Alba Reche y Natalia Lacunza llevan siendo amigas desde que tienen uso de razón. Quedan cuatro meses para que Alba se case con el que creé que es el hombre de su vida.Quedan cuatro meses para que Natalia vea casarse al amor de su vida. Pero un drást...
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3 años después de la adopción de Lucas.
Narra Natalia
Subía pesadamente las escaleras de mi bloque ya que el ascensor estaba roto. Eran sobre las 2 de la mañana y por fin volvía a casa. Manu estaba de viaje por lo que me había dejado a mí a cargo de la discográfica. Mi trabajo y el Manu se me había juntando, por lo que terminé cenando en la oficina rodeada de papeles.
Me sabía mal por mi mujer y por mis hijos, hoy era noche de pelis y me la había perdido. Entré en casa con sumo cuidado de no despertar a nadie. El piso estaba en silencio total por lo que supuse que todos estarían dormidos. Me quité el abrigo y la bufanda y recorrí el pasillo para llegar a mi habitación.
Cuando entré pude observar una de las imágenes más tiernas que había visto nunca. Alba dormía en centro de la cama, apoyada en su hombro derecho dormía Nora. Acurrucado en su pecho, Lucas e Izan descansaba su cabeza en el vientre de mi mujer. Alba rodeaba con su brazo derecho a Nora y tenía su mano en la cabeza de Izan. Su mano izquierda estaba en la espalda de Lucas. Estaban destapados pese al frío, por lo que supuse que los niños se habían movido y destapado a mi esposa.
Rodeé la cama y conseguí sacar a mi hijo mayor del abrazo de Alba. Lo tomé y le llevé a su cuarto donde lo arropé y dejé un beso en su frente. Repetí el proceso con sus hermanos, aún que Nora se despertó pero cuando cayó en la cama volvió a dormirse. Volví a mi habitación encontrándome a mi mujer en la misma posición. Alba tanteó a sus lados y al no sentir a los niños se despertó.
-Hola, mi amor.- Hablé bajito cerrando la puerta. Me acerqué a la cama para sentarme a su lado.
-¿Y los niños, Nat?- Preguntó y sonreí enternecida al ver su faceta de madre preocupada.
-En sus habitaciones.- Besé su frente.
-Jo, ¿por qué? Me gusta dormir con ellos.- Puso un puchero y yo reí.
-Porque estaban invadiendo mi territorio.- Alba sonrió desconcertada.- Me habían quitado mi cama y a mi mujer.- Negué con la cabeza. La cogí por la cintura haciendo que quedase a horcajadas sobre mí.- Y eso no puede ser.
-Eres más pava.- Reímos y nos besamos con cariño.- ¿Cómo ha ido el trabajo?- Juntó su frente con la mía.
-Agotador y encima no se me quita en malestar que tengo.- Alba acarició mi nuca y me miró preocupada.
-Capde no vio nada raro en la última revisión.- Negué. Hace 9 meses tuvimos un pequeño susto. Fui al médico a una revisión rutinaria. Cuando Capde me revisó vieron que había signos de regeneración del coagulo. Por suerte, todo estaba controlado pero por precaución los médicos habían insistido en verme cada 3 meses durante un tiempo.
-Si te quedas más tranquila mañana vamos al hospital.- Hice una mueca de dolor.
-¿La cabeza otra vez?- Asentí, llevaba doliéndome desde la semana pasada.- Joder, como sea lo creo que es.- Alba me miraba preocupada.
