LOBA INDOMABLE.✔

Un medallón.

Capítulo 4

Narra Diana:

Voy saliendo de lo que fue mi hogar durante casi 20 años. Voy caminando despacio sin prisa, no sé que puede ser de mí.

Sí, es cierto, solo soy una humana, pero... puedo vivir en el bosque como toda una amazona, peleando contra vampiros y lobos rogues.
Luchando cada día por vivir o, andar durante 5 semanas y dirigirme a la ciudad.
Aunque sea humana, sé que la ciudad no es mi lugar. Nací aquí, entre tantos árboles y tanta paz que no quiero dejar este lugar, pues hay algo que me mantiene aquí aferrada.
No estaría mal mantenerse en terreno neutro y cazar como me enseño Arturo, traigo conmigo aquella estaca de plata que me regaló para mi 14 cumpleaños.

Voy caminando tranquila, sin prisa, la noche ya ha caído, me gustaría encontrar algún lugar donde poder refugiarme.

Voy observando mi alrededor, encontrando un hermoso árbol. Mi idea es intentar subir a él, pasando ahí la noche hasta que mañana temprano pueda encontrar algo mejor o quizás, hasta construirlo,  ¿por qué no?

Es un árbol grande con un tronco ancho, intento escalar pero termino cayendo al suelo, vuelvo a intentarlo y más de lo mismo.

Después de intentarlo unas 15 veces ya me rindo, aunque ahora que me pongo a pensar tengo una cuerda bastante larga quizás, eso me pueda ayudar.

Termino pasando la cuerda por una rama ancha que sobresale. Poco a poco voy subiendo; me duelen los brazos de levantar mi peso pero termino en lo alto del árbol.

Una vez acomodada, comienzo a recordar todo mi pasado. Hay recuerdos felices, pero también dolorosos y muy tristes. Mis ojos ya van pesando, el sueño me está ganando.

Me encuentro en el bosque, al pie del tronco de un árbol que tiene flores blancas con toques rosadas.
Escucho pasos, o mejor dicho pisadas fuertes. Miro a mi alrededor pero no veo nada hasta que, el crujir de una rama llama mi atención; corriendo fijo mi vista al lugar dónde  escuché aquel ruido.
Con mi estaca en mano, lo qué  veo me deja atónita; es un lobo muy grande blanco con unos ojos amarillos que hipnotizan, se va acercando a mi poco a poco. Me coloco en posición de defensa, de pronto ese lobo se convierte en un destello brillante de luz, entonces comienza a volar a mi alrededor, se posa de frente a mí, mientras se va formando una silueta de una mujer.

Es preciosa, tiene los ojos celeste, el pelo blanco y largo hasta la cintura, suelto, que se mueve por el viento que extrañamente no hay .Lleva un vestido largo blanco con toques celeste al costado, le llega hasta los tobillos con dos rajas grandes que le llegan hasta los muslos; dejando al descubierto sus piernas, con una piel pálida, la que le acompaña en todo su cuerpo. Tiene una mirada que me inspira confianza .

- ¿Quién es usted? -le pregunto mientras ella me regala una sonrisa-.

-Soy la Diosa de los licántropos me llamo Máni, mejor conocida como la Diosa Luna.

-Encantada yo soy Diana, pero no entiendo por qué está aquí, si yo no soy loba. -la observo y ella va acercándose hasta que acaricia mi mejilla, levantando mi cara para observarla- .

-Dentro de 9 días  quiero que estés en éste  lago. - De repente nos encontramos en un lago precioso, el cual está rodeado por frondosos árboles llenos de frutos, otros con flores hermosas. Hay un camino de rosales de muchos colores desde rojos a azules, e incluso rosas negras, vamos andando por el camino de rosas - debes de llegar aquí -dice señalando todo a mi alrededor- verás aquella cueva, quiero que entres, va a ser difícil pero te doy una pista, debes de mirar bien. Ya es hora de irme.

Se convierte en aquel destello del principio y ya estaba a punto de marchar.

-¡ESPERA!- el destello se convierte en aquella hermosa mujer- no me has dicho como llegar-.

-Debes seguir tu instinto, debes de estar allí antes de que caiga la noche, de aquí a 9 dias, dentro de la cueva, y cuidado, vas a encontrar obstáculos en el camino.

-Pero... no tengo ni idea. -me mira con un semblante serio-.

-Solo confía en tí.

Veo como Máni se convierte en aquella loba blanca tan imponente, acercándose, me deja un medallón, convirtiéndose en destello desaparece.

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De golpe me despierto,  me doy cuenta que sigo en éste árbol que por alguna razón ha floreado.

-Vaya sueño tan extraño, ¿qué debo hacer?- reclamo al viento - Serán tonterías.

Estaba amaneciendo, serían sobre las 6 de la mañana o quizás 6 y media. Cuando bajo del árbol, algo brillante llama mi atención,  al acercarme me encuentro con el medallón que me dio la Diosa Luna en mi sueño, me recorrió un escalofrío por todo mi cuerpo.

-¿Deberé seguir mi instinto?- me arrodillo  mientras recojo el medallón del suelo, al tenerlo en mis manos lo miro detenidamente.
Es redondo, en relieve hay unas ramas con espinas redondeando todo el medallón,  hay un lobo sentado debajo de un árbol mientras lo observa. En el lado derecho hay una luna llena por lo que parece, el material no sé cuál puede ser, quizá sea acero, ni idea.