Jason

79 3 0
                                    

Eran las siete y diez de la mañana y todaví­a no habí­a pegado ojo, no era capaz de afrontar de una nueva universidad, unos nuevos compañeros y una nueva vida. Llevaba toda la noche dando vueltas por cada lado de mi cama sin parar, pensando que sería lo que me depararía.

Me lavé los dientes y me puse la ropa que tení­a previamente preparada para ese día. Cogí­ mi mochila y sin pensarlo dos veces, agarré las llaves de mi piso que estaban en la entrada y salí por la puerta del que era mi nuevo apartamento.

---- Media hora después------

Llegué a la universidad y mi respiración era cada vez más agitada, mis piernas temblaban y mi voz se entrecortaba a la hora de hablar. Estaba nervioso, muy nervioso para qué mentir pero al pasar por la puerta del que se iba a convertir en mi segundo hogar me tranquilicé y decidí­ hacer frente a aquella situación.

-¿Eres el nuevo no?- Una voz grave procedente de un chico alto de cabellos morenos y piel pálida sonreía en frente mía, tení­a un tono bastante sarcástico, despectivo y estaba rodeado de una pandilla que parecía ser su manada-

-Y...y-yo...so...-Intenté articular palabra, pero mis labios en ese momento parecían haberse bloqueado y sinceramente no tenía muchas ganas de hablar con ellos-

-¿Qué pasa te has quedado mudo? ¿O es que no te sabes ni tu nombre? -Se me encaró y se puso cerca mí­a como si estuviera retándome, como si tuviera ganas de pelea mientras todo el grupo se echaba reir-.

-Giré mi vista para evitar el contacto visual y entonces, mi mirada se posó en uno de los chicos de la que yo habí­a denominado la manada, que no era la misma mirada de los demás. Estaba mirando al suelo e intentando evadir esa situación que para él, al parecer, era también algo incómoda.

Escuché los pasos de varias personas acercándose a mí­ creyendo que eran los refuerzos de ese abusón que parece no haber recibido cariño en su vida.

-¿Qué pasa Smith? ¿Ya estás otra vez malgastando la neurona que te queda? ¡Mira que te dije que hicieras algo productivo! -La voz de una chica agradable, sonó a mi derecha ,sonó para defenderme, estando a su vez en frente de ese tal Smith. En mi izquierda se encontraban otras dos chicas como si quisieran protegerme.

-¿¡Pero mira quien está aquí!? ¡Si son las supernenas! - Una chica cuyo nombre era Judith, o eso ponía en grande en su chaqueta, saltó para burlarse de aquellas personas que me habí­an defendido y todos se rieron en coro como si de personalidad careciesen.

-¿¡Anda!? ¡Si es la drogadicta polioperada! -Parecía que iban a pelearse entre sí­, pero justo en aquel momento sonó el timbre para irnos a clase. Salvado por la campana. Mi vista volvió a posarse en aquel chico moreno, alto y de ojos oscuros que no habí­a participado en el conflicto y salió corriendo de aquella situación.

-Perdona el comportamiento de ese gilipollas, pero vamos que vete acostumbrando, se cayó de la cuna y no lo recogieron hasta el tercer rebote. Mi nombre es Abby, más conocida como Abby la puta, encantada. -Me extendió la mano en señal de confianza y una sonrisa se dibujó en su rostro- Estas dos son Taylor y Lara - Dijo señalando a sus dos amigas-.

-Encantado, yo soy Jason, más conocido como el amo de mi barrio - Le extendí la mano y sin parar de reirme nos dirigimos a clase juntxs - Nahhh, es broma.- dije para aclarar mi presentación.

-Tienes que hacerle frente, sino va a hacer contigo lo que le dé la gana - Dijo Taylor la chica que se encaró contra Smith y que al parecer sus palabras eran sinceras.

Miré a cada lado de la universidad por la cual íbamos caminando hasta la clase de francés, que al parecer habíamos caí­do juntxs, Abby y yo.

AMOR UNIVERSITARIO.Where stories live. Discover now