♦♠ XI ♣♦

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NamJoon miró a SeokJin al este separarse de él, el de 27 abrió la puerta y confirmó se habían ido de la casa. Suspiró y se relajó, el de 23 seguía en su lugar, sudoroso y aún aguantando una erección, seguía repitiendo aquella escena en su cabeza, cada vez más clara. Sabía que si hablaba algún ruido de placer escaparía de entre sus labios.

- NamJoon, come, ¿Sí? - el menor entre los dos asintió. - ¿Te sientes bien? Estas sudando mucho.

El de 23 asintió y se levanto para tratar de calmarse y al menos decir una frase corta.

- Me... Me ducharé. - SeokJin asintió un poco.

- Te espero aquí con tu comida. Corre o yo me la como. - NamJoon asintió y fue a su habitación para quitarse los zapatos y la ropa con rapidez para tirarla, entrando a su baño personal, encendió la pluma en agua fría y se quejó.

Mojó su cabello y luego de perder su fuerza de voluntad comenzó a masturbarse, mordiendo su puño y apoyando su espalda contra la fría pared de la bañera. Sí, aquella imagen era suficiente como para llevarlo a esos extremos, siempre estaba tan ocupado que ni tiempo para placer tenía; pero hoy, fué una gran excepción.

- Ah... Maldito seas, SeokJin... - susurró entre gemidos bajos.

Trataba de darse todo el placer que necesitaba él solo e intentar eso empeoró las cosas. Cubrió su boca con el dorso de su mano cuando cerró sus ojos imaginando a SeokJin sobre sus rodillas y cabello alborotado por culpa de la escena de él sobre su cuerpo, satisfaciendolo. Gimió de manera ahogada y ronca al recordar la seductora voz de SeokJin.
Su pecho subía y bajaba con las gotas de agua fría resbalando por su cuerpo. La temperatura del agua parecía afectarle más por el calor en su cuerpo, movió un poco más rápido su mano de arriba a abajo, acercándose a su orgasmo.

- S-Seok... ¡Jin...! - gimió un poco más fuerte y se sonrojó avergonzado al ser tan ruidoso.

Bajó la mirada viendo su mano y trató de calmar su respiración agitada, mientras limpiaba su mano quitando la sustancia pegajosa y de color blanco traslúcido. Después limpió su cara y luego su cuerpo, hizo su cabello mojado hacia atrás para pegar un suspiro, finalmente apagando la ducha. Agarró su toalla, se secó y después miró el espejo frente a él, rió avergonzado y negó un poco con la cabeza.

- Ten cuidado con SeokJin, Kim NamJoon. -se advirtió. - Recuerda lo que te hizo ahora y cuídate de él.

Después salió con una toalla en la cintura a su cuarto para agarrar ropa. Tomó una camisa de botones blanca y un pantalón negro de vestir, dejándo eso en la cama, se puso ropa interior y se vistió. Se puso unos zapatos y suspiró mentalizándose para cuando viese a SeokJin. Salió del cuarto luego de unos minutos y caminó a su despacho encontrándose con el causante de su masturbación en la bañera hace un rato.

- Tardaste. - NamJoon arqueó una ceja.

- Fueron 10 minutos. La casa es grande. - se excusó. Se sentó y agarró la comida que SeokJin le había preparado.

Sonrió y comenzó a comer.

- ¿Qué te parece? - NamJoon tragó y señaló el whisky.

- Eso lo acompañaría a la perfección. - SeokJin sonrió y se levantó de la silla frente a NamJoon para servirle un poco de la bebida alcohólica.

La puso frente a él y se sentó otra vez frente a NamJoon, observándolo comer con gusto. No quería arruinar su almuerzo; pero debía preguntarle.

- ¿Quién era ese tipo? -NamJoon masticó y miró a SeokJin, parecía muy serio, incluso más que antes y mira que sí se veía muy serio. El menor tragó y bebió de su whisky para finalmente contestar.

- Es un traficante y vendedor de personas. -

- Eso ya lo sabía - informó firme.

- ¿Entonces? - preguntó confuso ante la interrogativa de SeokJin.

- ¿Lo conoces? - NamJoon asintió un poco -  Desde hace mucho a querido venderme gente.

- ¿Por qué? -NamJoon frunció el ceño.

- Eso hacen los traficantes de personas, SeokJin. -

- ¿Esa mujer era para eso? ¿Para venderla a tí? - NamJoon se puso serio ante la interrogación de SeokJin.

- Sí. ¿Por qué estas preguntando tanto? - SeokJin parecía tener fuego en los ojos.

- Yo soy el que hace las preguntas ahora, NamJoon. -El de 23 se sorprendió, el mayor jamás se había comportado así desde su estadía en la casa. - ¿Desde cuando anda ofreciéndote personas?

- Hace mucho. Desde que tenía 18. -se vió obligado a responder.

- ¿Le haz dicho que parara? - NamJoon asintió. - Ya veo... ¿Sabes cuando volverá?

NamJoon negó, SeokJin parecía un policía y en ese mismo instante dudó de él, de su... Algo.

- ¿SeokJin? -este lo miró, NamJoon parecía preocupado y lo estaba, por su bien. - ¿Quien eres realmente?

El de 27 ablandó su expresión dura y parpadeó.

- SeokJin, tú amigo. - Eso dolió para ambos. - ¿Crees que soy alguien malo para tí?

- Sí. - No pudo evitar ser sincero.

- No soy policía, NamJoon. -rió un poco. - Si no... Si no, no estuviéramos aquí, ¿No?

El de 23 recuperó la compostura y comió un poco más. Ambos quedaron en un incómodo silencio y SeokJin habló minutos después.

- Ahora solo nos queda esperar si vuelve, ¿No? Digo... Sabe que... Supuestamente tienes novio, tal vez no te moleste más.

- Sí... Eso creo. -Ambos se miraron y NamJoon después terminó su almuerzo hecho por SeokJin. - Siento mucho haber sospechado de ti, SeokJin.

- Entiendo, me comporté como si estuviera en un interrogatorio. No volverá a pasar, esos idiotas me sacaron de mis casillas. - NamJoon asintió un poco mientras reía.

- No creo que halla sido él, el que te sacó de tus casillas. - entrecerró los ojos mirando a SeokJin y este suspiró.

- Bien. Mayormente fue ella. - NamJoon rió fuerte. - ¡No te rías! Parecía una prostituta de esas carísimas, de esas super finas. ¿Ropa de cuero roja, pequeña y apretada? Eso es...

Se trabó con su lengua, se había enojado nuevamente. Estaba celoso de solo recordarla, no querría saber si NamJoon realmente hiciera trata de personas y cosas similares. ¡Entonces estallaría!

¿Apostamos? {NamJin}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora