Capítulo 7. Terrible verdad, amargas lágrimas

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Esa mañana Sasuke se despertó con el peor dolor de cabeza que había tenido en años.

Para empezar cuando aun dormía apaciblemente la pelirrosa irrumpió en su habitación acompañada por el resto de Hebi y sin ninguna delicadeza, había abierto las cortinas, haciendo que la luz del sol diera de pleno en la cara del pobre Uchiha. Provocando que este soltara un gruñido y se tapara los ojos con el brazo.

- Tenemos que ponernos en marcha Sasuke-kun – le dijo Karin con una voz que al pelinegro se le clavó en los tímpanos, acentuando su creciente dolor de cabeza.

Tenía la boca seca y pastosa y a su jaqueca empezaba a sumársele una horrible sensación en el estomago.

Se incorporó en la cama y se sujetó la cabeza con una mano para frenar el inminente mareo que sintió, abrió los ojos con dolor por la luz e intentó enfocar a los presentes que lo miraban con una sonrisa burlona en sus rostros.

- Hmp – pronunció más como un gruñido fulminando con la mirada a todos.

- Mira quien vuelve a sus monosílabos – comentó la pelirrosa riendo.

- ¡Oe Sasuke! Parece que te ha pasado por encima una manada de elefantes – el rostro del Uchiha amagó una expresión de dolor cerrando los ojos al oír el grito de Suigetsu.

- Sakura, haz algo, tu eres médico – ordenó el pelinegro con la voz ronca.

La pelirrosa se acercó fingiendo un aire profesional, se sentó a su lado y comenzó a mover la mano con un dedo extendido de lado a lado para que el Uchiha siguiera sus movimientos con la vista mientras le tomaba el pulso con la otra.

- Bien, creo que ya se lo que te pasa – dijo con un tono que pretendía ser serio pero que se arruinaba al escapársele alguna risa amortiguada.

- Pues cúrame – volvió a ordenar el Uchiha que no estaba de humor para bromas.

- Uhmm, eso va a ser más complicado, hay un remedio infalible que consiste en…la próxima vez no bebas – el pelinegro bufó- por ahora come algo, date una ducha para despejarte y tomate esto, te aliviara un poco el dolor de cabeza – dijo dejándole unas pastillas en la mesilla – date prisa y no te vuelvas a dormir – le ordenó autoritariamente.

Así aprendería a no emborracharse como un inconsciente y empezar a decir insensateces. Por su parte, la pelirrosa había decidido actuar como si no hubiera pasado nada ya que no tenía muy claro de qué se acordaba Sasuke exactamente.

Después de esto todos salieron de la habitación dejando solo al pelinegro y se fueron a preparar sus cosas para marcharse.

Sasuke se levantó con esfuerzo y comenzó a prepararse maldiciendo el sake con toda su alma. Deberían poner un aviso en las botellas de que a la mañana siguiente deseas morir pensaba el pelinegro, tragándose las pastillas que le había dejado Sakura y encaminándose a la ducha.

Sonrió levemente al recordar los sucesos de la noche, había partes un poco confusas pero en su cabeza resonaban claramente las palabras que la pelirrosa le dedicó antes de marcharse.

Ella había hecho como si nada hubiera ocurrido. Tal vez fuera lo mejor, él debía concentrarse en su venganza, su final estaba tan cerca que podía tocarlo con los dedos. Después de eso, si sobrevivía, quizá…

Cuando todos estuvieron listos se reunieron en la habitación del Uchiha, el cual ya estaba más presentable, para ponerse al día de la situación y decidir como continuarían.

- La guarida de Akatsuki está a un día de camino desde aquí- informó la pelirrosa.

- Hmp, recorreremos esa distancia hoy y acamparemos cerca. – sentenció Sasuke con la mirada seria seguramente pensando en lo cerca que se encontraba su odiado hermano.

EL PACTO ( SASUSAKU)Kde žijí příběhy. Začni objevovat