Jason - Parte 4

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Un ligero escalofrío hizo que el bello de mi cuerpo se erizara y mi cuerpo se extremeciera haciendo que mi suave mano zurda se deslizara con delicadeza para agarrar las finas sábanas blancas de la cama y volver a taparme con ellas.

Respiré de nuevo aquel ligero aroma que envolvía aquella habitación, haciendo que mis ojos comenzaran a abrirse poco a poco, hasta que un sutil rayo de luz entró por los estrechos huecos de las persianas, penetrando en aquella habitación haciendo un recorrido que finalizaba en mi rostro.

Simplemente me encontraba tapado, con poco más que una camiseta que no era mía y unos calzoncillos, en una habitación que tampoco era mía pero que en esos días parecía que sí.

La temperatura de la cama era fría, el lado en el que dormía Michael se había enfriado debido a que él ya se había levantado para ir a la universidad, a la cual yo no podía asistir debido a mis lesiones.

Me incorporé en aquella cama mirando a cada lado de la habitación, aún no me había acostumbrado a estar ahí, y volví a sentir el aroma de aquel lugar, el aroma de Michael.

Esos días fueron un descanso para mí, mi cuerpo poco a poco se iba encontrando mejor y no hacía tampoco mucho esfuerzo con el que poder causarme algún síntoma que hiciera que empeorara mi situación.

Eran poco más de las 11:00 y necesitaba aire fresco, hacía ya unos días que casi no salía al exterior y necesitaba desconectar de la misma rutina de siempre, a la que ya parecía haberme acostumbrado.

Tardé relativamente poco en desayunar y arreglarme para dar un paseo, tan solo llevaba ropa de deporte con la que poder sentirme cómodo y mis auriculares como siempre.

Cuando logré avistar el exterior, sentí una sensación de felicidad muy reconfortante. El cielo estaba despejado y azul claro, el sol brillaba y veía como la gente se movía de un lado a otro, en los diferentes bares y aceras, mientras en mi cabeza sonaba la canción "Maldición".

Poco a poco fui alejándome del lugar donde me estaba hospedando y fui adentrándome en zonas más céntricas, necesitaba ver a más personas.

Había muchísimas personas, cada una con diferente estilo y forma de pensar, era alucinante. Entre ellas deslumbraba una persona en concreto, la cual era un hombre con sombrero y gafas de sol y una chaqueta de un tono marrón claro. No destacaba por nada en especial, simplemente ya hacía un rato que estaba caminando en la misma dirección que yo.

Fue pasando el tiempo y poco a poco empecé a sentirme incómodo en aquella situación, aquel hombre seguía caminando en el mismo sentido que yo y no podía dejar de pensar que me estaba persiguiendo.

Para asegurar mi teoría decidí empezar a ir por diferentes calles , dando vueltas sobre una misma manzana que me llevaba al mismo sitio en el que había empezado.

Tras un tiempo deducí que definitivamente, aquel hombre desconocido estaba persiguiéndone, mi pulso comenzó a acelerarse y mi respiración era cada vez más agitada y descontrolada, lo que hacía que no terminara de respirar bien. No podía volver a pasarme esto a mí.

Mis pasos eran más rápidos y estaban encaminados hacia un lugar que estuviera lleno de gente. Aun así estábamos en zona céntrica, y había muchísima gente alrededor, la cual si este señor me hacia algo podía verlo, pero no me tranquilizaba de ninguna manera.

Pensé que lo mejor era avisar de mi posición a mis amigxs y a Michael, para que pudieran encontrarme, por lo que activé la ubicación de mi teléfono y empecé a enviarles a todos notificaciones.

Mi cabeza se giraba sin parar esperando que aquel anónimo ya no estuviera detrás, pero siempre estaba, el hombre se dió cuenta de que yo sospechaba algo, lo que creó que fue la razón por la que él empezó a correr en mi dirección.

AMOR UNIVERSITARIO.Where stories live. Discover now