Capítulo 6: El Limonero

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Cuando Cassidy vio a su hermano mayor entrar en la noche a la habitación con una guitarra y una hoja, la curiosidad le ganó.

-¿Qué vas a hacer, Ray? -le preguntó cuando su hermano estuvo lo suficientemente cerca, estiró un poco la mano para tocar un par de cuerdas de la guitarra, y estas sonaron de forma melódica. Esto le hizo sonreír.

-Te voy a contar un cuento, Cass. Peeero, esta vez será un poco diferente -Golpeó ligeramente el costado de la guitarra, y sonrió.

-¿Me vas a contar un cuento con música?

-No exactamente. El cuento trae una canción, y te la voy a tocar, por supuesto.

Ambos sonreían. Ni siquiera se preocuparon de apagar la luz.

-¿Y de qué trata la historia?

-De un limonero, y un chico llamado John Lemon.

Silencio.

Ray se acomodó en la cama, cosa de poner la guitarra sobre sus piernas, y tener buen acceso a las cuerdas.

Un día, John Lemon caminaba tranquilo por la ciudad, ahuyentando a los perros y a los niños con el sonido "armonioso" de su guitarra, y de su "hermosa" voz. Nota el sarcasmo, por favor.

Ambos rieron.

¡Pero él igual era genial y todo! Sí...

John Lemon seguía caminando, cantando y tocando por la calle. Quería conquistar al mundo musical escribiendo y haciendo música. Lo malo es que no se le ocurrían ideas.

Cuando estaba pensando, mientras tocaba, un perro le saltó encima de su guitarra y la arañó para desafinarle el instrumento. John creyó que lo iba a morder, pero el perro salió de encima y corrió como loco dando saltos, que él creía que era de alegría.

Los niños que estaban mirando la escena le hicieron cariño y vitorearon al perro, que estaba acostado en la acera, mientras ellos le hacían cosquillas en la barriga.

John se sintió ofendido, pero no los culpaba, tenía que mejorar... así que hizo una lista mental.

1. Debía afinar su voz.

2. Tenía que afinar su guitarra.

3. Necesitaba encontrar ideas para escribir canciones.

Cuando ya había realizado el primer y segundo paso para el éxito se empezó a preocupar por el tercero. ¿Cómo lo haría? Era lo único que podía pensar.

No tardó mucho en conseguir la respuesta, ya que chocó contra algo duro y sólido. Era un árbol. Un limonero, para ser precisos.

Luego de recuperarse del dolor del golpe, miró al árbol rápidamente, pues algo lo había hecho pensar que estaba loco. Bueno, más de lo que estaba.

-¡Ten más cuidado! -Miró incrédulo al medio del tronco del árbol, y a una cara enojada que se había formado en su corteza-. ¿Acaso crees que los árboles crecen todos los días? ¡Tienes que cuidar a los limones, tienen sentimientos!

Limones, pensó Lemon.

-Lo siento, no me fijé. Es que estaba pensando. Mi nombre es Lemon, John Lemon. Futura estrella musical, reconocida a nivel mundial... como los limones.

-En eso tienes razón -Fue la primera sonrisa que recibió del árbol. Bueno, la verdad, la primera que veía en un árbol-. ¿Tienes algún problema, amisko?

Qué árbol más raro, volvió a pensar el chico.

-Honestamente, sí. Creo que nunca seré una estrella.

-¿Quieres ser una bola de gas en el universo? Vaya, qué muchachito más raro -Frunció la expresión, como si estuviera bebiendo jugo de limón.

-No, no. Me refería a un músico con prestigio.

-Ah. ¿Por qué? Tienes una guitarra afinada. Es suficiente.

John negó con la cabeza.

-Me falta la voz, es ácida como un limón.

El limonero cerró sus ojos, haciendo una perfecta expresión enojada.

-¡¿Cuál es tu problema con los limones?! -Suavizó su rostro y volvió a hablar-. Pero tengo el problema a tu solución... La solución a tu problema... o como sea.

-A este punto recibiré cualquier ayuda. Estoy completamente desesperado.

-Primero necesito que me cantes.

Ray llevó una de sus manos para formar acordes, y la otra para el rasgueo, preparado para cantar.

-Yo tengo un bolsillo, lleno de chispitas -Cuando Ray cantó desafinado, frunció la expresión, con los ojos cerrados y como si su canto fuera ácido... y lo era.

El limón dejó que terminara.

-Ya veo el problema... Primero, saca uno de mis limones y pártelo -Ray sacó un limón de su espalda. Lo había guardado ahí antes de venir. Luego, lo partió, y le tendió una parte a Cassie, que, divertida, tomó el trozo-. Segundo, exprime el jugo y tómalo -El hermano llevó el limón a su boca, y la pequeña lo imitó, y ambos tomaron del jugo. Ambos hicieron muecas al saborear lo ácido que era.

John hizo lo mismo...

-Ahora canta -Ordenó el árbol.

Raymund dejó el limón a un lado, y llevó sus manos a la guitarra.

-Yo tengo un bolsillo, lleno de chispitas -John cantó fenomentalmente fenomenal, y las ramas de su nuevo amigo se sacudieron... lo que se suponía que eran aplausos-. ¡Genial! Canto hermoso, ¿Cómo...?

-Lo sé -respondió la cara del árbol-. Tu voz era tan ácida, y el limón la arregló. ¡Es el poder del limón!

-¡Gracias! -John saltaba de alegría.

-Recuerda... tienes que consumir mucho limón.

-Bueno, pero ahora necesito una canción que sea memorable y valga la pena escuchar.

-¿Qué tal...?

Ray volvió a llevar las manos a la guitarra

Tengo, tengo un limón

En mi corazón

Él es, es como un melón

Y dentro vive un camaleón -cantó con todo su ácido corazón de limón agrio.

Cassie reía con ganas.

-¡Qué canción más mala! -dijo la niña.

-¡Hey! Para ser su primera canción sobre limones no estaba mal. Bueno, entonces...

-Si... Mhm... ¿Y qué tal... Del cielo cayeron limones limones y yo hice jugo?

-Eso está bien. Pero era mejor lo mío -Murmuró el árbol con su ácida voz.

-¡Ahora lo tengo todo! Voy a ser famoso, como John Lennon...

-No lo creo. Pero serás famoso, como un buen John Lemon.

-Gracias, amisko.

Entonce John Lemon se convirtió en un éxito y grabó su primer álbum llamado "Con Cara De Limón" en honor a su ácido limón agrio, el limonero, el único que creyó en él desde el principio, y que, por cierto, se convirtió en su representante, porque no tenía nada mejor que hacer, llamándose a sí mismo LL (Limón Lemonero). Fin.

Cassidy intentaba no seguir riendo.

-¡John Lemon era bastante malo!

-Así es. Ahora toca dormir, ¿te parece? -El mayor dejó a un lado la guitarra y las mitades del limón, antes de permitir que se acomodasen para después apagar la luz.

-Buenas noches, Ray.

-Buenas noches, Cassie.

N/A: Gracias otra vez, Renata, por darle vida a John Lemon y al limonero.

Los Árboles Sin Contar [Dos Hermanos y Tres Inviernos #1]Where stories live. Discover now