Capítulo 1

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La vida de Taehyung nunca había sido fácil, eso estaba claro. A sus diez años le dieron una de las peores noticias que jamás había recibido: su madre había muerto. Después de tantos años de sufrimiento, de idas y venidas al hospital, de altibajos en el ambiente familiar... Su madre podía decirse que al fin estaba tranquila y en paz. O al menos así lo quería ver Taehyung.

Como he dicho, su vida nunca había sido fácil. Después de la pérdida de su madre, el señor Kim, cambió totalmente. Taehyung no lo culpaba, él también había cambiado. Había dejado de ser el niño alegre y cariñoso a convertirse en alguien triste y distante. Él ya no podía contar con la presencia de su madre, con su confidente, con la mujer de su vida, y todos los que se encontraban a su alrededor se habían dado cuenta de eso.

Cuando se encontraba en primaria, sus profesores hablaban con su padre, pero éste no podía hacerse cargo de los problemas de su hijo en cuanto al rendimiento escolar. Los profesores estaban preocupados, su padre no hacía nada y un niño de diez años no podía hacer nada.

Sin darse cuenta, Taehyung con el paso del tiempo también había perdido a su padre. Para los dieciséis ya se dio cuenta de que se encontraba solo. Pero entonces, Seokjin, su hermano, volvió a casa. Y entonces, sólo entonces, tuvo un poco de esperanza. Y donde veía el mundo de color negro, comenzó a ver pequeños ápices de color.

Su hermano era el único que se preocupaba por Taehyung. Su padre había entrado en una continua monotonía donde se dedicaba a no hacer nada. De hecho, Taehyung no podía ni ir a sus clases con normalidad debido a que tenía que hacer turnos extras en los trabajos que se encontraba, sino moriría de hambre. Ya que su padre practicaba el arte de no hacer nada.

Pero entonces, Seokjin volvió de la universidad, volvió a Daegu. Volvió a donde había sufrido por muchos años, pero no podía seguir sabiendo lo mal que se encontraba su familia. Así que decidió por todos ellos mudarse. Pensó que empezar de cero en otra ciudad sería lo que haría que su familia volviera a ser como era antes, o al menos intentar ser una familia de nuevo.

El destino que eligió fue Seúl. En sus años de universidad, se había enamorado de la ciudad. Era curioso que durante toda su vida viviendo en Daegu, nunca habían ido hacia la gran ciudad. Así que vivir allí significaría un gran cambio de aires.

Él nunca dejó el apartamento donde estuvo durante cuatro largos años estudiando, por lo que la vivienda no iba a ser ningún problema.

Faltaban horas para que la monótona vida de Taehyung cambiara un poquito. Aún ordenando y recogiendo cosas de su cuarto, se encontraba emocionado. Por primera vez en muchos años. Sentía que algo bueno iba a pasar y estaba agradecido que Jin, como él le llamaba, hubiera tomado esta decisión por ellos. Ya que si por ellos fuera, aún seguirían viviendo en este mundo sin color.

—En unas horas salimos, ¿aún no lo tienes todo? —El señor Kim se encontraba apoyado en el marco de la puerta de lo que fue el cuarto de Taehyung.

—Tan solo necesito unos minutos más. —Era costumbre que las contestaciones de Taehyung hacia su padre fueran cortantes y bordes. El señor Kim asintió con la cabeza en silencio, se cruzó de brazos y observó cómo su hijo iba de un sitio para otro recogiendo, tirando y guardando cosas. —No tienes por qué quedarte ahí mirando.

— ¿No puedo estar un rato contigo?

—Pues está claro que no. Hace años que no estás conmigo, no veo por qué quieres hacerlo ahora.

Y esta fue respuesta suficiente para que su padre se fuera de allí. El chico soltó con enfado la camiseta que acababa de coger de su armario en la maleta que se encontraba en lo alto de su cama. Se sentó en la cama y se quedó unos segundos en silencio.

Let me love you | vhopeWhere stories live. Discover now