hermosa a Karin? Debía estar delirando.

- ¡Oe Sasuke! – Tosió- no te pongas celoso – le dijo malinterpretando su expresión – tú también eres hermoso – terminó riendo con dificultad.

EL PACTO ( SASUSAKU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora