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     Yui entre abrió sus ojos, mentalmente repasando los sucesos de ayer, le costaba creer de que los seis hermanos sádicos tuvieran un hermano mayor tan amable como lo era Madoka. Sin embargo, la oji rosa sabía que no podía dejarse llevar por el exterior o la primera impresión, tiene que mantener la guardia en alto, no debe olvidar de que ese rubio educado y amable era un vampiro, por lo que entendió el heredero de Karlheinz. Suspiró empezando a levantarse para vestirse, pronto debía ir a la escuela nocturna.

Se vió en el espejo, cuando estuvo segura de que ya todo estaba en su lugar se preparó para bajar a la limusina donde los chupa sangre la estaban esperando.

Una vez abajo, Yui se percató de que Madoka estaba abajo hablando con sus hermanos menores, en cuanto el rubio mayor sintió su olor lo llevó a observarla fijamente con un sonrisa ignorando a sus hermanos, que por primera vez, estaban hablando sin gritar ni pelearse.

–Eve– habló con voz suave– que bueno que ya has llegado.

Antes de que la rubia pudiera contestar fue interrumpida por Kanato, que habló con su típica voz suave, pero con un escalofrío Yui pudo darse cuenta de la irritación de este.

–Madoka nii-sama, Teddy y yo también queremos el bento que has hecho.

–Lo siento mi pequeño ruiseñor, pero esto lo hice especialmente para Eve, no puedes comerlo.

La mirada de Kanato se oscureció de manera escalofriante, apretando la mandíbula y a Teddy, ¿por qué Madoka-nii sama es tan atento al saco de sangre?. Yui notando su mirada asesina se estremeció.























   El olor al perfume de esa mujer lo golpeó con fuerza en sus orificios nasales, pronto una mano con perfecta manicura se poso en su pecho. Madoka miró a Cordelia frente a él, su mirada oscurecida de lujuria y deseo, su vestido estaba en su cintura dejando al descubierto sus pechos, los cabellos violetas de la mujer estaban sobre su frente sudada y su respiración se aceleraba con cada embestida que daba Madoka dentro de ella.

–Madoka..... ¡ah!..... más fuerte– gemía incontrolable.

El rubio estaba con un leve, casi imperceptible sonrojo en las mejillas, cediendo a los deseos la mujer aceleró y profundizó sus embestidas.

–¿Por qué tengo que ser yo?– preguntó– tienes a mi padre para que te satisfaga, yo no soy necesario. Además soy el hijo del hombre del que estás casada, realmente aún siendo la hija del rey demonio eres una mujer vulgar.

–¡Como si no supieras la razón por la que me casé con él!– exclamaba furiosa– solo me casé con ese hombre porque así te tendría a mi lado, si sería tu esposa, sería tu madrastra.

–¿Por qué llegar tan lejos?– preguntó, Madoka siguio entrando y saliendo de ella, gimiendo por lo bajo.

–¡Porque te.... ah..... amo!– contestó entre jadeos– me.... vengo..... ahhhh........!!!!!.

–Tsk, no seas ruidosa, te escucharan tus hijos– el rubio se corrió dentro de la oji verde.







    Madoka abrió sus ojos ante el recuerdo, en ese entonces el tuvo un romance con Cordelia antes de marcharse, esa mujer jamás amó a su padre, la razón por la que engañó a su padre con su tío Ritcher no era para darle celos a Karl, sino a Madoka.

Por otro lado Yui despertó sonrojada y acelerada por aquel sueño de esa mujer con Madoka, pensó que había dejado de ser tener recuerdos de las antiguas esposas de Karlheinz, pero al parecer con la lledada del rubio volvió a suceder. Sin embargo estaba confusa y sorprendida, ¿por que Madoka tenía un amorío con la esposa de su padre?. Cuanto más tiempo estaba con ésta familia más complicada estaba por sus lazos familiares.




Un nuevo capítulo, debo disculparme por no actualizar en estos días, semanas... meses. Pero -no diré trataré- voy a cambiar eso.

Debo agradecer de todo corazón a todas las personas que hasta ahora me han apoyado y/o les guste la historia, la verdad yo escribo porque me gusta y el hecho de que a otras personas les guste lo que hago me llena de alegría y orgullo.

Muchas gracias.

𝐌𝐎𝐑𝐓𝐄𝐌 • 𝐃𝐈𝐀𝐁𝐎𝐋𝐈𝐊 𝐋𝐎𝐕𝐄𝐑𝐒 Where stories live. Discover now