Marauder style (Wolfstar)

{2}

Estoy "bien"~

Sirius corría lo más deprisa que podía hacia la sala común de Griffindor. Tenía que ir a hablar con Remus acerca de lo que había sucedido en el gran comedor.

Entró a la sala común, pero no estaba allí, asique subió hacia las habitaciones. Escuchó un leve sollozo proveniente del dormitorio que compartía con los demás merodeadores. La puerta estaba entreabierta, y allí fue cuando pudo ver a Remus. Estaba en su cama, hecho una bola, mientras lloraba entre sus piernas.

Sirius tenía dos opciones, o volver al gran comedor con James y Peter, o intentar lidiar con su compañero que parecía destrozado. Optó por la segunda.

Entró sigilosamente y anduvo de puntillas hasta donde estaba su amigo. Se sentó al lado, donde pudo notar el sobresalto del contrario al darse cuenta de la presencia del pelinegro.

-¿Sirius?

-Moony, ¿Qué te ha pasado? No es propio de ti comportarte así- colocó su mano encima del hombro de Remus

-Es que- se tensa al sentir el contacto del contrario- ya sabes, queda poco para la luna llena y sabéis que me puedo poner un poco...

-¿Bipolar?- dijo con tono divertido

-Puede...

-¿Estás seguro de que es por eso?-Preguntó acortando las distancias con él.

-S-si...

Ambos se miraban muy fijamente a los ojos y estaban muy cerca. El corazón de Remus latía desenfrenadamente mientras su mirada pasaba de los ojos ajenos a la boca. Y entonces...

-¡Hey!- a la habitación entraban James, seguido de Peter y Frank.

Ambos se separaron muy rápidamente sin levantar sospechas por parte de los dos merodeadores restantes, pero la mirada de Frank parecía una cómplice.

-¿Os hemos interrumpido algo?- preguntó James

-Oh no, estaba intentando animar a moony por una cosa, nada raro.

Remus asintió lentamente.

-Hey ¿Qué tal si vamos un rato a Hogmeade?

-¿Ya te quieres emborrachar en primer día de clase?- preguntó divertido Sirius- pues me apunto, ¿vienes Rem?

-Yo mejor me quedo aquí leyendo...

-No te preocupes, volveremos enseguida- contesto Frank.

James, Peter y Frank salieron del dormitorio. Sirius volteó a mirar a Remus desde la puerta, y le dijo muy suavemente:

-Si necesitas algo, estoy para lo que quieras y no dudes en llamarme- y salió despacio de la habitación.

Remus miró por última vez la puerta cerrada por donde se había ido y sonrió.

(387 palabras)