AMOR UNIVERSITARIO.

Michael- parte 4

Sentados en nuestros respectivos asientos del coche muchas dudas empezaron a asaltar mi cabeza sin control. No entendía como Jason podía haberse metido en semejante lío....¿y si jason no era la persona que yo creía que era?

Y eso no era lo peor,  lo peor de todo era ese hombre..... A ese hombre lo conocía perfectamente trabaja con la compañía MT es la misma para la que yo trabajo y ese hombre es al que le mandan hacer el trabajo sucio.

Algo gordo tuvo que pasar para que lo enviaran a matar a Jason, pero ya no hay vuelta atrás, es o el hombre o Jason y no estoy dispuesto a renunciar al segundo.

El silencio inundaba el coche, no se oía poco más que el motor del automóvil  y el ruido que este hacía al moverse por aquel terreno de tierra lleno de piedras que cada vez se alejaba más y más de la ciudad, todos estábamos nerviosos y alguien tenía que decir algo.

- Bueno.... Miki...  ¿Por qué volviste del curso tan pronto?

- Me echaron por una pelea....se metieron conmigo y bueno...perdí el control... Ya sabes.

Intentábamos mantener una conversación normal en una situación que era de todo menos normal,  pero Jason seguía callado, sin decir palabra, y eso era raro en él.

- Eh.... bueno....ya estamos llegando,  son aquellos almacenes que están justo a nuestra derecha.

Por fin llegamos a aquel sitio, llevabamos como media hora en el coche y ya no sabíamos que hacer. Nos bajamos del coche lo más rápido que pudimos pues no sabíamos cuanto iba a durar inconsciente debido al impacto.

- Jason ¿te pasa algo? ¿Estás bien? - dije acercándome a él y agarrándole la mano.

- Si.... Supongo,  podría haber estado peor... - Dijo con la cabeza agachada y suspirando - Es solo que no entiendo nada...

- ¿Seguro?  No creo que te quieran matar así como así.... Algo tendrás que haber hecho.  - Le interrumpí.

- ¿Estás insinuando que he hecho algo malo para merecer esto?..  - Se soltó la mano y me miró a la cara.

- No es eso.... Simplem..  - intenté explicarme.

- ¡Chicos! ¡Ya! Ayudadme que tenemos que entrar a este señor antes de que se despierte y no es momento para discusiones. -Dijo Miki.

Razón no le faltaba, por lo que decidimos aparcar la conversación para otro momento y meter al hombre antes de que se despertara en los almacenes.

Yo me cargué al hombre en la espalda y Jason y Miki decidieron entrar para buscar una silla y algo con lo que atar al que era un desconocido para ellos.

Poco a poco me fui adentrando en aquel recinto en el que nunca habia estado. Estaba todo vacío había poco mas que unas mesas y algunas sillas llenas de polvo.

Jason y Miki pusieron una de aquellas sillas cochombrosas en el medio de aquel inmenso espacio y cogieron una cuerda que había subiendo unas pequeñas escaleras que daban a una habitación más pequeña.

Descargué a aquel hombre de mi espalda y lo sentamos en aquella silla atado con una cuerda lo suficientemente fuerte como para que no se pudiera desatar sin ayuda.

Pasaron poco más de 15 minutos y seguía sin moverse y estando inconsciente. En esos 15 minutos nadie había articulado ni una sola palabra cada uno nos sentamos en una silla y simplemente esperamos.

No sabía que hacer,  yo conocía a ese hombre,  le llamaban Piro, y no quería que viera que yo estaba con Jason. Él trabaja para la misma empresa con la que yo vendo drogas y nuestro plan no era matarlo,  por lo que,  si en algún momento Piro salía de aquellos almacenes no podría seguir mi vida con "tranquilidad" y debería fugarme y esperar a que la compañía MT me encontrara.

- ¡Un segundo chicos! Vamos a poner varias reglas ¿vale? - Dije levantándome de aquella silla y poniédome en frente de ambos.

- Vale... ¿Pero a qué viene eso ahora Michael? - Preguntó Jason extrañado.

- Es mejor así para guardar nuestra identidad y mantenerla en secreto.  Bueno,  aunque la tuya ya se sabe Jason. - Dije mirándolo.

- ¡Ve al grano y explica las reglas ya!  - Contestó Miki impaciente por temor a que se despertara Piro.

- 1. No decir nuestros nombres reales, a partir de ahora yo me llamaré..... Kairo. - Expliqué.

- Yo me llamaré Belmur. - Contestó Miki.

- 2. Nunca dejar que nos vea la cara y tampoco traer objetos personales,  tipo pulseras o anillos que pueda reconocer con facilidad en la calle - Continué.

- Todo eso está muy bien pero ¿cómo vais a dejar que no vea vuestras caras? Si no nos hemos traido nada. - Dijo Jason preocupado por la situación.

- Yo creo que tengo unas bolsas en el maletero de mi coche, ahora mismo no hay nada mejor que podamos utilizar,  ya otro día traeremos otras máscaras o algo...- Dijo Miki mientras me hacía un gesto para que le siguiera al maletero a por las bolsas.

- ¿Cómo vamos a llevar unas bolsas en la cabeza?  No nos tomará enserio...- Repliqué a Miki mientras este abría el maletero de su coche.

- ¡¿Tienes algo mejor?!  ¿No verdad?  Pues ahora mismo esto es lo único que tenemos y si no quieres la puta bolsa no te la pongas,  eres tú el que ha puesto las reglas no yo y sabemos que no las has puesto por casualidad.... - Me contestó Miki insinuando que sospechaba algo.

Cuando Miki y yo nos dirijimos al almacén nos encontramos a Jason sentado delante de Piro, el cual ya estaba despierto e intentando soltarse a base de fuerza bruta.

- Déjalo, ya te he dicho que no te va a servir de nada. -Le contestaba Jason.

- ¡QUÉ ME DEJEIS SALIIR! -Gritaba Piro sin parar.

- Antes de nada dinos tu nombre, por qué has intentado saber donde estaba viviendo Jason y quién te ha mandado hasta aquí. - Dijo Miki mientras se le acercaba.

- Como entedereis no os voy a contar el por qué he sido mandado hasta aquí. Y como es de esperar lo más probable es que esta respuesta ya la tuviérais prevista. -Dijo Piro con una sonrisa de oreja a oreja como si nada pasara.

- ¡Habla! - Dijo Jason.

- ¿O qué? -Le replicó desafiante Piro.

Una mano se deslizó por el bolsillo trasero del pantalon de Miki, la cual  sacó una pistola con la que apuntó a la cabeza del secuestrador mientras este le miraba fijamente.

- Ya sabes.....Habla - Le dijo Miki con tono desafiante.

El silencio se hizo en la sala nadie sabía que podía estar pensando Miki en ese instante pero,  fuera lo que fuera,  no podía ser nada bueno.

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HEYY AQUÍ ESTÁ EL CAPÍTULO, ESPERAMOS QUE OS GUSTE.

BESOS

ALSAREAL...