| Mi Asesina | Saga Cuervos #1

-33-

Termino de dar los ultimos toques a mi maquillaje para verme en el espejo de cuerpo completo que me ofrece la habitacion. Un maquillaje simple... ojos ahumados pero no tan exagerado, un delineado de gato no tan escandaloso y mis labios tintados de color vino muy obscuro con un poco de brillo dorado. Mi peinado... un recogido elegante pero discreto, nada para llamar la atención dejando de manera elegante mi mechón purpura tan característico de mi familia. Y mi vestido es negro pero elegante con tacones grises oscuros.

Aunque intentara pasar desapercibida nunca lo estaría, ya que al ser una Lharzy y poseer ese aroma tan característico de mi raza -así es como nos definen los demás lobos- seria fácil ser detectada. Sangre y cenizas... el aroma de la muerte en carne y hueso, llama mucho la atención, mas si voy acompañada de una persona a quien se le creía muerta desde hace diecinueve años... no quiero exponer a mi padre pero es tan terco como yo, así que supongo que es de familia la necedad.

En un pequeño bolso negro meto mi celular, algo de efectivo -ya que... quien sabe, quizás necesitemos comprar algo en el camino-, algunos productos para retocar el maquillaje por si es necesario y la tarjeta electrónica de mi habiacion. El plan es simple, o eso creo ya que todos han sido fáciles menos este...

Entrar, llamar la atención innecesariamente, mi padre saludaria a su amigo... el padre del actual alfa -o eso entendí-, presentarselo a mi pareja y pasar una velada tranquila mientras se pueda. Quizás conocer algunos amigos de papa y después... quien sabe, quizas un aliado no vendría mal.

Salí de la habitacion para encontrarme a mi padre justamente pasar por el pasillo en mi busque. Va muy formal y le queda bien el traje, de color azul rey con un estampado elegante y sutil, contrastando con el color negro y en sus manos anillos de oro son la decoración.

-Creo que llevare una escopeta para que nadie se te acerque.- dice mirándome con seriedad.- Incluso al idiota de tu mate, ese joven no debería...

-Padre...- dije entre dientes.- Tu tambien te vez bien, y creo que no necesitaras la escopeta... con los dietes basta.

-Aunque la escopeta no estaria demás. Eres mi única hija y no quiero que otros perros estén detrás tuyo, ya tengo suficiente con el imbécil de...

-Es mi mate, padre. Sera tu futuro yerno quieras o no, y el futuro padre de tus nietos... aunque eso lo dudo.- dije lo ultimo en un susurro para mi misma.

Aunque se que tambien lo escucho.

-¿Lo dudas? Que planeas?.- me mira atento.

-¿Planear? Porque lo dices?.- dije con una falsa sonrisa.

La cual por cierto no pude mantener en pie por mas de quince segundos.

-Porque toda acción que este firmada por un Lharzy debe tener un plan escondido muy en el fondo.- le mire asombrada.- Es cosa de familia, algo muy comun.

-Tienes razón.- nos adentramos al ascensor.- Hace ya mas de una semana se me dio una orden directa del Líder de la División... tengo que matar al alfa de alfas para así desestabilizar las manadas y así facilitar el proceso de exterminación...

-Sabes que eso seria imposible.- dice burlón.- Todas las manadas tienen su propio mandato y sistema, el hecho de que muera el Rey no sera mas que un golpe emocional...

-Lo se, solo que dejare que se estrellen solitos cuando sepan de su equivocación.

-¿Y cumplirás la orden?.- pregunto curioso.

-No lo creo, aunque si no lo haga me casaran por traición... y nadie se atrevería a cazar a un licantropo clase seis que fue entrenado en el ejercito como una maquina asesina.