Capítulo 17

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Durante el viaje, Dean hizo una parada en Illinois, una pequeña ciudad que si bien no quedaba de paso, parecía ser necesaria, Dean no dejaba de pensar en que si iba a dejarle el Impala a alguien iba ser a Booby, un antiguo amigo de su padre, Dean lo había llamado para verse y cederle el auto, por lo menos hasta que las cosas se calmaran, no quería arriesgarse a que lo detectaran por el auto, creía firmemente que Castiel no merecía ser parte de la avaricia de sus aparentes superiores.

Esa noche descansaron en un motel, pero más que dormir estuvieron alertas. Por la noche del siguiente día Bobby llegó a la habitación que Dean compartía con Cas, y el más alto tras tomar su arma antes de cerciorarse que era su amigo, abrió cauteloso la puerta.

— Vine en cuanto llamaste, pero no entendí de que demonios hablabas. ¿Un robot?

— Estoy seguro que hay un nombre para lo que le hicieron, pero sí.

— ¿Y quién es él?

— Castiel. Te lo dije.

— No... Me llamaste para cuidar el auto mientras atropellabas tus palabras y  le decías a alguien que dejara de jugar con las luces. — La puerta del baño se abrió dejando ver a Castiel con la ropa de Dean y el cabello desordenado como recién levantado o algo más sugerente.

— Dean, ¿Crees que podríamos conseguir pasta de dientes? — Mencionó sin prestar atención al recién llegado. — Hubo un... Evento inesperado. — Dean miró por detrás de él y en el suelo alcanzó a ver el tubo vacío, regresó su mirada a Castiel y tras mirarlo por unos segundos notó la línea blanca que escurría por una comisura de su boca.

— Joder, Cas... — Tomó una toalla y se acercó a limpiarle con cuidado.

Bobby miraba la escena expectante, podía ser un viejo hombre, pero había cosas que no cambiaban y muchas ya las había visto como para no reconocerlas.

— ¿Qué clase de relación tenías con el robot? — Nunca creyó que diría aquellas palabras.

Castiel por su parte se alejó de Dean y entró de nuevo al baño en un abrir y cerrar de ojos.

— ¡Cas! — Trató de llamarlo Dean para que volviera, pero fue magistralmente ignorado. — Genial...

— ¿Y ahora que le pasa?

— Le molesta que le digan robot, le entristece.

— Pero es- — Dean se apresuró a cortarle la frase.

— No lo digas. Acabo de descubrir que le molesta hace dos horas, y no sé porqué pero le molesta y procuro evitar la palabra.

— ¿Y que rayos haces con un- — Dean volvió a tratar de cortarle la palabra a base de silenciosos gestos. — ... una persona como él? — Cambió sus palabras de inmediato.

— Casi lo atropello con el auto.

— ¿Y estás seguro de que es lo que dices que es?

— Eso explicaría varias cosas...

— ¿Pero has visto pruebas reales?

— No...

— Dean, pueden estar jugando contigo.

— No, estoy un 99% seguro que no es un truco. Los primeros días que se quedó en casa-

— ¿Lo dejaste en tu casa?

— Te aseguro que no hizo nada, pero tiene algo en sus ojos...

— Dean, no estoy para un enamoramiento adolescente en un hombre de casi 30 años.

More Than A Machine | Destiel | AuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora