Así lo quiso el destino [Omegaverse] KamiBaku

La chispa de un amor acaba

*Al día siguiente*

-Creo que fuí muy claro y específico con ustedes cuando les dije que se controlaran y no atentaran hacia un compañero suyo- ahora era el turno del profesor Aizawa de reprenderlos sobre lo acontecido, el día anterior habían sido regañados por el profesor Vlad King.

-Su cara y tono enojado da mucho miedo, a pesar de no ser uno de los regañados igual siento que tiemblo- susurró Sero a su amigo pelirrojo.

-El profesor Aizawa se está pasando un poco respecto al regaño-

-Tal vez sí, el punto es que ellos se lo buscaron por no controlarse un poco más- mencionó la castaña mientras miraba la situación con cara de desaprobación.

-No me importa que el profesor Aizawa los mate con la mirada, ¡¿pero porqué la bella Yaoyorozu también paga los platos rotos de los demás?!-

-Yaomomo-chan tampoco pudo contenerse ante el olor de Bakugou-kun, kero- comentó la ranita con su costumbre de poner un dedo cerca de su labio.

-De lo único que me alivio es que la situación no llegó a empeorar pero aún así no se salvarán del castigo. Toda esta semana trabajarán arduamente en los ejercicios que se les aplique y a parte estarán a cargo de la limpieza del edificio donde se sitúan- giró su vista hacia los otros alfas que no estaban en la fila de los regañados- Ustedes tampoco se salvan, harán lo mismo que se les informó a sus compañeros-

Un gran "¿¡Qué?!" y demás quejas fue lo que respondieron los únicos 2 alfas que callaron apenas la mirada de su profesor se posó en ellos.

-No quiero quejas, no me importa quién participó más o quién no hizo nada, tomen esto como una lección para que no se vuelva a repetir, agradézcanle a sus compañeros-

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Golpes en la puerta y la aprobación para el pase fue señal para que el peliverde entrara.

-Kacchan vengo a entregarte los apuntes de la clase de hoy- no recibió respuesta del cenizo así que dejó las hojas en el pequeño escritorio. -¿Cómo vas con tu celo?-

Al ser un Beta no le afectaba ni percibía tanto los olores de los Alfas u Omegas, y al no tener interés alguno en su amigo de la infancia no le interesaba el hecho de querer tomarlo sólo por estar en sus días fértiles, así que a petición del profesor Aizawa se le encargó entregarle los apuntes de las clases.
El rubio llevaba ya cinco días con el celo intenso a pesar de que ya debería de empezar a disminuir el calor, tan sólo faltaban dos días para que aquella tortura termine.

-Ngh el maldito calor no baja, no importa lo que haga sigue igual de intenso que.. el primer día-

-¿No crees que exista la posibilidad de que la razón por la que no disminuya sea porque tu Omega interno pide la debida atención que necesita?-