Todos lo vemos sorprendidos. Su piel ahora se está quemando agresivamente. Pedazos se están poniendo negros. Más humo sale.

Los aspersores siguen emitiendo el químico. Con suerte habremos matado aunque sea a un vampiro esta noche.

"¿Qué necesitan de mí?", le pregunto parándome de mi escritorio.

"Tú lo sabes", dice el vampiro levantando las manos. Uno de sus brazos se prende en fuego. Una llama azul que a todos sorprende. "Tú lo sabes bien"

Dante se para a mi costado.

"Erwin, ¿de qué está hablando?", me pregunta sin quitarle la vista de encima al vampiro.

"No lo sé", le respondo. Pero es una mentira. Yo sé exactamente a lo que se está refiriendo.

Entonces se prende fuego todo él. Una llamarada azul ilumina mi oficina por unos segundos y luego todo ha acabado. El cuerpo sin vida de este monstruo de más de un siglo de viejo cae al piso. Sé que está finalmente muerto porque se inicia el proceso acelerado de descomposición.

Nadie dice nada mientras el cuerpo de Francisco sigue haciéndose cada vez más calavérico. La piel se le pega cada vez más y se hace más dura. El pelo se le cae. Lo que queda es un despojo.

Todos nos miramos entre nosotros. El silencio es roto por la tos de Murphy.

"¿Qué vamos a hacer?", pregunta Dante preocupado. "¡Acabamos de matar a uno de ellos! William se va a poner furioso"

"No olvides que era Francisco. Él y William estaban enemistados", comenta Ana.

"¡Pero no lo suficiente como para matarlo!", grita Dante. "Cuando se pelearon hace doce años, no lo mató. Lo exilió, que es distinto. Para ellos doce años no es nada. Y ahora lo hemos matado"

"De hecho, no lo hemos matado", dice Morgan parándose. "No lo hemos matado nosotros. Lo mató el señor Martin, que es distinto"

Un nuevo silencio sepulcral. Todos se voltean hacia mí. Esperan que yo diga algo. El problema es que no sé qué decir.

"Pues...", digo con inseguridad. "Supongo que queda claro que yo asumo toda la responsabilidad"

Puedo notar que recién ahora respiran aliviados.

"Yo iré a notificarle a William lo sucedido", añado. Luego miro el cuerpo de Francisco por un momento.

"¿Hace falta?", Morgan se manifiesta. "Los vampiros no son omnisapientes. Podemos ocultar cosas de ellos. Quizás podamos ocultar esto también"

Nadie dice nada de inmediato. No obstante, pareciera que todos están pensando lo mismo.

"Es una opción", termino por decir. "Supongo que podríamos hacer eso"

Otro silencio incómodo. Nos miramos entre todos.

"¿Podemos hacerlo?", pregunta Dante. "¿Podemos ocultar esto de los demás vampiros?"

"Supongo que sí", respondo. "Si destruimos la evidencia..."

Señalo el cuerpo quemado de Francisco. He estado pocas veces junto a un chupasangres muerto. Malena, horas antes, había sido también un impacto para mí. Claro que, por ella yo sentía miedo. Terror, incluso. Por Francisco no sentía realmente miedo. Era más bien intriga. O suspenso.

"¿Se puede destruir esto sin que los demás se enteren?", pregunta Dante. Va quedando claro que él va a ser el eslabón más débil en esta cadena.

"Tenemos un incinerador en el sótano", dice Murphy. "Lo usamos para destruir todo lo que consideramos que podría ser infeccioso. Podemos usarlo para eliminar todo resto de Francisco"

Morgan se quita su casaca y la tira al piso. Con ella empieza a envolver el cuerpo reducido del vampiro. Mientras trabaja, habla sin mirarnos.

"Con esto nos encargamos de la evidencia. Pero, ¿cómo vamos a hacer con los testigos?"

Inconscientemente todos nos volteamos hacia Dante.

"¿Vas a poder mantener la boca cerrada?", le pregunta Morgan parándose lentamente.

Dante duda. Yo lo conozco desde hace mucho. Él es mi amigo de infancia. Ambos fuimos juntos a un colegio especial dentro de la calle Abastos para hijos del personal del Grupo De la Cruz. Morgan, Ana y Murphy, por ejemplo, fueron contrataciones externas. A ellos se les captó debido a una carrera profesional sobresaliente que estaban teniendo allá afuera, en el mundo real.

Yo, en cambio, fui entrenado desde que nací para reemplazar a mi padre. Claro, hubo algunas variaciones. Por ejemplo, yo ascendí en el Grupo a través de la gerencia de infraestructura. Yo estudié ingeniería en la universidad y luego hice una maestría en administración. Mi padre, en cambio, estudió economía en la universidad.  Él hizo carrera en la gerencia de negocios e inversiones. Su perfil es completamente distinto al mío.

Aún así, ambos ascensos fueron naturales. Cuando yo fue nombrado gerente de infraestructura, nadie lo cuestionó. No que yo lo haya percibido, en todo caso. Y si hubo cuestionamientos, fueron a escondidas. Lo mismo pasó con mi padre cuando terminó siendo gerente de negocios e inversiones.

Mi abuelo, quien también fue gerente general del Grupo De la Cruz por un tiempo, tuvo un perfil completamente distinto a su vez. No me queda claro qué fue lo que hizo antes de trabajar para los vampiros, pero él estaba en la gerencia de prensa y relaciones públicas. Mi abuelo fue el primero de la familia en entrar al servicio de estas monstruosidades.

Como sea, conozco a Dante desde hace mucho tiempo y sé que no es confiable. Que se quiebra ante la tensión y que se pone nervioso con facilidad. Para que este plan funcione, él también debe desaparecer.

En el fondo me cae bien, pero hoy estoy preocupado por el bien mayor. Si vamos a deshacernos de los De la Cruz, Dante es un impedimento. Debo sacarlo de la ecuación.

Los vampiros de la calle AbastosWhere stories live. Discover now