𝐋𝐀 𝐀𝐋𝐅𝐀 𝐃𝐄 𝐋𝐎𝐒 𝐀𝐋𝐅𝐀𝐒
Después todos los acontecimientos de Beacon Hills, la manada por fin puede seguir con sus vida ordinaria.
Los chicos ya han terminado la universidad, tienen veinticuatro años y están viviendo en la mansión Hale...
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El silencio que había en el coche era más incómodo que ver a Emma y Derek besarse ¿queréis saber qué pasó? pues bueno desde luego no fue mi culpa.
Nos metimos en el coche y la alfa empezó a conducir ¿por qué nadie hablaba? ¿es que acaso se habían vuelto mudos de repente?
-Emm, Emma- la llamé- ¿puedo saber qué os dijo Deaton en la veterinaria?
-Nada importante- contestó a secas.
-¿¡Nada importante!? ¿Acaso no es importante saber que soy? porque no creo que me guste no saber cosas de mí misma.- paró el coche de golpe- ¿pero que diablos te sucede?- se dio la vuelta y me fulminó con la mirada, que miedito…
-Escuchame bien Ashley, no tienes ni idea de el peligro que sería decirtelo, así que, mejor cierra tu enorme bocaza y deja de molestarme porque no estoy de humor para las quejas de una niñata como tú- abrí mi boca indignada ¿como que niñata? solo me llevaba un año ¿quién se cree?
-¿¡De qué vas!? ¿Cómo que niñata? Para tu información, solo eres un año mayor que yo. Me molesta MUCHÍSIMO que no me lo digas. Es como si tuviese diez años y mi abuela me ocultase que color es mi favorito.- todos miraban al suelo apenados y nerviosos ¿por qué no intervenían?
-Bien, ¿qué tal esto? o te callas, o te callo con mis dientes en tu garganta- me quedé callada y ella asintió y encendió el coche nuevamente. Y yo aún me pregunto ¿cuándo me lo dirán?
Y bueno, eso pasó, ¿qué tan malo podría ser que yo lo supiese? no lo entiendo…
Vi como el coche se paró.
-Ya hemos llegado- anunció Scott. Todos nos bajamos y nos acercamos a la entrada, yo no pasé, no quería, necesitaba estar un rato a solas sin la mirada de Emma presente.
-¿No vas a pasar?- era Derek, se sentó a mi lado.
-No- genial, ¿no podía irse? no quería que su novia tuviese más razones para degollarme.
-Oye… siento lo que ella dijo en el coche, podría haber sido más amable, ya que eres nueva en todo esto y no entiendes nada…- le interrumpí.
-¿Qué te enamoró de ella?- él me miró confuso- sí, ¿qué fue?- suspiró.
-Todo, pero… ahora todo ha cambiado entre nosotros, estamos muy distantes- ¿sí? pues no lo parecía el otro día cuando llegó…- todo esto no nos permite pasar tiempo juntos…
-Derek- me miró y suspiré ¿por qué era tan lindo?- gracias por confiar en mí- le cogí de la mano y acaricié su dorso. Nos sonreímos.
-No, gracias tu por escucharme- en eso oímos unos ruidos, ambos nos levantamos en modo de defensa- detrás de mí- me dijo.
-Derek no, quiero ayudar.
-No. No controlas a tu loba, es mejor que no hagas nada- entre los árboles logré visualizar esos ojos rojos, los que tanto miedo me causaban. No dudó en mostrar su identidad y rugir hacia Derek. Los hombres lobo comenzaron a pelear, claro que la bestia le sacaba mucha ventaja. Yo estaba entrando en pánico, si no hacía nada lo mataría, piensa Ashley ¡piensa!
