Así lo quiso el destino [Omegaverse] KamiBaku

El celo de Bakugou

Las clases estaban dando inicio, explicaciones por aquí y por allá, todo iba como cualquier otro día normal hasta que citaron al profesor Aizawa a una pequeña junta directiva por lo que el curso quedaría completamente solo por algunas horas.

Hasta ahí todo bien pero, ¿quién pensaría que hoy más que nada necesitarían de algún docente que los vigile y ponga el orden? exacto, nadie.
No es como si alguno tuviera un quirk de ver el futuro y saber que las cosas se complicarían en segundos.

Todos realizaban alguna actividad ya sea conversando, payaseando, jugando, comiendo, viendo porno sin que nadie se de cuenta, lo normal que se hacía cuando el maestro dejaba el aula sola.
Completamente distraídos en lo suyo hasta que aquel delicioso olor empezó a llamar la atención de cada uno de los presentes.

Alfas, Betas y Omegas habían olfateado aquel exquisito aroma, claro que a los únicos que les afectaba y hacían perder la cordura era a los Alfas.
Y ahí se encontraban todos mirando al dueño de aquella fragancia que se había desatado por una simple mirada.

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*Minutos antes del suceso*

El bakusquad se había reunido alrededor del líder del grupo (¿porqué? Porque él no se movería de su asiento, así que 'si la montaña no va a Mahoma, Mahoma va a la montaña') y ahí estaban hablando lo más bulliciosamente posible tal y como los caracterizaba.

-Bueno y cómo les decía, la amistad es ser amigos así que este fin de semana saldremos a pasear porque eso es lo que hacen los amigos- el chico eléctrico trataba de convencer a sus compañeros de pasar un día divirtiéndose.

-Cuanta sabiduría hay en ti, apuesto a que tu cerebro duele de tanto pensar- el comentario sarcástico de su amigo azabache no podía faltar.

-¿Apoco piensa?- ni el de su amiga rosada.

-¿Apoco tiene cerebro?- y mucho menos el del pelirrojo.

-Ustedes solamente me tienen envidia por ser el más guapo e inteligente-

-Ya claro, y Blasty es feo e idiota-

-Shhh, te puede escuchar y se arma una buena-

-No está prestando atención siquiera, ¿verdad Blasty?-

-No me interesa lo que hablen- vaya que ni los miraba por estar más concentrado en la ventana.

-Oye Bakugou tu que dices ¿nos acompañaras este fin de semana para pasear?- dijo el rubio.

Aquella pregunta, esa pregunta que hizo que el cenizo girara la cabeza hacia su emisor topándose con la mirada del rubio, aquella mirada que generó el despertar del celo en el omega explosivo cuando los ojos rubís y ámbar chocaron.

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-¿Blasty te encuentras bien?- preguntó el pelirrojo al ver que su novio había bajado la cabeza y respiraba agitadamente. «¿qué es ese aroma?»