Así lo quiso el destino [Omegaverse] KamiBaku

Juntos por siempre [Final]

Katsuki y Denki estaban tranquilos en la habitación del ojirubí, acostados en la cama mirándose cara a cara; el eléctrico chico esbozando una gran sonrisa, y el explosivo muchacho sonrojado levemente.

-Me tienes tontamente enamorado- soltó de la nada, riendo levemente al notar el rubor en su pareja intensificarse.

Estaban a pocas semanas de la graduación. Kaminari y Bakugou decidieron pasar ese domingo en completa relajación, sólo ellos dos en el cuarto.

-¿Cómo estás seguro que lo idiota no es de antes?- preguntó burlesco.
Siempre buscaba la manera de molestar a su amado.

-No te puedo asegurar si estoy más tonto ahora que antes- respondió siguiéndole el juego, acercando su cabeza para chocar sus frentes y verlo a los ojos. -Lo único que si sé es que deseo pasar el resto de mi vida a tu lado-

Fue sincero en su sonrisa, sincero en su mirada, y sincero en su palabra de Alfa.

A cambio, recibió un beso de labios sincero por parte de su Omega.

Se acomodaron mejor en aquel colchón, uniéndose en un abrazo de cuchara, sintiendo los olores de la canela y vainilla mezclarse dulcemente. Lo último que los ojos de Kaminari vieron, fue la marca de la mordida en la nuca de su pareja; y con ello sonrió para quedarse dormido.

-¡Papá, papá!- un pequeño de tres años fue lo primero que vieron sus ojos al despertar de su siesta.
Una sonrisa se le generó al instante.

-¿Qué sucede Hideaki?, ¿porqué tanta emoción?- cargó al niño para sentarlo en su pierna derecha mientras él se acomodaba en el sillón.

-¿Cómo se conocieron papi y tú?- el pequeño rubio oscuro lo miró atento con aquellos hermosos rubíes heredados de su esposo.

-Verás.. esa es una laaarga historia, no creo que terminaría nunca- dramatizó un poco logrando mayor curiosidad en su cachorro.

-No seas un maldito exagerado- el explosivo muchacho de ahora veintiséis años hizo aparición en la sala mientras terminaba de secar un vaso.