No es difícil amar ||Aizawa y tu||

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No tenia idea de cuanto tiempo llevaba caminando por esta vía. No sentía cansancio a pesar de que llevaba haciéndolo durante días. He perdido la cuenta de cuantos amaneceres he visto y por alguna razón no tengo intenciones de dejar de caminar. Como si algo me impidiera salirme del camino de la vía tampoco traté de desviarme, incluso no puedo parar de caminar aunque trate de hacerlo.

El cielo otra vez estaba siendo envuelto en los primero rayos de sol, iluminando todo lo que hay en mi campo de vista. A mi derecha hay tres árboles secos y a mi izquierda placas de rejas. Otra cosa es que lo que hay a mi alrededor tampoco cambia. Una vez dejo atrás los arboles secos a los segundos vuelven a aparecer, como si estuviera caminando en círculos. Cierro los ojos y al abrirlos hay una mujer frente a mi. Está de espaldas y camina unos pasos por delante. Su cabello rojo toca levemente el suelo mientras se ondea por el viento. Lleva un vestido amarillo pálido y la piel de sus brazos es bastante pálida.

Abro la boca para llamarla pero ningún sonido sale. Trato de quitar mis manos de los bolsillos de mi sudadera pero es imposible al igual que intento aumentar el ritmo de mis pasos. Solo puedo observarla desde atrás mientras escucho una leve melodía.

Otra vez. El sol se escondía, luego salía y luego volvía a esconderse. Supongo que se podría decir que varios "días" pasaron hasta que aquella mujer dejó de tararear.

--¿Estas perdida?-- pregunta deteniendo su andar, provocando que yo también me detenga.

Sorprendida, miro el suelo y luego a la mujer. Trato de contestarle, pero otra vez no sale nada de mi boca.

--Ya veo-- dice volviendo a tararear y a caminar.

Eso sucedió muchas veces más, diría que me estaba volviendo loca, pero no sentía nada, como si pensar tampoco se me permitiera. Otra vez los día pasaron y en cada uno de ellos la mujer se detenía y me hacía siempre la misma pregunta.

.

--¿Estas perdida?.

Silencio.....

--Ya veo.

Otro día.

--¿Estas perdida?.

Silencio.....

--Ya veo.

Otro día.

--¿Estas perdida?.

Silencio.....

--Ya veo.

.

Suspiro y espero a que la mujer me vuelva a hacer la misma pregunta, pero grande es mi sorpresa cuando suelta una pequeña risa que hace temblar sus hombros.

--¿Estaremos haciendo esto mucho tiempo más ____?-- pregunta como si yo fuera la causante de esto y le de gracia que no sepa como pararlo.

--¿No puedes hablar? ¿O no quieres hablar?.

Ella empieza a caminar pero esta vez no tararea.

--¿Sabes? Ya pasamos ochenta y tres veces esos árboles-- comenta señalando dicho lugar cuando vuelven a aparecer.