𝐋𝐀 𝐀𝐋𝐅𝐀 𝐃𝐄 𝐋𝐎𝐒 𝐀𝐋𝐅𝐀𝐒
Después todos los acontecimientos de Beacon Hills, la manada por fin puede seguir con sus vida ordinaria.
Los chicos ya han terminado la universidad, tienen veinticuatro años y están viviendo en la mansión Hale...
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Narra Ashley Los primeros rayos del sol que entraban por la ventana me despertaron, la habitación que me habían dado esos chicos era preciosa, y vivían en una mansión gigante. No sé como pero la mordida de mi abdomen dolía menos, me levanté la camiseta que utilicé de pijama y ¿Qué diablos? Ya no está… la mordida desapareció, no es posible, oía ruidos en la cocina, creo que ya se han despertado algunos, decidí cambiarme con la ropa que me dejaron Erica y Lydia anoche.
Una vez lista decidí bajar, no se como pero oía lo que decían, hablaban de que alguien y se ve que importante llegaba hoy, sonaban bastantes preocupados.
-¿Quién llega hoy?- pregunté, la curiosidad mata al gato dicen.
-Ashley ¡vaya! ¡Qué sorpresa! ¿Qué quieres de desayunar?- un chico de lunares y tez pálida se acercó a mí, parecía bastante amigable.
-Oh eh, es igual no tengo mucha hambre.
-Tonterías, te haré los gofres del tío Stiles- eché una risita, sí que era divertido.
-Bueno y… ¿quién llega hoy? ¿Es alguien importante? Sabéis, no quiero molestaros más así que será mejor que me vaya y…
-No no, no eres ninguna carga Ash, está bien ¿recuerdas lo que te dije ayer? Lo de que tenía que contarte algo importante. Pues ahora mismo empezamos, ven- el moreno dio palmaditas a la silla que tenía a su lado. Obedecí y lo miré.
-Hermano, suerte con eso, haber que te hace un Allison un Heyden o una Kira.- el pálido se giró mientras hacía los gofres. Y el moreno suspiró.
-Sí bueno… verás Ashley, la bestia que viste ayer… Era un hombre lobo- me quedé sin decir nada, todos me miraban impacientes por saber mi reacción, no me lo esperaba solo, no me sorprendió, es decir, a otra gente le sorprendería ¿a mí? Me considero especial, mi mente va al más allá de lo normal.
-… En este pueblo pasan cosas raras, soy nueva aquí pero se nota que es extraño, no me sorprende- todos me miraron atónitos.
-¿Enserio? Es decir… Si ves a uno ¿no te asusta?- preguntó Liam.
-Bueno el de ayer me asustó, pero me hizo daño, es normal. Si veo a uno que quizás… - no me dieron tiempo a hablar ya que la mayoría de los rostros de chicos y el de las dos chicas, la morena y la rubia cambiaron a uno con ojos rojos azules y amarillos y colmillos saliendo de sus bocas, y garras. Así que ellos eran hombres lobo… - ¿sois hombres lobo?- la morena levantó la mano.
-Mujer coyote, los otros sí son hombres lobo.
-¿Y ellos dos? ¿Qué son?- señalé a la pelirroja y al chico de los gofres.
-Stiles es humano y Lydia una banshee.
-¿Eres la mujer que grita?- pregunté, siempre había querido conocer a una.
-Alguien se ha leído el bestiario…- comentó el lobo más mayor.
-Oye y qué tal si empezamos por nuestros nombres- comentó el humano.
