1- Cuando me necesites

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— Ya está hecho, no puedes despacharlo- Le indicaba Chris con tono serio- Masumi no tiene problema en que lleves a Ilya a la pista, pero te distrae demasiado

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— Ya está hecho, no puedes despacharlo- Le indicaba Chris con tono serio- Masumi no tiene problema en que lleves a Ilya a la pista, pero te distrae demasiado... a todos, obviamente no es tu culpa porque mi sobrino es adorable- Dijo con una sonrisa orgullosa- Pero estaríamos más tranquilos si consigues quien le cuide- Víctor se rehusaba a tener que dejar a su hijo bajo el cuidado de un desconocido.

— No quiero que un extraño entre a mi casa, ademas es un omega, Christopher ¿Y si se apega a Ilya? - El rubio rodó los ojos, probablemente el mayor problema seria que Víctor se encariñara al muchacho... a pesar de su edad cuando Chris se reunió con él, le sorprendió de lo joven que se veía. 

— Ya te dije que es un profesional, no será el primer niño que cuide y, te aseguro, tampoco el último, Suiza está lleno de parejas como tú- Víctor frunció el ceño- Ok... lo siento, situaciones, casos como el tuyo.

- Ilya no deja que nadie se le acerque, incluso llora conmigo ¿Crees que una persona completamente ajena a él podrá calmarle? Ni si quiera yo sé cómo hacerlo- Estaba en aprietos, lo sabía... Natalie le había dejado de un día para otro, aún no podía creer que hubiese abandonado a Ilya, le daba igual que hubiese querido alejarse de él ¿Pero abandonar a su hijo?

— Es porque extraña a su madre... la conexión de los bebés de omegas a sus progenitores es muy especial, así que... tal vez teniendo a Katsuki cerca, Ilya pueda calmar la ansiedad que le produce estar separado de Nat- Víctor se removió nervioso.

Reviso por séptima vez la carpeta que contenía los datos de su niñero... Un omega recesivo, no enlazado, era músico... tocaba el piano y el chelo, tenía las cartas de referencia de sus propios jefes, uno de un restorant en la zona más acaudalada de Baselai y un café de la misma zona, además de comentarios de jefes anteriores del sistema de nodrizas. Sus papeles médicos estaban al día y la misma empresa se aseguraba de que estuviese con supresores y anticonceptivos... Víctor se sentía un tanto enfermo al leer aquella información, no había privacidad, sabía cada uno de los aspectos de la vida de aquel muchacho con tan solo tener aquellos documentos en sus manos.

El citofono sonó avisando la llegada del omega, Chris bajo a buscarlo, Víctor se quiso esconder. Entró al cuarto de Ilya... había costado hacerlo dormir, pero ahí estaba, como un pequeño ángel de cabello castaño, solo un ligero mechón gris que nacía desde su remolino lo delataba como un Nikiforov además de sus ojos celestes. Un año y cuatro meses... no podía creer que Natalie se hubiese ido, aún podía recordar el primer cumpleaños de Ilya plenamente, había sido una pequeña fiesta únicamente con amigos y algunos colegas del trabajo de su esposa, su pequeño había estado riendo toda la tarde disfrutando de la atención. Jamás se le habría cruzado por la mente que para ese entonces, Natalie, ya había conocido a su destinado.

Escucho la voz de Christopher entrando, salió al pasillo tímidamente. Yuuri Katsuki era tal como salía en la foto del archivo... un joven delgado y de mirada cálida pero seria, su cabello caía suavemente sobre el rostro, sus ojos castaños enmarcados por el ligero marco azul de sus gafas, vestía un pantalón negro y una camisa color amarillo pálido bajo la chaqueta negra, zapatillas deportivas... si no supiese de sus 26 años pensaría que apenas cumple la mayoría de edad.

NodrizaOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz