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    LA MAÑANA empezó con el despertar del castaño de ojos esmeraldas, soltó un pequeño quejido al sentir sus piernas algo tensas y adoloridas, miró a su lado esperando ver el rostro durmiente de su hermano mayor, mas sólo encontró la almohada vacía y la parte de la cama destapada.

–Hmph, tampoco esperaba encontrarlo aquí –murmuró con su sonrisa gatuna, pero con la decepción reluciendo en sus ojos.

Después de todo, era lo que él pidió, ¿no?.






–Madoka-san, ¿qué hace usted aquí? –la voz respetuosa de la rubio llamó su atención.

El rubiose encontraba acostado en el jardín observando las estrellas y la luna, la brisa nocturna le daba gran alivio, el oji azul no se sentía bien, el arrepentimiento embargaba todo su ser por lo de las horas anteriores. Debido a su semblante tan absorto llamó la atención de la pequeña chica.

Sorprendido por su repentina llegada, sólo atinó a sonreír con suavidad causando un leve sonrojo en Yui.

–Oh, Yui, sólo observo el cielo.

–¿el cielo?, ¿no teme resfriarse?.

Mdoka soltó una leve risita.

–Los vampiros no nos enfermamos– l miró con una sonrisa divertida.

Yui se sonrojo con pena– es verdad, ¿porqué observa el cielo?.

–Porque es hermoso y consolador.

La rubia sintió curiosidad por su respuesta y estuvo tentada a preguntar pero debido a sus experiencias anteriores con los otros hermanos menores mejor se contuvo, mejor prevenir.

Al verla tan conflictiva consigo misma, el rubio se sentó y dio unas palmaditas en el césped a su lado.

–¿Quieres unirte?.





El albino que vagaba por su jardín de rosas tuvo la visión en primera fila de la novia de sacrificio junto a su hermano, apretó con tanta fuerza la rosa en su mano que la sangre comenzó a fluir desde sus palmas.

¿Qué hace Madoka-nii sama con ella?.

No queriendo seguir contaminado sus ojos con esa imagen se dio media vuelta y se due en la dirección contraria.

Maldición, primero Raito y luego la novia de sacrificio.

Reiji leía los documentos de su hermano mayor, desde su certificado de nacimiento hasta, su último certificado estudiantil y la información de lo que hizo fuera durante todos estos años, pero ninguno reveló la información que deseaba, la razón de la vuelta de Madoka.

¿Por qué volvió hasta ahora?






El rubio se recostó en su cama, sus pensamientos iban a una misma dirección, no perder ante sus hermanos, el debía ser Adán no importaba el precio, sólo así tendría su deseo. Cubrió sus ojos con su antebrazo, lamentándose de las decisiones del pasado, había sido tan estúpido, sabía las consecuencias pero las ignoró, estaba tan cegado en su odio y resentimiento que cometió el error que hoy en día lo tiene encadenado a los caprichos de su padre.

La puerta soltó un leve pero chillón chirrido al ser abierta. No hacía falta que el oji azul mirara, reconocía a esa persona por sólo su olor.

–Madoka-nii sama– la voz ronca y desanimada del peli violeta hizo eco en la habitación.

–¿Qué necesitas, pequeño ruiseñor? –preguntó el rubio aún con los ojos tapados, ignorando que su pequeño hermano se alegró de sobremanera al escuchar su apodo salir de los labios de su hermano mayor.

𝐌𝐎𝐑𝐓𝐄𝐌 • 𝐃𝐈𝐀𝐁𝐎𝐋𝐈𝐊 𝐋𝐎𝐕𝐄𝐑𝐒 Where stories live. Discover now