Un beso muy dulce

1.4K 76 0
                                    

Desperté temprano y me sentía llena de energía. Asi que sentí la necesidad de hacer algo capaz de cansarme, como podeís imaginar salí a correr. De antes lo hacía más a menudo. Correr no me resultaba demasiado divertido pero me hacía sentir bien.

No sé cuanto estuve corriendo, perdí por completo la noción del tiempo buscando sentirme fatigada. No pensaba solo corría en parte porque  necesitaba olvidar un poco el mundo y por otra parte porque hacía tanto frío que me hacía correr más, intentando entrar en calor. 

Llegué a casa a la hora de comer pero antes me duché. Estaba en uno de esos momentos de decir ''Me doy asco''. Lucy había se había ido, sus padres la obligaron a pasar las navidades en familia pero los míos estaban perdidos por algún hotel de lujo sin preocuparse de su hija. Menos mal que podía pasar las vacaciones de navidad en Almería con Gabriel y Andrea porque Sean estaba castigado. Mi plan en principio consistía en irnos un fin de semana entero a algún sitio y poder estar el máximo de tiempo con él. Menudo cambio de planes...

Una vez acabé de comer y preparé la maleta para coger por la noche un tren salí de mi piso y me presenté en casa de Sean. Sus padres se sorprendieron un poco al verme pero dejaron salir a Sean un rato conmiigo.

Estaba cabizbajo como si lo sintiera pero yo no quería que estuviera así quería disfrutar estando con él.

-Ya me ha dicho mi hermano que anoche hablasteís.

-Sí, ya me contó , lo siento

- La culpa es mia Mel, puede que ahora estudie menos pero no entienden que lo que quiero es estar contigo, que me da igual si tengo que estudiar una cosa u otra. Solo quiero que estés tú.

-Bueno dejemos eso, vamos a pasarlo un poco bien.

Fuimos a una cafetería a comer chocolate con churros en aquél invernal día.

-Entonces, ¿te tienes que poner a estudiar estás vacaciones?

-Sí... Quieren que me ponga al día.  Pero no quiero dejarte sola

-Me voy a ir a Almería a pasar las vacaciones. Creo que es lo mejor.

-¿A Almería? ¿Tan lejos?

-Sí tengounos cuantos amigos que hace bastante que no veo y así no tienes que preocuparte por mi.

-No sé Mel...

-Estás castigado, Lucy se ha ido, ¿qué hago aquí sola?

-Puedo escaparme algún día.

-Si piensan que soy una mala influencia y te escapas ya no me abren ni la puerta de tu casa.

-Tienes  suerte de no tener que vivir con tu familia.

-No digas eso

-Es verdad, la navidad es la peor época. Los padres no hacen nada más que controlar todo y estresarte. Uno y otro día diciendote que lo más importante son los estudios que esto será tu pan de mañana y todo eso... Estoy harto, por no hablar de esta época. Todos te llaman en plan feliz navidad y no se acuerdan el resto del año de ti. 

-Creo que preferiría eso a tener unos padres que te visitan tres veces al año y se creen que por comprarte con regalos y dinero está todo bien.

-Perdón Mel, tampoco pensé que te iba a molestar tanto.

-Es que no sabes la suerte que tienes.

Lo siguiente que hizo fue besarme y menos mal porque en aquella conversación me estaba resultando casi como un completo extraño. 

-Tengo una idea, vamos a patinar.

Ambos fuimos a patinar y fue muy gracioso. Jamás hubiera podido imaginar lo patoso que era Sean sobre el hielo. Me perdí contando todas las veces que se había caído, menos mal que antes de que se cayera le acababa soltando porque si no ahora mismo estaría al borde de congelarme.

Luego fuimos a su casa, me despedí con un nos vemos y un beso muy dulce. Me iba a costar no verle en todas las vacaciones, pero bueno, era lo mejor para él, en teoría.

Cuando llegué a casa me pegué un susto de muerte había alguien sentado en el sofá. Iba a empezar a chillar cuando oí:

-No grites, soy yo

-Raúl,¿ cómo cojones has entrado?

-Lucy me dejó sus llaves por si se las dejaba en casa. Te vi ayer mirándonos.

-Ah, ya, es que iba a entrar pero os vi y pensé que mejor dejar las compras para otro día.

-¿Te jode verme con ella?

-Me resulta indiferente solo espero que la cuides.

El rió de una forma maliciosa, ya estaba con sus jueguecitos de siempre, lo detestaba

Nunca seré tu princesaWhere stories live. Discover now