||18||

11.8K 1.2K 862
                                    

Pulso aquel botón para hacer notar mi presencia fuera del departamento y espero a que me abran la puerta.

--¿_____? ¿Qué sucede, qué haces aquí?.

--Shota yo, necesito que hablemos por favor-- pido agachado la mirada.

--Claro pasa-- murmura haciéndose a un lado para dejarme pasar.

Viéndolo mejor puedo ver que trae su cabello recogido y su ropa es casi formal. Me hace una seña para que me siente y él se dirige al sofá individual.

--¿De qué querías hablar _____?.

--De lo nuestro, yo, necesito saber si sigues sintiendo algo por mi.

--¿Quieres que hable con sinceridad?-- pregunta de forma seria. Aún con el corazón a mil y con un miedo horrible me esfuerzo por asentir. --Bien, si _____, aún siento algo por ti, pero déjame poner en duda tus sentimientos.

--¿Mis sentimientos? ¿De qué hablas?-- suelto confundida y veo que él bufa.

--Vamos _____, ¿Desde cuando te llevas tan bien con Shinso Hitoshi?.

--Shinso no me gusta Shota, además no soy la única que ha estado rara con alguien, ¿Qué me dices de esa mujer que te ha estado siguiendo todos estos días?-- contraataco algo desesperada.

--Emi es una vieja amiga, siempre a sido así, le encanta bromear conmigo-- contesta sonriendo con burla, como si lo que dije le diera gracia y fuera algo estúpido.

--Shinso también es un amigo.

--No te creo, pareces estar enamorandote de ese chico-- dice con molestia y frunce sus cejas.

--Joder Shota, ¿Qué demonios tengo que hacer para que me creas? Yo no estaba dispuesta a aceptar lo que mi padre pidió, lo hice por ti para que no tengas problemas tu-- me levanto de mi asiento y empiezo a caminar de un lado a otro soltando todo lo que hasta ahora tenía dentro.

--Tampoco quería aceptar, ¿Crees que realmente me importa lo que digan otros? Desde que te conozco poco me importan las reglas, ¿Pero que iban a pensar de una futura heroína que anda con su maestro que le lleva el doble de la edad? Tu futuro se iba a joder más que el mío-- él se esfuerza por manterse calmado pero su voz denota algo de furia e impotencia. --Estos días que te he visto con Shinso se me pasó por la cabeza que sería mejor que estés con un chico de tu edad, uno con el que te diviertas y con el que no te juzguen.

--Shota, no lo volveré a decir otra vez, Shinso no me gusta, a mi me gusta un hombre que es un jodido desaliñado y gruñón, que le gustan los gatos y odia a la prensa con todo su ser-- me tomo mi tiempo para pensar en algo y lo quedo mirando. Con la vergüenza dibujada en mi cara me armo de valor. --¿Quieres ver de lo que soy capaz? Aizawa-sensei, si realmente usted no me cree, lo obligaré a hacerlo.

Él se sorprende y a los segundos reacciona sonriendo. Me hace una seña con su dedo para que me acerque y eso hago.

--Espero que le guste romper las reglas, sensei-- ronroneo sentándome en sus piernas. La sonrisa en sus labios no se ha ido y puedo ver un brillo lujurioso en sus ojos.

--Creo que por esta vez podemos hacer una excepción, me gustaría ver de lo que eres capaz, pequeña _____-- murmura en mi oído mandando pequeñas descargas eléctricas a todo mi cuerpo. --No sabes cuanto tuve que contenerme para no comerte a besos todo este tiempo, o para no romperle la cara a Shinso esa vez que te abrazó.

--Me hubiera gustado que no te contengas, si lo hubiera sabido te atacaba mucho antes-- bromeo dejando pequeños besos en su cuello.

Sus manos acarician mis muslos hasta llegar a mi trasero, donde aprieta y me pega más a él.

--Espero que esta vez no se aparezca tu padre-- gruñe subiendo su mano a mi nuca para estampar sus labios con los míos.

La desesperación y el deseo es muy notorio y lo dejamos claro con cada beso que nos damos. Realmente necesitaba de él, y con lo que sucedió ese día en mi casa que no llegamos a más, sentía que lo deseaba con todo mi ser. Y joder, en estos momentos me siento en el paraíso.

Muevo mis caderas levemente al empezar a sentir algo duro debajo de mi trasero. No tengo idea de qué debería hacer y que no, así que simplemente seguiré mi instinto. No estoy segura de si él sabe que esta será mi primera vez, y tampoco sé como decirle sin morir de la vergüenza en el intento.

Siento como sus cálidas manos se colan debajo de la remera y dejan un rastro de fuego en mi piel a medida que avanzan hasta mis pechos. No puedo evitar soltar un gemido cuando los masajea levemente y eso parece agradarle ya que sonríe y lo hace un poco más fuerte. Antes de darme cuanta mi remera termina en el suelo, por lo cuál empiezo a desabrochar la camisa de Shota en el momento en que su celular suena.

--¿Si?-- contesta él aún tocando mi cuerpo con su otra mano.

Una vez su pecho está a la vista me agacho y reparto besos a lo largo hasta llegar a su cuello, donde me atrevo a pasar la lengua y morder.

--Lo lamento, me ha surgido algo importante y no podré ir-- gruñe moviendo sus caderas para hacerme sentir su erección.

Disimuladamente vuelvo a su cuello y logro ver el nombre en la pantalla. Estúpida, buen momento para llamar y querer interrumpir. Por pura maldad lo muerdo con más fuerza, sin llegar a lastimarlo, provocando un ronroneo de satisfacción en él.

--Ah, no, estoy bien, dime cuando podremos volver a encontrarnos-- pide Shota levantándose y con un sólo brazo me lleva hasta su cuarto, donde me tira la cama para colocarse entre mis piernas. --Bien, nos vemos Emi.

--Espero que no te haya dado problemas-- comento con tono angelical.

--Sabes que eso dejará marcas, ¿Verdad?-- dice pasando su lengua por mi estómago hasta llegar a mi sostén.

--Tal vez si sabía, no me di cuenta-- contesto entre suspiros. --Dios, ¿Y ahora que mierda quiere?-- me quejo cuando su celular suena a nuestro lado y es la tetona otra vez.

--Emi-- contesta ya con impaciencia. --Ya voy-- suspira masajeando su frente.

Una vez corta la llamada se queda en silencio pensando en algo.

--Hagamos algo _____, debo ir si o si a esta reunión, ¿Te apetece quedarte aquí y esperarme? Prometo tratar de hacer todo rápido para volver y educarte-- susurra contra mis labios.

--¿Es muy necesario que me dejes así?-- pregunto tratando de evitar el puchero en mis labios.

--Prometo recompensarte, en la heladera hay helado, puedes coger lo que quieras-- comenta cogiendo una camisa nueva.

Se acerca a mi y me entrega la llave de la casa para luego darme un beso en la frente e irse. Jodido karma, eso me pasa por burlarme.

No es difícil amar ||Aizawa y tu||Where stories live. Discover now